Vinos que nacen sobre los 2.000 mil metros de altura

Viñedos de Alcohuaz está ubicado en el Valle de Elqui

Según el enólogo Marcelo Retamal, la altura contribuye en la acidez de la uva y grosor de su piel. "Esto último es importante porque ahí está el color y el aroma que se transmite luego a los vinos".  

Ciro Colombara C. 

La poesía ronda en cada uno de los espacios que se abren en la web de Viñedos de Alcohuaz (https://bit.ly/2N0nO7F) con la ciencia-magia de la tecnología. De muestra, un botón: "Estamos ubicados en los Andes. No a los pies de las montañas sino sobre sus hombros mismos, en torno a los 2.200 metros sobre el nivel del mar".
En esa zona de Chile y a esa altura, el trabajo también tiene tintes poéticos y sin duda algo mesiánicos. "Como en Chile no había antecedentes sobre cómo desarrollar un proyecto de este tipo, miramos la experiencia de otros países, investigamos distintos métodos y técnicas", cuenta el destacado enólogo Marcelo Retamal, uno de los socios de Viñedos de Alcohuaz.
-¿Cuáles son las principales dificultades que han tenido que enfrentar?
-Las plantaciones partieron el 2005 y yo me sumé al proyecto el 2007. El 2011, en tanto, lanzamos el primer vino al mercado. Esta es una sociedad que tiene, por decirlo así, tres patas. Una es la familia Flaño García, la segunda son Juan Luis Huerta y Elia Rojas, y la tercera soy yo. Respecto a las dificultades, una de ellas se relacionó con las cepas ya que no todas se dan bien en el suelo y el clima de Alcohuaz. En verano, por ejemplo, tenemos mucha luz y solo algunas lo resisten bien.
Retamal comenta que en invierno, en tanto, a esa altura es bastante probable que se den heladas y también nieve. "Eso es perjudicial para la vid cuando ya ha brotado porque no resiste temperaturas bajo cero. Ahora, como ya llevamos unos buenos años en este trabajo, podríamos decir que tenemos bastante controlados los riesgos y que las cepas de las distintas parcelas son las ideales. Me refiero a Syrah, Garnacha Tinta, un poco de Petit Verdot, Petit Syrah, Cariñena y una portuguesa muy poco conocida en Chile que se llama Touriga Nacional. A ellas se suman un par de cepas blancas como Roussanne y Marsanne".
-¿Y qué ventajas tienen los viñedos ubicados a más de 2.000 metros de altura?
-La altura influye en las características de la uva ya que, por ejemplo, su piel es más gruesa. Eso es importante porque en la piel está el color y el aroma, entre otras cosas, así que esos elementos van a tener fuerte presencia en el vino. Otra cosa es que, en general, las frutas plantadas en altura tienen una buena acidez.
Cinco son las etiquetas disponibles de Viñedos de Alcohuaz. "Grus y Rhu están elaborados con mezclas de varias cepas tintas. El segundo es el de más alta gama del catálogo. Después tenemos tres vinos que son hechos solamente con una cepa: La Era (Malbec), Tococo (Syrah) y Cuesta Chica (Garnacha)", explica Marcelo Retamal.
La poesía aparece nuevamente cuando el enólogo habla de las características de sus vinos. "Me interesa que expresen el paisaje. Quienes visitan Alcohuaz se dan cuenta que es un lugar con montañas muy empinadas y puntudas. El cielo, en tanto, es muy limpio y de un azul muy profundo. Eso se traduce en que los vinos son bien verticales, frescos y jugosos en boca, además de mostrar colores intensos".
Retamal comenta que su interés siempre ha sido producir vinos con mínima intervención. "La mayoría los hacemos en lagares de piedra, que son como piscinas de rocas, donde se meten las uvas y se pisan tal como en el pasado. Además, toda la guarda del vino se hace en recipientes que no aporten ni gustos ni sabores. En el fondo, nos interesa que las cepas expresen todas sus características".

Estos vinos se venden en 13 mercados internacionales.

Retamal cuenta que la guarda se hace en recipientes neutros, que no aportan sabores.