Dos chefs fanáticos de las recetas caseras
Crearon un negocio de comida preparada
Ofrecen platos congelados como albóndigas con salsa, carbonada y pollo arvejado. Todos sus productos vienen en envases sellados al vacío.
Fecha de publicación
2014-12-15
Escrito por
Makarena Zapata R.
Lasaña, pollo arvejado, albóndigas con salsa, carbonada y la triada de legumbres compuesta por porotos, garbanzos y lentejas. Esos son algunos de los platillos preparados y congelados que vende el matrimonio emprendedor de Bernardita Molina y José Miguel Fernández, quienes hace dos años se instalaron con un negocio de comida 100% casera.
"Los dos somos chefs y vivimos durante cinco años en España. De regreso en el país, pasó que nuestros amigos y familiares comenzaron a pedirnos que les preparáramos platos como legumbres o cosas que, por tiempo, ellos no podían preparar. Partimos muy de boca en boca hasta que vimos en la comida preparada un verdadero nicho para armar nuestro propio negocio. Así es que nos lanzamos, invirtiendo en instalar una cocina aparte en la casa para preparar esas recetas", explica Molina.
Ese fue el puntapié de inicio de Geliber (http://www.geliber.cl), microempresa que lleva dos años dedicada a la elaboración de todo tipo de platos cuya calidad y sabor radica en que todo se prepara a mano y sin utilizar ningún tipo de preservantes, como por ejemplo la masa que se ocupa para hacer la lasaña, la salsa de tomate para acompañarla y el puré para preparar el pastel de papas.
"Todos los productos que vendemos vienen sellados al vacío y en envases que se pueden meter al microondas o al horno eléctrico sin ningún problema. Además, nuestras raciones son súper contundentes y oscilan entre los 450 y 500 gramos, para que nadie quede con hambre. Sin embargo, lo más importante es que trabajamos con maquinaria de última tecnología que nos permite conservar intacto el sabor de los alimentos aun estando congelados. De esa forma, nuestros clientes puedan disfrutar de un rico plato de comida sin hacer un mayor esfuerzo", agrega la chef.
-¿Quiénes son los principales clientes de Geliber?
-Principalmente personas que quieren comer comida casera que sea rica y saludable. Lo que pasa es que, si bien hay harta oferta en el mercado de comida preparada, no sale de las papas fritas y las masas. Lo que nosotros quisimos hacer fue tomar esas recetas de comida casera de la abuelita y ofrecerles a los comensales una alternativa real de alimentación. También tenemos platos vegetarianos, platos familiares y una línea de postres que incluyen panqueques y tortas congeladas que nosotros mismos hacemos. Cualquiera de estas alternativas dura cuatro meses refrigerada.
-¿Qué planes tienen para su emprendimiento?
-Nos gustaría seguir creciendo. De hecho, no descartamos abastecer a negocios o minimarkets que quieran vender alimentos preparados. En cuanto a los precios, hay tres divisiones. Las legumbres cuestan $2.250; las albóndigas con salsa, el pollo arvejado y los zapallitos italianos valen $3.490; y finalmente la paella, pimentones rellenos y los canelones pavo-champiñón valen $3.990. Los platos familiares son más caros y generalmente se trata de las lasañas premium, que bordean los $15.990.
"Nuestras raciones son bien contundentes, van entre los450 y 500 gramos"
Bernardita Molina
Bernardita y José Miguel también preparan platos vegetarianos y una tentadora línea de postres.