María Carolina Díaz lleva cuatro meses como comerciante a distancia

Desde Las Cabras maneja sus dos locales en Peñalolén

Un buen equipo de empleados y un software de punto de venta que le permite revisar lo que sucede con los ingresos y stock de productos, entre otras cosas, se han convertido en grandes aliados.  

En el mes de febrero, María Carolina Díaz junto a su marido e hijos, dejaron Santiago para instalarse en la localidad de Las Cabras (Región de O'Higgins). "Hace un tiempo habíamos construido una casita para veranear y decidimos irnos a vivir ahí definitivamente, un poco por el tema de la pandemia y también para cambiar de ritmo. Es que nos interesa que nuestros hijos estén en un ambiente más relajado", cuenta Díaz.
Esta comerciante dice que lo único que echa de menos de la capital son sus dos negocios ubicados en la comuna de Peñalolén. "Me encanta vender y estar detrás del mesón. Hace 13 años partimos con mi esposo vendiendo en la feria y como hace siete nos instalamos en un pequeño local. Si bien el fuerte eran productos de aseo y limpieza, también teníamos galletas, café, azúcar y todo lo clásico de un almacén. Como fuimos creciendo, arrendamos un local contiguo que era más grande. Tiempo después, se me ocurrió abrir otro negocio al lado enfocado en envases y productos de repostería, entre otros. Uno se llama Bazar y Artículos de Aseo Carolina, y el otro Cotillón y Envases Carolina (en Instagram @latiendadecarito)".
-¿Fue muy complicado delegar y dejar el día a día en manos de otras personas?
-Sí, sobre todo cuando uno tiene alma de comerciante y disfruta atendiendo a la gente. Para este proceso ha sido de gran ayuda un software de punto de venta que instalamos y que nos permite saber lo que está pasando con los ingresos, con el stock de productos, etc. Gracias a unas cámaras podemos monitorear también en cualquier minuto los locales, incluso desde el celular. A eso se suma que hemos logrado armar un buen equipo, personas comprometidas que hacen muy bien su trabajo.
Más allá de esa gestión remota, María Carolina Díaz comenta que viaja dos o tres veces por semana a Santiago para encargarse de algunos temas puntuales como hacer compras de mercadería e ingresarla al sistema. "Como es un tema sensible, prefiero hacerlo yo, aprovechando a la vez de modificar y actualizar algunos precios".
-¿Cuáles son los principales elementos que distinguen a sus negocios?
-Primero que todo los precios, son muy económicos. Cuando partimos en esto, dijimos que la idea era ofrecerles a las personas precio de ferias libres. Otra cosa importante es el surtido, trabajamos una gran cantidad de rubros y eso sin duda lo valoran mucho. También hay que destacar la buena atención, algo de lo que siempre me he preocupado y que he transmitido a quienes trabajan en los locales. Yo siempre digo que vivo de la gente porque, en gran parte, todo lo que tenemos con mi esposo se lo debemos a la preferencia de los clientes. Cuando converso con mis empleados les explico que esto es como una cadena porque, si uno atiende bien, las personas vuelven y a la vez les pasan el dato a su familiares o amigos.
-¿Está dentro de sus planes abrir otro local?
-Lo hicimos hace poco, en Las Cabras, donde tenemos artículos de aseo, regalos, cotillón y perfumería, entre otros. Estamos entregando harto volante y dándonos también a conocer en la radio de la zona. Todo eso tiene un costo, pero lo vemos como una buena inversión para que llegue la clientela. Aprovechamos además las redes sociales y en Instagram nos pueden encontrar como @latiendadecarito_pilaresverdes.
 

"Me encanta vender y estar detrás del mesón", María Carolina Díaz.

Me encanta vender y estar detrás del mesón. María Carolina Díaz

El stock de productos es manejado por software.