Mini tortas le dan nuevos aires a este negocio

Hay cuatro variedades, con precios entre $6.200 y $7.200

En la panadería y pastelería Crocante identificaron rápidamente los cambios en la demanda y se adaptaron a esta nueva necesidad de su clientela.  

Ciro Colombara C. 

Nada de largas listas de invitados ni de llenar la mesa con tentadoras cositas dulces y saladas. Cumpleaños, aniversarios y otras tantas celebraciones familiares se han reducido a su mínima expresión -considerando solo a los que viven bajo el mismo techo- y en la Panadería y Pastelería Crocante han buscado la forma de adaptarse a este panorama cruzado por la emergencia sanitaria. ¿Qué hicieron? Reducir el tamaño de sus tortas.
"El resultado ha sido muy bueno, es el producto de pastelería con mayor demanda", cuenta María José Zunino, quien agrega que "ahora las elaboramos para cuatro personas. Tenemos una variedad de chocolate-trufa, un bizcochuelo que puede llevar mermelada de frambuesa o manjar y una variedad bien particular que se llama Estrafalaria y que se hace con la masa de los repollitos. Sus precios son $6.200 y 7.200 respectivamente".
Zunino dice que lo que más agradecen los clientes es tener una alternativa tanto para alguna fecha especial como para el día a día. "Con todo lo que está pasando a mucha gente le dan ganas de comer algo dulce, pero comprar una torta para 15 personas significaba guardarla por muchos días o incluso perder una parte de ella".
La historia de la Panadería y Pastelería Crocante partió hace 25 años en la comuna de Las Condes (Tomás Moro 179), de la mano de Walter Zunino y Marieta Arguello, padres de María José. "Mi mamá es ecuatoriana y mi padre chileno. Su experiencia en el rubro va mucho más allá porque cuando vivían en Ecuador tuvieron una panadería en tres ciudades. Y si nos vamos más atrás, te puedo decir que el rubro es parte de la familia hace varias generaciones. Mi abuelo italiano emigró cuando era muy pequeño y mi bisabuelo era el panadero a bordo del barco".
-Con esa experiencia deben acumular una gran cantidad de recetas.
-Sí, que son de varias partes del mundo, porque hay familiares en otros países que nos han compartido también sus recetas. Por ejemplo, mi tía Carmen, que emigró de Ecuador a EE.UU.; tuvo una pastelería en Miami y nos dio los secretos para elaborar los mejores cupcakes, brownies y rollitos de canela. Por supuesto también tenemos cosas típicas ecuatorianas, como un pan que se llama Enrollado y que ha gustado mucho entre los chilenos.
-¿El negocio ha cambiado mucho desde mediados de marzo hasta ahora?
-Cuando partió esta emergencia mi padre decidió cerrar de manera preventiva por una semana para cuidarnos a nosotros y también a todos los que trabajan acá, la mayoría ecuatorianos, que consideramos como parte de nuestra familia. Después de esa pausa, empezamos a atender a través de una ventana con un panel plástico y la verdad es que los resultados no fueron buenos. Como el rubro de la pastelería entra por la vista, nos dimos cuenta que teníamos que dejar entrar a la gente al local así que tenemos habilitada la parte del pasillo, instalamos paneles acrílicos que caen del techo y dejamos entrar hasta tres personas.
María José Zunino agrega que ubicaron las vitrinas con los productos de tal manera que solamente quienes atienden pueden tocarlos. "Gracias a los paneles, la clientela puede ver toda nuestra variedad y elegir lo que desea de manera segura. A la vez, todos los que estamos detrás del mesón usamos guantes y mascarillas".

 

"El rubro es parte de la familia hace varias generaciones", María Paz Zunino.

 

El rubro es parte de la familia hace varias generaciones María Paz Zunino