Una efectiva mezcla entre emporio y minimarket

Andrea Saavedra abrió en junio de 2021 La Borboleta

Por un tema familiar, a fin de mes traspasará el negocio. "Preferí hacer eso antes que cerrarlo y dar vuelta la página porque tengo una clientela estable, un catálogo llamativo y no quiero que eso se pierda", dice.  

Andrea Saavedra, dueña del Emporio La Borboleta, cuenta orgullosa que en varias ocasiones le han dicho que su negocio de la comuna de Ñuñoa es como un pequeño Jumbo. Casualmente, este comentario se cruza con su historia laboral ya que trabajó por 20 años como productora de los catálogos de esa cadena de supermercados. "En todo caso, luego del estallido social y la pandemia me tuve que reinventar y con mi familia decidimos emprender con un local que apuntara al rubro gourmet. Es que gracias a ese trabajo hice muchos contactos con importadores y conocí muchos productos especiales".
El nombre -Borboleta- proviene de una palabra portuguesa que significa mariposa. "Fonéticamente la encontré muy atractiva, aunque la causa principal por la que la elegí fue en honor a mi hija que falleció. Si bien al principio trabajamos exclusivamente como emporio, con el paso del tiempo tuvimos que ampliar la mente e incorporar una serie de productos masivos. Hoy en día tenemos entonces una parte de emporio y otra parte que es minimarket", detalla.
¿Cuáles son las principales categorías que manejan?
"Dentro de lo masivo, lo que tiene gran demanda son bebidas gaseosas como Coca Cola. También nos buscan harto por las empanadas -nos abastecemos en la clásica panadería Tomás Moro-, y en la parte gourmet una marca como En Boca y las galletas artesanales Un Gusto, entre otras cosas. Lo que nos interesa ofrecer es una amplia variedad de productos y categorías, si hasta tenemos alternativas de almuerzos".
¿Y de qué forma han ido fidelizando a su clientela?
"Preocupándonos de la atención. Trato de que los clientes se sientan cómodos y que el venir a comprar acá sea para ellos una experiencia grata. El que se quiere tomar un cafecito al paso acá puede hacerlo sin problemas, si pide llevar sus empanadas calientes, las calentamos con gusto. También recibo pedidos por WhatsApp y los guardo hasta que la persona venga a buscarlo. Y si no pueden pasar al negocio, como es el caso de unos adultos mayores que tienen problemas para desplazarse, les llevo su compra al final del día".
El traspaso
Si bien La Borboleta le ha traído muchas satisfacciones a Andrea, a fines de mayo tendrá que dejarlo. "Necesito enfocarme en un tema familiar, cuidar a mi madre. Por el cariño que le tengo al negocio no quiero simplemente cerrarlo y dar vuelta la página. Hay una clientela estable, un catálogo llamativo, y no quiero que eso se pierda. Por eso lo voy a traspasar, algo que está en sus últimos trámites. El 1 de junio debieran hacerse cargo las nuevas personas".
Erick Paredes y Rudy Villagra son esas personas. Tal como cuenta Paredes, llevaban un tiempo dándole vueltas a la idea de emprender y este negocio les llamó la atención porque se salía del molde tradicional de un negocio de barrio. "Su oferta de productos es muy especial, algo que queremos mantener. Nuestra idea es agregar algunas cosas más para tratar de captar nuevos nichos de público".
En su decisión pesó también la voluntad de Andrea Saavedra a guiarlos en un rubro que es nuevo para ellos. "Por nuestra profesión, nos manejamos en la parte de los números, pero es la primera vez que vamos a estar atendiendo público. Andrea nos pasó el listado de proveedores, les contó que ahora seguiremos con el negocio e incluso hemos conocido a algunos. Lo mismo con los clientes. A ella le interesa mucho que el negocio se mantenga en el tiempo y no tiene problemas es estar presente para apoyarnos. Es algo que sin duda valoramos".
 

Andrea Saavedra junto a Erick Paredes y Rudy Villagra, los nuevos encargados del negocio.