Una segunda oportunidad para el almacén y bazar Maryan

A causa del estallido social y la pandemia, estuvo cerrado por un año y medio

María José Cancino cuenta que ha mantenido el tradicional catálogo de productos, sumando solamente pan y cecinas. "Ahora queremos incorporar CajaVecina, la gente nos dice que sería de gran ayuda para ellos".  

Hace casi cuatro meses que el almacén y bazar Maryan comenzó una nueva etapa. Luego de estar un año y medio con las cortinas abajo, María José Cancino -ex nuera de la dueña- y su hijo decidieron reabrirlo. "Ella es una persona de la tercera edad y, con los problemas que trajo el estallido social y luego la pandemia, el local se vino abajo. Mantuvimos el tipo de productos que vendía, que son por ejemplo artículos para los cumpleaños, cosas de colegio, productos de aseo, abarrotes y perfumería. En algún momento el negocio tuvo un ciber y servicio de llamadas internacionales, algo que quedó obsoleto con los avances de la tecnología", cuenta Cancino.
-¿Y han incorporado otras categorías, tomando en cuenta las necesidades de su clientela?
-Sí, principalmente cecinas y pan. Los vecinos nos han dicho que fue una buena idea y vemos que tienen gran demanda. También hicimos algunos cambios en la estructura del negocio, que está en la propiedad de mi ex suegra, aquí en La Florida. Originalmente, la entrada estaba en la parte donde se ingresa al patio de la casa, algo que ahora modificamos sobre todo por un tema de seguridad. Lo que hicimos fue romper una pared que da hacia la calle, y por ahí atendemos. Nuestro horario va desde las 9:30 hasta las 21 horas, de lunes a domingo.
-Cuando se hizo cargo del almacén, ¿tenía experiencia como comerciante?
-Ninguna, primera vez en la vida que me dedico a esto. La verdad es que no lo encontrado difícil y me parece un trabajo súper entretenido. Tengo que decir, eso sí, que la tecnología ha sido un gran apoyo ya que incorporamos un software de punto de venta que lleva un registro de todo. De manera muy simple puedo saber el stock del negocio, cuáles han sido las ventas diarias y los productos que tienen mayor demanda, entre muchas otras cosas. Me ayuda incluso a calcular rápidamente el vuelto que tengo que entregar, porque no soy buena para las matemáticas (risas).
María José Cancino dice que una de las ventajas de esta 'segunda oportunidad' para el negocio se relaciona con el cariño que le tienen sus vecinos. "Estamos hablando de un local familiar con una historia muy larga. Mi ex suegra lleva tantos años acá que todo el mundo la conoce. De hecho, aquí la gran mayoría de las personas dice 'vamos al bazar de los Chacana', son pocos los que le dicen por su nombre. Yo creo que eso refleja que acá hay una relación que va más allá de lo comercial. Hay un cariño por el negocio y por sus dueños. En cierto sentido, es como un vecino más del barrio".
-¿Y qué otros elementos lo diferencian de otros bazares o almacenes cercanos?
-La gente siempre lo prefirió porque se caracterizaba por tener precios muy económicos, algo que hemos tratado de mantener. A veces se hace difícil, por el tema de la inflación y el alza en el costo de la vida en general, pero nos esforzamos por mantener ese sello, sin descuidar obviamente la calidad de los productos.
-¿Qué proyectos tienen a corto plazo?
-Uno es instalar el servicio de Caja Vecina, porque la gente nos dice que sería de gran ayuda para ellos. Ya lo estamos viendo con BancoEstado y en estos días tengo que enviar la documentación que nos pidieron. Por otra parte, falta hacer unos cambios al interior del negocio y arreglar la fachada.
 

María José junto a la señora Ana, su ex suegra.

"En el barrio nos distinguimos por los precios económicos", dice Cancino.