Le dio un nuevo aire a la venta del queso de cabra

Krasna Pizarro, tercera generación de Quesos Pichasca

Microempresa trabaja en conjunto con otros crianceros de una zona al interior de la Cuarta Región.  

Makarena Zapata R. 

Recetas que datan de más de 60 años de antigüedad son las que Krasna Pizarro y su familia siguen evocando con cada pieza de queso de cabra que se elabora en una bodega ubicada en el pueblo de Pichasca, en la Cuarta Región. Pero si en un comienzo parte de esta familia viajaba desde el norte a vender sus productos directamente a la Vega Central, con el paso de los años optaron por tener un local en pleno Santiago.
"Fue un legado que comenzó mi abuelito que es de Pichasca. Él era el que tenía cabras, conocía todo el proceso y elaboraba queso. Viajaba para acá constantemente hasta que mi papá fue mayor, terminó heredando el negocio y los clientes que teníamos. La cosa fue que por temas de salud, él tuvo que radicarse definitivamente en el norte y yo y mi hermano, encabezar la tercera generación a cargo de la venta de quesos de cabra en un local de Santiago", cuenta Pizarro desde la tienda ubicada en Avenida Providencia 2251, local 41 (www.quesospichasca.cl).
Desmenuzando la cadena de comercialización, los quesos son producidos en una quesería en donde colaboran todos los crianceros de la comunidad de Pichasca. Ellos depositan la leche de sus respectivas cabras en los fondos que posee esta familia para posteriormente hacer los quesos en conjunto. Luego de aquel proceso, que generalmente dura 15 días, los papás de Krasna se encargan de mandar semanalmente toda la producción de quesos para su venta en Santiago.
"Hemos logrado crear una línea de producción que beneficia a todos los involucrados en el tema de la elaboración de queso de cabra. Desde los crianceros que no tienen infraestructura para hacer sus propios productos, dar nuevas oportunidades laborales y hasta abrir nuevas posibilidades de comercialización en Santiago. Aspecto que antes era prácticamente impensado para los ocho crianceros que colaboran con Quesos Pichasca", remata Pizarro.
-¿Ha tenido buena recepción este producto entre los clientes?
-Sí. Es que se trata de un queso, en comparación con el de vaca, con una cantidad ínfima de materia grasa. Ese aspecto lo hace ideal para personas que quieren comer saludable o que están cuidando la línea. Además, cada pieza de queso es completamente distinta a las otras por el origen de la leche y la alimentación que cada criancero les da a sus cabras.
 

Krasna es la cara visible del negocio en la capital.