De la sala de clases a los snacks saludables

Ese es el camino que siguió el "profe" Antoine Escarpentier

Este emprendedor trata no solo de distinguirse por las variedades de productos que ofrece sino también por sus envases.  

Makarena Zapata R. 

Como profesor de historia y emprendedor en sus ratos libres, la rutina de Antoine Escarpentier llegó a un punto en que ambas actividades ya no le eran compatibles. Así es que tomo una decisión radical. Abandonó los libros y las salas de clases para buscar alguna idea definitiva de negocios que le permitiera convertirse en un innovador microempresario en el tema de los alimentos. "Primero tuve un emprendimiento junto a mi señora donde vendíamos ensaladas gourmet para universidades, pero nos fue más o menos. Después se me ocurrió mandar a Antofagasta un camión y vender en él papas y cebollas a precios santiaguinos porque allá esos alimentos son muchos más caros. Si bien tuve buenos resultados, sentía que necesitaba algo más formal y ahí nació la idea de los snacks saludables que mezclan frutos secos con frutas deshidratadas", explica Escarpentier.
Dicho y hecho. Gracias al programa "Impulsa" de la Municipalidad de Santiago y a la Fundación Trabajo para un Hermano, pudo dar los primeros pasos de su proyecto que bautizó como Árbol Sabores (www.arbolsabores.cl) y que ya cuenta con sus dos primeras variedades. "Me adjudiqué dos millones de pesos para comenzar con las gestiones del proyecto y con eso pude empezar a buscar el tipo de semillas a ofrecer. Así fue como llegué a dos variedades que son la Súper Antioxidante y la Nativo Energético Natural. La primera incluye pistacho, almendra, frutilla y arándanos silvestres deshidratados, mientras que la segunda trae nueces, almendras, piña y kiwi deshidratado".
-¿Dé dónde consigue la materia primera para crear estas mezclas?
-Para garantizar la calidad de estos frutos nos la jugamos por trabajar con un proveedor cuyos productos son en su mayoría importados. Pero eso no fue todo ya que) también queríamos sorprender con un packaging original, de material reciclable y que ofrece una dosis de 50 gramos. Eso lo convierte en un formato fácil de transportar y consumir. Lo otro es que en la punta del envase incluiremos una semilla de arrayán o casio para que la gente tenga la oportunidad de plantar su propio árbol y reforestar el suelo.
-Una manito para el cuidado del medio ambiente.
-Sí, por eso también el nombre de la empresa. Por ahora estamos con las pruebas y degustaciones finales para mejorar aún más los resultados con nuestros potenciales consumidores. Seguramente estaremos listos para la venta a público durante las próximas semanas, pensando en llegar a establecimientos como gimnasios y centros de estética, entre otros. El costo de cada snack estará entre los $1.800 y $2.000.
-¿Qué otros planes tienen para Árbol Sabores?
-Después de nuestro lanzamiento estamos pensando en desarrollar snacks saludables orientados a públicos específicos como deportistas, mujeres embarazadas e incluso uno más económico para ver la posibilidad en el futuro de ingresar a la Junaeb.

Así lucen algunos de los productos de Árbol Sabores.

Junto a su señora, Escarpentier probó varias cosas antes de llegar a su emprendimiento actual.