Este café colombiano tiene su toque final en Chile

"José Raúl" se tuesta en nuestro país

Gracias a ese proceso, es menos propenso a perder sus olores y sabores más característicos durante el tiempo que demora en llegar a nuestro país.  

Makarena Zapata R. 

Toda la materia prima con la que trabaja José Raúl Gómez proviene de una finca ubicada en la zona de Antioquia, en el noroeste de Colombia. Como un verdadero amante y conocedor de las distintas variedades de café que existen y antes de emprender con su propia marca, no dudó en realizar una exhaustiva investigación acerca de los distintos orígenes y características de cada variedad. "Después de un buen recorrido y múltiples conversaciones con proveedores, finalmente me incliné por una finca que me envía el café al natural, sin tostar, ya que todo este proceso se realiza en Chile. Así comenzó la marca café José Raúl", afirma.
Pensando en abastecer las demandas tanto del canal Horeca como del cliente final, este chef e ingeniero informático desarrolló varios packaging -como bolsas de uno, tres y cinco kilos-, junto con formatos más pequeños -de 150 gramos y de 250 gramos- para el aficionado que gusta disfrutar de un buen café en la comodidad de su casa.
"Café José Raúl (https://bit.ly/2Yk0zHc) solo procesa y trabaja granos de café 100% arábico cosechados a más de mil metros de altura. Y es justamente esa condición la que también define nuestras variedades comerciales. Tenemos café en grano que se cosecha a 1.200 y 1.800 metros de altura, donde la gran diferencia radica en el sabor, cuerpo e intensidad que tiene cada una ya que a mayor altura, la planta recibe menos cantidad de luz y agua. Esto finalmente se traduce en que los granos que se cosechan a 1.800 metros dan origen a un café de gusto mucho más intenso y concentrado".
-¿Y por qué la decisión de tostar el café acá y no traerlo tostado de origen?
-Entre lo que demora el proceso de tostado, sumado a la recepción de los granos en Chile, el café que se tuesta en origen pasa entre un mes y medio y dos meses perdiendo progresivamente sus olores y sabores más característicos. Precisamente eso es lo que buscamos evitar al importar el grano de café al natural, realizando el tratamiento de tueste en su destino final.
-¿Hoy el consumidor maneja mucha más información sobre la categoría?
-Ahora el cliente está mucho más informado y exige saber más sobre el origen, proceso de tueste y las distintas características propias del café. En nuestro caso todo está especificado en las etiquetas de los productos, que vienen además con un cierre tipo ziploc destinado a prolongar por más tiempo los sabores y olores. Un café bien cerrado puede durar entre seis meses y un año en perfectas condiciones. 

Así luce uno de los formatos para el canal Horeca.