Triciclos eléctricos cumplen una gran tarea en el barrio Yungay

Organización de vecinos los utiliza para recoger los residuos que serán reciclados

Cuentan también con dos enfardadoras y varias jaulas para recolectar residuos, instaladas en distintos puntos del barrio, entre ellas la emblemática Plaza del Roto Chileno.  

El barrio Yungay es un sector icónico del centro de Santiago que, como muchas otras zonas de la capital, lamentablemente goza de una buena cantidad de basura en las calles. Por esa misma razón, a un grupo de vecinos se les ocurrió una idea: juntar voluntarios y ponerse a reciclar.
Claro, al principio fue difícil debido a que no tenían los implementos necesarios para recolectar los kilos de escombros que encontraban, pero tras casi cinco años desde el inicio de esta idea la organización ha ido subiendo su nivel y se las arregla para hacer su trabajo. Ahora cuentan con cuatro triciclos eléctricos, dos enfardadoras y varias jaulas para recolectar residuos, instaladas en distintos puntos del barrio, entre ellas la emblemática Plaza del Roto Chileno.
Los carritos, por ejemplo, fueron entregados en su tiempo por las empresas Natura y Coca-Cola, y el vehículo como tal es un modelo HT150 de la marca New Energy, con una velocidad máxima de 30 km/h y autonomía de 40 kilómetros.
"Es un carrito súper útil, nos permite trasladarnos de lo más bien entre los distintos puntos. Aparte, es bastante fácil de manejar", dice Ana María Briceño, líder de la organización del barrio Yungay. Ella, además, cuenta por qué comenzó con esta iniciativa: "Es algo que nació por educar y concientizar a la gente con el reciclaje".
"Yo no sabía cómo reaccionar cuando veíamos tanta basura en la calle y por eso empezamos a recolectar. Ocupamos un lugar de acopio en la calle Rafael Sotomayor 643. Cuando partimos, la primera carga de residuos fue de 130 kilos, pero ahora ya estamos juntando entre tres y cuatro toneladas mensuales", comenta Briceño.
A la par, la asociación ha crecido también en participantes e infraestructura. Partieron dos personas y hoy son alrededor de 30, la mayoría mujeres jefas de hogar y vecinas del sector. Jorge Vitta, secretario técnico y asesor legal, complementa que "queremos hacer entender que esto no es basura, son residuos, que gracias al reciclaje van a llegar transformadas a sus casas en otros productos. Hay que entender que esta es una actividad vital para que la sociedad siga funcionando".
Desde mediados del 2021 la organización cuenta con el apoyo de Fundación Transcender, la cual les permite conectar con voluntarios que profesionalizan y mejoran la gestión que los recicladores -y otras organizaciones- realizan. "Nosotros los acompañamos en este proceso mientras ellos se perfeccionan en el rubro. Van adquiriendo herramientas, conocimientos y habilidades en su gestión para ir mejorando", puntualiza Elizabeth Silva, coordinadora de Gestión Territorial de la Fundación Trascender.
 

La autonomía de 40 kilómetros de estos vehículos es de gran ayuda para las recolectoras.