Este negocio se presenta con sus dos apellidos

Almacén y amasandería Cerda Vega tiene más de cuatro décadas de historia

Hoy en día está en manos de los hijos de sus fundadores, quienes han renovado la imagen del local, reorganizado el stock de productos y también incorporado tecnología.  

Fecha de publicación

2021-02-15

Escrito por


Ciro Colombara C. 


Cerda Vega. Ese es el nombre -o tal vez habría que decir el apellido- del almacén y amasandería que hace más de 45 años abrió Juan Cerda junto a su señora Margarita Vega. El negocio partió enfocado en la elaboración y venta de pan, a la que se sumó bastante tiempo después la parte almacén, tal como cuenta uno de sus hijos, llamado también Juan. "Acá hay toda una vida de esfuerzo y trabajo. Mis dos hermanas -Margarita y Camila- y yo nos criamos en este ambiente y ellas han colaborado desde siempre en su funcionamiento. Mi caso es distinto porque yo soy profesor de educación física, bailarín y manejaba un centro deportivo. Cuando comenzó la pandemia tuve que cerrarlo y me quedé sin ingresos, así que tomé la decisión de sumarme al negocio".
Juan agrega que hace dos años sus padres se retiraron, dejando todo en manos de Camila y Margarita. "Ahora que me integré yo, somos integralmente la segunda generación a cargo del almacén y amasandería, lo que ha traído una serie de cambios. Por ejemplo, mi idea era darle un nuevo aire porque veía que las máquinas eran las mismas hace muchos años, faltaba tecnología que ayudara a manejarlo mejor y se necesitaba actualizar el tipo de productos que vendíamos".
-¿Qué cambios han concretado hasta ahora?
-Uno de ello fue en la fachada, la arreglamos para que resultara más atractiva para quienes circulan por acá. También pusimos unas mesitas afuera del local para que la gente pueda sentarse a conversar y comer algo. Otra cosa de la que nos preocupamos fue reorganizar su interior porque antes la mercadería estaba toda amontonada. Con la nueva distribución que tenemos los clientes pueden encontrar rápidamente lo que andan buscando y a la vez tentarse con algún producto que no tenía pensado comprar. A eso se suma el que incorporamos un software de punto de venta que agiliza la atención porque basta 'pistolear' cada producto para que aparezca su precio y así el trabajo en la caja es más rápido.
-¿Y cuánto ha variado su oferta de productos?
-Bastante. Tratamos de incorporar rápidamente los productos que la gente nos pide, al igual que mejorar constantemente lo que elaboramos. Una idea que mi hermana Margarita puso en práctica hace un tiempo fue ofrecer desayunos, específicamente algunos sándwiches, té y café. Al principio ella preparaba cada sándwich que los clientes pedían pero una vez que identificamos los principales gustos y también la cantidad que vendíamos al día, armamos un cierto stock. Eso significa, por ejemplo, que tenemos 15 panes con huevo, otros 15 con palta y así sucesivamente.
Juan Cerda cuenta que esta iniciativa le ha dado un impulso al negocio. "La ventas han subido porque estamos respondiendo a algo que la gente que vive y trabaja por acá necesitaba. Es bien sacrificado eso sí, porque ella abre el local a las 6:30 de la mañana para atender a la clientela. Ahora estamos pensando en contratar a un pastelero para sumar una variedad más grande de productos dulces, no solo berlines y queques".
 


Los tres hermanos se organizaron para dividirse las tareas en el negocio.

Los tres hermanos se organizaron para dividirse las tareas en el negocio.

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