Los proveedores de este negocio son sus propios vecinos

Dueños del minimarket Imperio quieren potenciar la economía local

Todos los pasteles, tortas y queques que tienen a la venta son elaborados por emprendedores de la villa El Abrazo de la comuna de Maipú.  

Ciro Colombara C. 

Comprar productos en China para venderlos a través de las redes sociales. Esa era la experiencia que tenía en ventas Lilian Pino antes de embarcarse junto a su hermano Eduardo en un proyecto que desde hace dos años los tiene detrás de un mesón, llevando las riendas del minimarket Imperio. "Abrimos el negocio con la idea de tener un ingreso extra a nuestras respectivas profesiones y poder así mejorar la calidad de vida de nuestras familias. Como está la situación del país, un solo sueldo muchas veces no alcanza para estar tranquilos", comenta Lilian.
Esta comerciante dice que entrar a este rubro significó aprender muchas cosas en el camino. "Llegamos a un mundo nuevo, sin saber si los productos que compramos al principio iban a tener buenas ventas o si calzaban con los gustos de los vecinos del sector. Poco a poco empezamos a ganar experiencia y a distinguir las categorías con mayores ventas, al igual que a lo proveedores que más no servían y dónde estaban los precios más convenientes".
-¿Cuáles son hoy las categorías con mayor demanda?
-El fuerte es el pan, que si bien no deja mucho margen funciona muy bien como gancho para que la gente lleve otros productos, como por ejemplo las cecinas, que es otra de las categorías con altas ventas. La pastelería también es muy relevante para nosotros, todo lo que exhibimos y ofrecemos se va durante el mismo día. Podríamos decir que si las personas quieren comprar unas cosas ricas para la once, tienen que venir al minimarket.
Lilian Pino destaca que todos sus proveedores de pasteles son emprendedores de la villa en la que está el local, que es la villa Lo Abrazos de la comuna de Maipú. "Es una forma de ayudar a los vecinos y de mantener activa la economía local. Además de los pasteles tenemos dulce de membrillo casero, queques familiares e individuales y trozos de tortas, entre otros. El pan también lo compramos a un par de panaderías que están acá en la villa".
-¿Ha aumentado la venta de productos dulces durante la pandemia?
-Sí, ha aumentado bastante. Yo creo que tiene que ver con que la gente está con harta ansiedad a propósito del tema del Coronavirus y busca escapar de la rutina de las cuarentenas dándose un gustito y comiendo algo rico.
Otra de las cosas que destacan en el minimarket Imperio es una pizarra ubicada en su exterior donde todas las personas pueden poner un aviso de lo que ofrezcan o de lo que necesiten. "Más que como un lugar donde los vecinos vienen a hacer su compras, nosotros nos vemos como un punto de encuentro para ellos. Aquí pueden venir a conversar y distraerse un rato, a promover su emprendimiento o a preguntar si sabemos de alguien que ande buscando una persona para hacer un pololito. Si bien llevamos poco tiempo ya hay un lazo bien fuerte con los vecinos. Es súper importante conocerlos, por algo personal y también comercial ya que sobre eso se establece también la base de la ventas. Uno sabe sus gustos y qué es posible ofrecerles".
-¿Qué proyectos tienen para este año?
-Con mi hermano estamos juntando la plata para sumar de aquí a fin de año la parte panadería. Con la alta demanda que hay, creo que será un gran plus para el negocio. Lo bueno es que, como este local es grande, hay espacio para poner todo el equipamiento necesario para elaborarlo.
 

Lilian y Eduardo partieron hace dos años con el minimarket.

En el local regalan el pan que no vendieron.