Sepa por qué esta empresa no hornea sus barritas de frutos secos

La marca Gudfud provee a varias cafeterías y centros deportivos

"Utilizamos solamente ingredientes sin cocción porque así conservan mejor sus propiedades. Cuando se someten a altas temperaturas, éstas se van perdiendo", explica Francisco Martín.  

Barritas frescas de frutos secos, con cacao amargo y una cobertura de chocolate, que se pueden comer como colación o para acompañar un café. Así es la propuesta de Gudfud, marca que actualmente provee a varias cafeterías, emporios y centros deportivos en Viña del Mar, Zapallar, Santiago y Quilpué.
La firma, que además tiene un punto de venta ubicado en 1 Oriente 985, en la ciudad jardín, apuesta por la elaboración de productos con pocos ingredientes, todos de origen vegetal, sin someterlos a procesos industriales.
"Partimos vendiendo almuerzos saludables para gente que pasaba por el local. Atendíamos a oficinistas y en el año 2020 empezamos a añadir una línea de pastelería bajo la misma línea. Posteriormente, nos dedicamos 100% a ella. Nuestras barritas empezaron a gustar, lo que motivó a que los dueños de locales del sector nos preguntaran si podíamos abastecerlos. Se hicieron bien conocidas cuando logramos venderlas en locales en Reñaca", cuenta Francisco Martín, dueño y fundador de Gudfud.
Actualmente, ofrecen una barra de maní y otra de almendra, ambas de 65 gramos. En su web www.gudfud.cl (https://acortar.link/EYPQFJ) es posible adquirir cajas de seis unidades a $10.990 y una de 12, que contiene seis de maní y la misma cantidad de almendra, a $19.990. Además, cuentan con una bolita de avellana, similar a una 'energy ball', de 55 gramos, cuya caja de seis tiene un valor de $10.990.
"Nuestras barritas no tienen azúcar añadida -las endulzamos con dátiles- y tampoco contienen gluten, por eso son aptas para todo público. Tienen un aporte de diez gramos de proteínas proveniente del maní y de los dátiles, siendo muy fáciles de transportar. Por lo tanto, se pueden comer en cualquier lugar", precisa Martín.
Dentro de este año, la idea es ampliar la oferta de productos en la misma línea. "No queremos incluir alternativas horneadas y tampoco con azúcar, siempre buscamos que contengan pocos ingredientes, que se entiendan al leerlos. También que sean frescos, preparados entre tres y cuatro días antes de su consumo. A diferencia de las barritas industriales, nosotros trabajamos por capas y cada una tiene su proceso: hacemos una galleta que funciona como base y luego viene el caramelo y el 'topping' (cobertura de almendra o maní). Posteriormente, se cortan y bañan. Procesamos nosotros todos los productos, desde que nos llega el maní hasta que les añadimos el chocolate", afirma.
Explica que los barritas pueden durar tres semanas refrigeradas y un mes y medio congeladas.
¿Cuáles es el ingrediente principal de sus productos?
"Todos tienen maní, es la base de nuestras recetas en todos sus estados. Me refiero, por ejemplo, como pasta o harina, entero y triturado".
¿Por qué las barritas no están horneadas?
"Tras estudiar gastronomía en el Culinary me fui de viaje a Australia. Trabajé en uno de los mejores locales de Sidney, que se llama Eath to Table, que es 100% plant-based y utilizan ingredientes sin cocción porque así conservan mejor sus propiedades. Es que, al someterlos a altas temperaturas, éstas se van perdiendo. En el caso de las barritas, es importante destacar que tampoco contienen productos de origen animal".
 

"Este año queremos ampliar nuestra oferta de productos", afirma Francisco Martín.