Un minimercado con varias generaciones de clientes

Se llama Jorge VI y partió en 1979. Está ubicado en el Paseo Bulnes, en Santiago

Se trata de un negocio que abrió el padre de la actual dueña, Beatriz del Campo. "Por nuestra larga historia, un elemento que nos caracteriza es el vínculo cercano con la clientela", dice.  

Ciro Colombara C. 

El Paseo Bulnes fue bautizado de esa manera como un homenaje al Presidente Manuel Bulnes (1841-1851), quien en el año 1846 decidió trasladar la sede de gobierno desde la Real Audiencia al Palacio de la Moneda. Antes conocido como Avenida Central y Avenida 12 de Febrero, no solo es uno de los principales ejes del llamado Centro Cívico de Santiago sino también una zona con gran valor histórico.
En este sector de la comuna se ubica hace 42 años el minimercado Jorge VI, hoy manejado por Beatriz del Campo. "Se trata de un negocio familiar que empezó mi padre junto a un socio, pero al tiempo después le compró su parte y quedó como único dueño. Hace aproximadamente cinco años él falleció y, junto a mis cuatro hermanos, decidimos seguir adelante. Yo soy la que estoy a cargo y ellos me ayudan en forma indirecta en algunas cosas. Tengo harta experiencia en el rubro porque durante bastante tiempo estuve ayudando a mi padre en el local".
La larga historia de este minimercado (Paseo Bulnes 171-173) se plasma en la atención que entregan y el vínculo con su clientela. "Como buen negocio familiar, hay una gran cercanía con las personas. Imagínate que hemos atendido a varias generaciones, por ejemplo niños que acompañaban a sus padres y que ahora de adultos continúan comprando acá. A estos vecinos se suman las personas que trabajan en el sector, una buena cantidad de ellos en oficinas públicas. Por ejemplo, muy cerca del negocio está la Seremi de Salud".
-¿Ha aumentado mucho la circulación de personas desde que Santiago avanzó a la Fase 3?
-Sí, la diferencia es bien marcada, pero no es algo que se haya visto solamente estas últimas semanas. Durante los primeros meses de la pandemia bajó muchísimo la cantidad de gente que circulaba por este sector y, por ende, también las ventas cayeron harto. Este año el panorama ha sido distinto, incluso en los meses con cuarentena, y hemos visto bastante gente en la calle.
Respecto a las categorías que concentran la mayor demanda, la dueña de Jorge VI menciona en primer lugar el pan y los pasteles. "Nosotros trabajamos aquí los productos de Breden Master. A ellos se suman las bebidas y, en general, la parte botillería. ¿Y qué tipo de productos hemos sumado durante el último tiempo? Algunos que apuntan a la clientela inmigrante, sobre todo venezolanos, como por ejemplo la Harina PAN, el queso llanero y distintos licores. Cuando recién partimos con ellos fue un poco complicado conseguir quién nos abasteciera; no había muchas distribuidoras especializadas, pero ahora que es un nicho grande hay harta oferta".
-¿Y cuáles son los siguientes pasos de Jorge VI?
-Por el momento estamos solo mejorando la parte estética, por ejemplo pintando, porque debido a la pandemia paramos todos los proyectos. Una idea que teníamos era instalar una cocina en la bodega del local, que es bastante grande, para poder vender platos preparados. También estábamos viendo la alternativa de ampliarnos a otro local para emprender con este rubro de la comida, poniendo mesitas en la vereda. Como el panorama todavía es un poco incierto, creo que vamos a esperar a ver cómo avanza el tema sanitario de aquí a fin de año y después de eso tomar decisiones.
  

Beatriz del Campo tiene ideas para seguir creciendo junto a su equipo.

Hay un esfuerzo permanente por mejorar la parte estética.