50 años viendo crecer a la familia y los negocios

Comercial Castro celebra medio siglo de historia

Todo comenzó en la década del sesenta, cuando Juan Castro -un campesino oriundo de San Carlos- llegó a Santiago y se instaló a trabajar en La Vega Poniente.  

Ciro Colombara C. 

Con solo mencionar La Vega Poniente, a Luis Castro se le vienen a la cabeza una serie de recuerdos. Ahí está su padre, un campesino oriundo de San Carlos, y también su madre, quienes se conocieron, coquetearon y se enamoraron entremedio de la vorágine de este recinto donde era difícil diferenciar una jornada de la otra. "Él era bien trabajólico y debo decir que yo he seguido sus pasos. Me levanto a las cinco y media de la madrugada y paro recién como a las siete de la tarde, es que me gusta dedicarme a los negocios. Es una pasión", cuenta.
Esa pasión, que ya a los 12 años lo tenía ayudando a su padre en La Vega Poniente y un poco después a cargo de una carnicería que él le compró, se ha transformado hoy en una cadena de 15 locales ubicados en la Región Metropolitana y que lucen con orgullo el apellido familiar: Comercial Castro. "El primero de ellos lo abrimos precisamente en La Vega Poniente y gracias a un arduo trabajo y apoyo familiar se fueron sumando paulatinamente los otros. Hoy estamos en comunas como San Bernardo, Calera de Tango, Recoleta, Estación Central, Cerrillos y Pedro Aguirre Cerda. Diez de estos locales están dentro del mercado Lo Valledor, recinto en el que me instalé en 1980 con una carnicería y fiambrería", agrega Luis Castro.
-¿Qué enseñanzas le dejó su padre en relación a los negocios?
-Son muchas cosas. Una de ellas es estar siempre preocupado del negocio y reinvertir lo que se gana. Otra de sus grandes enseñanzas fue nunca deberle plata a nadie, no tener deudas. Esa ha sido mi filosofía y ha marcado nuestro crecimiento. Estamos cumpliendo 50 años y hemos ido siempre paso a paso, mientras las cosas no estén pagadas no nos metemos en otros proyectos. Es algo que les he tratado de transmitir a mis hijos y que también comparten. Así hacemos las cosas, es como nuestro sello.
-Hay una nueva generación participando del negocio, entonces.
-Mis hijos Pamela y Pablo. Ellos aportan sus ganas y sus conocimientos, son profesionales que apenas se graduaron comenzaron a trabajar conmigo. Pamela tiene relación con las finanzas, ella se encarga del dinero. Pablo, en tanto, ve la parte comercial. La verdad es que desde que se incorporaron hay mucha más planificación y creo que sin sus aportes no hubiésemos llegado a ser lo que somos ahora.
Luis Castro comenta que los grandes pilares que le han permitido marcar presencia en el mercado por 50 años son la calidad de sus productos y los precios. "En Comercial Castro nos preocupamos de la elección de los proveedores, de vender solo cosas de primer nivel. Tenemos una gran variedad de categorías, pero diría que las principales son abarrotes, carnes, cecinas, lácteos, licores y bebidas. A la vez, trabajamos con poco margen y siempre atentos a entregar el mejor servicio. Gracias a estos elementos, en cada lugar donde nos hemos instalado hemos logrado buenos resultados porque los clientes confían en nosotros".
-¿A corto plazo hay planes de abrir otras sucursales?
-Puedo decir que estamos atentos a las oportunidades que ofrece el mercado para ver la posibilidad de sumar nuevos locales. Por ahora, estamos concentrados en nuestro más reciente proyecto, un frigorífico que empezó a funcionar hace dos meses y que nos tiene muy entusiasmados.

Luis Castro y su hijo Pablo en las instalaciones de su último proyecto, un frigorífico.

Los 15 locales que tiene Comercial Castro están en la Región Metropolitana.