El señor de los helados diseña y fabrica sus máquinas
Luis González compite mano a mano con fabricantes extranjeros
"La gente piensa que si es chileno no es tan bueno. Y no los culpo", dice este ingeniero en alimentos, quien encontró en la heladería artesanal un nicho a exprimir.
Fecha de publicación
2016-02-15
Escrito por
Rodrigo Sepúlveda S.
La crisis asiática de los años 90 tuvo por las cuerdas a Luis González. Recién titulado como ingeniero en alimentos, se vio obligado a trabajar en lo que pillara en el camino. "Empecé en una empresa de refrigeración y en una oportunidad llegó una máquina para hacer helados. Nadie sabía muy bien cómo repararla, pero yo que de siempre había hecho soldaduras y ese tipo de cosas me metí a arreglarla y terminé aprendiendo todo del tema", recuerda.
Esa anécdota timbró su futuro. Luis se especializó en mantenimiento y reparación de máquinas productoras de helado, actividad a la que aún se dedica y la que sumó a partir de 2010 el diseño y fabricación de sus propios artefactos para helados artesanales, bajo la marca Icemel (www.icemel.cl). "Nuestra especialidad son las máquinas productoras de helados tipo Bravísimo, o sea, el helado que se cucharea y se come en barquillo o vasito. Hemos trabajado con Helados La Plaza, Heladería Klaus, Reina Victoria, entre muchas otras", cuenta.
Luis González debió abrirse paso en un mercado donde la industria china ha entrado con fuerza en los últimos años y donde los representantes de marcas importantes tienen el control gracias a la venta de repuestos. "Normalmente el que vende helado artesanal hace todo: compra los ingredientes, prepara el caldo, lo pasteuriza y luego lo congela. Icemel tiene el equipo para todo el proceso. Las marcas más prestigiosas vienen de Europa, y el formato que más se ocupa es la que produce 60 litros/hora, que cuesta entre 17 y 20 millones de pesos. Las chinas pueden costar la mitad, pero con suerte duran un año. La nuestra vale 10 millones y dura de 10 años hacia arriba".
-¿Cuál es la receta para competirles de igual a igual a fabricantes extranjeros?
-Lo más difícil es que el mercado crea en uno. Sobre todo los bancos. Al principio tuve que hipotecar hasta el alma para conseguir financiamiento. La gente piensa que si es chileno no es tan bueno. Y no los culpo, yo también pensaba igual. Muchos creen que traigo máquinas de China y sólo les pongo el autoadhesivo de mi marca. Pero nosotros hacemos todo, cada pieza. Somos una pequeña maestranza.
Luis González también provee servicio técnico a los heladeros.