Un negocio que construyó una estrecha relación con sus clientes
"La Nona" cede parte de sus instalaciones para que se reúna un club de vecinos
Otra instancia pensada para fortalecer el vínculo con las personas del sector es la construcción de un huerto comunitario en el patio del local.
Fecha de publicación
2024-04-08
Escrito por
Ciro Colombara C.
Hace seis años, en la esquina de calle Mapocho con Ambrosio O'Higgins (Cerro Navia) funciona La Nona. Se trata de una panadería fundada por Rubén Torres, quien a mediados del 2023 -luego de un accidente laboral- se lo cedió a su prima Claudia Cataldo.
"Se suponía que el negocio iba a cerrar en agosto pasado, ese era su destino, pero yo decidí hacerme cargo a tiempo completo. La verdad es que me lancé no más porque no tenía ninguna experiencia en el rubro, he tratado de buscar apoyo y capacitaciones para ir aprendiendo. A la vez, hemos participado en varios proyectos que tienen instituciones públicas", explica Cataldo.
¿Ha mantenido el negocio como estaba o ha hecho muchos cambios?
"Le hemos cambiado la cara. El local partió como panadería y ahora nos interesa posicionarlo más bien como amasandería. Es un negocio grande, tenemos bastante espacio así que también hay un sector tipo minimarket -con productos como abarrotes- y otro sector con productos de bazar".
En cuanto a la demanda de panes, esta emprendedora dice que se concentra en las hallullas. "Tratamos de que estén disponibles durante gran parte del día, sobre todo después de las cuatro de la tarde. También llevan mucho nuestros pasteles, tortas de tres leches y pie de limón. En la parte bazar, en tanto, los artículos escolares siempre tienen buena venta. A eso se suman los kits de costura, que son muy útiles".
Este rubro es bien sacrificado, por el tema de los horarios. ¿De qué forma se han organizado?
"Antes, el negocio abría a las 8:30 y se cerraba por colación. En mes pasado hicimos un cambio y empezamos a atender a las 7:30 y estamos abiertos de manera continua hasta las 21 horas. En cuanto a la producción, solamente estamos elaborando hallullas, nos abastecemos en otra parte de marraquetas. Eso hace que no tengamos que partir tan temprano".
Claudia Cataldo cuenta que están comenzando a utilizar el teléfono y WhatsApp para coordinar los pedidos de su clientela. "Es algo cómodo para las personas, porque nos pueden llamar cuando están en el trabajo para hacernos un pedido de pan y retirarlo en el camino a sus casas. Por el momento, diría que son como 14 los clientes que todos los días nos encargan el pan por teléfono".
Respecto a otras amasanderías, ¿qué elementos los distinguen?
"La cercanía con los vecinos. Y esto es algo que no solo se da en la atención que entregamos sino que una serie de actividades que hacemos. Por ejemplo, los días sábado habilitamos una parte del negocio para quienes quieran juntarse a conversar, distraerse, jugar juegos de mesa, etc. Cada semana vienen como 16 personas, quienes bautizaron este espacio como el Club de la Nona. A la vez, siempre tratamos de ayudar a los vecinos que están complicados, entregarles algún tipo de apoyo".
¿Y qué proyectos tienen a corto plazo?
"Nos interesa ampliar el rubro e incorporar la parte cafetería y heladería. Ese es un gran plan que, en todo caso, no tiene fecha. Lo que sí está avanzando es un proyecto que nos ganamos en el verano para crear un huerto comunitario en nuestro jardín. Es algo que va en la misma línea de lo que te contaba recién, de tener un vínculo cercano con los vecinos. También vamos a seguir con actividades especiales para fechas como el Día del Niño con ellos o las Fiestas Patrias".
"Para mí, la capacitación es muy importante", dice Claudia Cataldo