"Al entrar a mi negocio, la gente de inmediato sonríe"
Gonzalo Ode habla de la energía especial de los chocolates y de su sala de ventas
Una de las especialidades de La Font son los bombones, con variedades como murta al aguardiente, nuez con manjar, pistacho y naranja.
Fecha de publicación
2018-05-14
Escrito por
Ciro Colombara C.
En La Font todo está hecho a mano, tanto las barras de chocolates y bombones que llenan las vitrinas de esta casa-taller de la comuna de Ñuñoa como el atractivo mobiliario de su sala de venta. El artesano -vale la pena llamarlo así- detrás de esas creaciones es Gonzalo Ode, quien hace seis años decidió dar un brusco giro en su vida profesional. "Yo soy de profesión ingeniero mecánico, aunque he trabajado casi toda mi vida ligado al mundo de la construcción. Por diferentes razones, entre ellas algunas familiares, comencé a buscar una nueva actividad, exploré distintas posibilidades y tomando en cuenta mis intereses y la forma en que quería vivir desembarqué finalmente en la chocolatería. Diría que es una actividad que responde literalmente a lo que se llama hacer oficio, es que todos los días se va aprendiendo algo nuevo y la experiencia es vital".
Gonzalo Ode agrega que gran parte de los conocimientos sobre el rubro los adquirió de una persona que trabaja en la fábrica que lo provee de chocolates. "Tiene 45 años de experiencia y siempre digo que es una suerte haberlo conocido. Es mi maestro y me ha transmitido cosas muy importantes".
Chocolates macizos sin azúcar, barritas 99% de cacao, chocolates blancos y de leche, chocolates macizos con 70% de cacao y otros con 85% de cacao, además de cerca de 20 variedades de bombones componen el catálogo de esta chocolatería fina (https://www.lafont.cl). "Entre los elementos que distinguen a mi negocio está el que trabajo con un chocolate muy bueno y que logro productos de un sabor especial, muy ricos. En el caso específico de los bombones, los elaboro con recetas que deben tener más de 100 años. Su principal característica son los rellenos, es la adaptación de un confite fino a un relleno de bombón. Tengo variedades como murta al aguardiente, nuez con manjar, pistacho, naranja y confite de avellana mezclado con chocolate de leche, entre otros".
-De acuerdo a su experiencia, ¿la gente tiene mucho más conocimientos hoy sobre este rubro, orígenes de los granos, porcentajes de cacao, etc?
-Sí, la gente sabe un poco más y yo también me preocupo de enseñarles algunas cosas. Aquí en el local tengo algunas fotos y una especie de cuadro explicativo que recorre las distintas etapas del producto, desde que se recoge el cacao a su transformación en un producto final. Tengo exhibido además los tres elementos que son la base de un chocolate, la pasta de cacao, la manteca de cacao y el polvo de cacao.
Respecto a los gustos de los consumidores, este maestro chocolatero cuenta que la demanda se concentra en el chocolate bitter de 70% de cacao. "A la vez, el último tiempo ha empezado a crecer la venta de las variedades 85% de cacao. En cuanto a mi clientela, gran parte de ella llega por el boca a boca, el negocio funciona bastante por recomendaciones y eso de alguna manera habla de los buenos resultados que tienen mis productos".
-¿Y los formatos de venta con mayor salida?
-Vendemos tanto barras de chocolates como algunos productos en bolsitas y sets de bombones. Ahora, cerca del 60% de mis ventas corresponden a cajitas, el formato de regalo.
"Soy ingeniero de profesión y chocolatero de oficio", dice Gonzalo Ode.