Una almacenera que no da su brazo a torcer
A pesar de una serie de dificultades, Nicol Soto ha logrado hacer crecer el negocio
Ubicado en la comuna de Quilicura, La Porotita está a punto de dar un nuevo salto al sumar el rubro amasandería. "El proyecto estaba listo a fines de 2019. pero lo tuvimos que posponer dos veces", dice Soto.
Fecha de publicación
2021-04-19
Escrito por
Ciro Colombara C.
El dicho calza perfectamente con lo vivido por Nicol Soto en lo últimos años: La tercera es la vencida. Es que el proyecto de sumar una amasandería a su almacén La Porotita chocó con dos importantes contratiempos que, si bien la tuvieron un poco bajoneada y frustrada, no le quitaron las fuerzas para seguir insistiendo en concretarlo. "Hace tiempo tengo guardado el equipamiento necesario para ponerla a funcionar pero la primera vez me vi obligada a posponer todo porque vino el estallido social. Dejamos pasar un par de meses y cuando queríamos lanzarnos llegó la cuarentena por el Coronavirus. Ahora sí que estamos listos porque ya tengo en mis manos los permisos necesarios y muy pronto comenzará a funcionar la amasandería".
-¿Hasta ahora los abastecía alguna panadería cercana?
-No, trabajábamos con empresas como Breden Master, con pan y de otras masas pre cocidas. Eso ha sido de gran ayuda para diferenciarnos de la competencia porque siempre hemos ofrecido una gran variedad. No nos quedamos solo en la marraqueta y hallulla sino que también tenemos dobladitas, pan amasado, trencitas y colizas, entre otras. Si bien ahora vamos a poder fabricar nosotros el pan, seguiremos con esa otra oferta a modo de complemento.
Nicol Soto agrega que en una primera etapa ella se va a hacer cargo de esta tarea. "Una prima tenía panadería y me enseñó hartas cosas sobre su proceso de elaboración así que voy a meter las manos en las masas no más hasta que encontremos a un maestro panadero. El hecho de que en un tiempo complicado como el que estamos viviendo yo pueda generar trabajo es una gran satisfacción".
-¿Y hace cuánto tiempo partió La Porotita?
-Hace cinco años y medio. Es mi primera experiencia como almacenera, aunque algo sabía del tema ventas porque trabajaba en un local de Patronato. Unos siete meses después de haber sido mamá se me declaró una enfermedad auto inmune y me dijeron que no iba a poder seguir trabajando. Justo en esa época a mi marido se le ocurrió hacer una ampliación en la casa y cuando estuvo lista me dijo que la había hecho para mí, para que pudiera atender un negocio. Le puse La Porotita en honor a mi hija.
Soto agrega que partió con un almacén muy pequeño, que ocupaba una parte de su patio. "Ahora ya casi no tenemos patio porque creció harto. ¿Cuál ha sido mi fórmula? Yo siempre digo que hay que tener conexión con los clientes, si uno los trata bien y los atiende con mucha preocupación te devuelven la mano y son fieles al negocio. Gracias a ellos fui creciendo. También hay algunos temas comerciales porque es necesario contar con harta variedad de productos, un surtido que responda a sus necesidades. Cuando empecé con el local anotaba en un cuadernito todo lo que me pedían para traerlo rápidamente".
-¿Y qué otras cosas valoran las personas?
-La buena iluminación, limpieza e higiene hoy es más importante que nunca. A modo de anécdota, te cuento que hace un buen tiempo decidimos que solo los que atendíamos íbamos a manipular el pan, siempre con guantes. Al principio a muchos clientes eso no les gustó porque estaban acostumbrados a elegir ellos mismos, pero desde que partió la pandemia lo agradecen.
"El hecho de que pueda generar trabajo es una gran satisfacción", Nicol Soto.
El hecho de que pueda generar trabajo es una gran satisfacción. Nicol Soto