Esta almacenera vive pendiente del WhatsApp

Sus clientes pueden mensajearla para hacerle pedidos que retiran luego en el local

Ninoska Muñoz cuenta que del variado catálogo de su negocio, el pan y todos los productos que sirven para acompañarlo son los que tienen la mayor demanda.  

Ciro Colombara C. 

Hay dos momentos del día que son claves para el almacén Donde La Nino: las diez de la mañana y la cinco de la tarde. En esos horarios Ninoska Muñoz, su dueña, recibe las marraquetas y las hallullas que inmediatamente pone a la venta. "Si bien ambos son buenos, en el horario de la tarde se ve mucho más movimiento. Yo le compro a una panadería ubicada en el paradero 14 de La Florida. Antes tenía un proveedor que estaba más cerca del local cuando empezó a bajar la calidad del pan decidí cambiarme".
Esta comerciante cuenta que partió con el negocio hace cinco años, como una manera de independizarse y dedicarse de frentón a un rubro que le era muy conocido. "De cierta manera siempre he estado ligada al comercio porque mi familia trabajaba en las ferias libres, y cuando era pequeña les ayudaba a mis abuelos y a veces también a mis tíos. Cuando crecí trabajé en algunos negocios, eso sí como empleada, hasta que se dio la oportunidad de acceder a una casa que tenía un local habilitado".
Muñoz agrega que los inicios de Donde La Nino no fueron fáciles porque al par de meses de instalarse la dueña quiso subirle el arriendo en un monto considerable. "Por suerte, una amiga que vive muy cerca me ofreció en arriendo su casa, que es el lugar donde estoy ahora" (Villa La Herradura, comuna de Peñalolén).
-¿Qué tipo de productos son el fuerte del almacén?
-Además del pan, todos los productos que sirven para acompañarlo. Durante un tiempo funcionó muy bien la venta de helados artesanales en barquillo, si hasta ofrecía la opción de bañarlos en chocolate. La ubicación del local ayudaba mucho, justo al frente de una plaza, pero cuando comenzó la pandemia decidí no seguir con el rubro. Lo otro que tiene una gran demanda son las pichangas.
Ninoska cuenta que fue a su marido al que se le ocurrió la idea de ofrecer este clásico del picoteo. "Como nosotros vendemos varios tipos de jamones y quesos, él pensó que era una buena forma de aprovechar los despuntes así que agregamos un poco de aceitunas y de pickles y listo. La frecuencia con que la ponemos a la venta y también la cantidad es variable ya que todo depende de los despuntes que tengamos. A través de un WhatsApp les avisamos a los vecinos cuando la tenemos disponible y de inmediato empiezan a llegar los encargos. A la vez, es algo que ayuda a que la gente compre otras cosas para picotear".
-¿WhatsApp se ha convertido en una herramienta importante para su negocio?
-Sí, es de gran utilidad, al igual que las redes sociales en general. Me permiten trabajar de manera simple los encargos y estar bien coordinada con los vecinos que al final llegan solamente a buscar los productos que pidieron.
-Es una ayuda entonces para que la clientela pueda organizar sus tiempos.
-Así es, aunque de todas maneras estamos disponibles gran parte del día para que vengan a comprar lo que necesiten, les falte o se les haya olvidado. Trabajamos de lunes a lunes de manera continuada desde las diez de la mañana hasta las 21horas y si bien es algo cansador y sacrificado para uno como comerciante, los vecinos agradecen el contar con un negocio al que pueden venir en cualquier minuto del día, teniendo la certeza que estará abierto.
 

"Trabajamos de lunes a lunes de manera continuada", Ninoska Muñoz, Donde La Nino.

Trabajamos de lunes a lunes de manera continuada. Ninoska Muñoz Donde La Nino