La fruta podrida tiene las horas contadas con este nuevo papel

Su objetivo es que las partidas de exportación se conserven mejor hasta ser comercializada

Por su principio bioactivo, podría disminuir en hasta un 60% las pérdidas por oxidación y descomposición por la acción microbiana poscosecha.  

Un papel fabricado 100% con ingredientes naturales obtenidos a través de la pulpa de la celulosa del pino radiata y algas marinas. Se trata de Bioshield Pack, tecnología desarrollada en la Universidad de Concepción (UdeC) que busca reducir pérdidas en la fruta de poscosecha, por la aparición de hongos, entre otros microorganismos.
Según explica Cristián Agurto, doctor en biotecnología y director del Laboratorio Gibmar del Centro de Biotecnología y Facultad de Farmacia de la UdeC, "la idea es que se pueda producir y validar un papel bioactivo de algas, que disminuya hasta en un 60% las pérdidas de fruta por oxidación y descomposición por acción microbiana poscosecha, que se producen durante el proceso de almacenaje y transporte".
"Este papel no está pensando para reemplazar el plástico totalmente, lo que sí el polímero no tiene la propiedad de proteger la producción frente a los hongos, pensando en los trayectos que realiza la fruta chilena destinada a la exportación", precisa el científico.
De acuerdo con el director nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), José Guajardo Reyes, "en la temporada 2022-2023 6.328.935 cajas fueron rechazadas y de esas, 204.886 su causa fue pudrición en abundancia. Esto representa el 3,23 % del total de rechazos".
Agurto, añade, que "la fruta fresca exportada, como uvas, manzanas, peras, kiwis y carozos, utilizan el papel gofrado que la protege de la humedad y los golpes. Sin embargo, este nuevo papel bioactivo algal suma propiedades antioxidantes, antibacterianas y antimicóticas, que evitan la aparición de microorganismos que provocan su pudrición. Su impacto principal es que la preserva por más tiempo", precisa el científico.
Para ello, probaron con extractos de algas y diversos hongos y bacterias poscosecha que afectan la calidad de la fruta, como el Botrytis cinerea, el Rhizopus spp, la Neofabre alba, la Alternaria alternata y el Penicillium expansum. "Logramos una inhibición de entre un 50% y 70% de los microorganismos. Este producto está elaborado con alga, pero además tiene extractos impregnados de ella que evitan la proliferación de hongos y microoganismos, ya que se incorporaron sus compuestos químicos antimicrobianos", explica.
Las propiedades física-mecánica de la alga y de la pulpa radiata permiten que se puedan ocupar ambas fibras, explica el científico, de hecho, son organismos vegetales y molecularmente muy similares, posibilitando que fácilmente se unan para conformar papel biodegrable.
 

El papel bioactivo algal frena el proceso de descomposición bacteriana