Estos panes ayudan a calmar la nostalgia
Bien Me Sabe es una panadería venezolana con dos años en Santiago
Sus dueños cuentan que van alternando más de 30 recetas de panes. "Los que no pueden faltar ningún día son los cachitos, las piñitas, las canillas y los golfeados".
Fecha de publicación
2019-06-03
Escrito por
Ciro Colombara C.
En estos días otoñales, junto al aroma de los productos recién horneados hay otra cosa que atrae a los clientes de la panadería Bien Me Sabe. Es que el calor que emana de su sala de producción cubre todos los rincones del negocio, haciendo de la compra una experiencia tan cálida como sabrosa. Esa calidez la transmite también María Migdalia Ramírez, quien junto a su marido Miguel Brito comenzó este emprendimiento en abril de 2017 (calle San Francisco 363, Santiago). "Nosotros somos venezolanos y estamos en Chile hace cinco años. Desde que llegamos empecé a hacer algunos productos en casa para generar ingresos y feliz con esa tarea porque mi pasión siempre ha sido la gastronomía. El 2015 participé en un programa de la Municipalidad de Santiago que se llama Impulsa y fui una de las afortunadas ganadoras. Ahí había que desarrollar un plan de negocios de un proyecto propio y detallar el tipo de equipamiento que necesitaríamos. Por eso, recibí una amasadora, una sobadora y una selladora al vacío".
Ramírez agrega que esos equipos le permitieron aumentar su producción de empanadas y panes de jamón, entre otros. "Al tiempo, a mi marido lo echaron de su trabajo y vimos esa mala situación como un impulso para instalarnos con algo propio. Así nació la panadería".
-¿Cuántas variedades de productos ofrecen?
-Nuestro foco es la panadería venezolana y tenemos alrededor de 30 recetas de panes que vamos alternando. En todo caso, los que tienen que estar siempre son unos panes dulces llamados piñitas, los cachitos, las canillas y los golfeados. Este último es una masa que lleva anís, papelón -que es como la chancaca- y queso llanero. Ese contraste entre lo dulce y lo salado más el anís es exquisito. Hay otros productos que igual tienen buena demanda, como el pan de guayaba.
-¿Qué porcentaje de su clientela son chilenos?
-No más del 20%. Y creo que de ese porcentaje, son hartos los que tienen algún vínculo con Venezuela, ya sea porque vivieron allá o porque están casados con un compatriota.
La panadería Bien Me Sabe (https://bit.ly/2wrTPeS) atiende de lunes a sábado entre las 7 y las 21 horas y los domingos de 9 a 20:30 horas. "Los panes que elaboramos no solo son para consumidor final sino que también abastecemos a negocios como almacenes y minimarkets. Otro servicio que tenemos es el desarrollo de panes a la medida de restaurantes o cafeterías para que así puedan ofrecerles a sus clientes un producto único. Estamos haciendo, por ejemplo, panes de hamburguesa para algunos locales, del tamaño que a ellos más les acomoda y con el toque de sabor que nos piden", comenta María Migdalia Ramírez.
-A los negocios del rubro les cuesta encontrar maestros panaderos, entre otras cosas porque es un trabajo bien sacrificado. ¿Su caso es similar?
-No. Contamos con cuatro personas en la parte producción, que ya manejan bien todas las recetas, y no nos costó encontrarlas. A la vez, tenemos un listado grande de panaderos venezolanos que han llegado al negocio preguntando si hay trabajo disponible.
"Tenemos alrededor de 30 recetas de panes que vamos alternando", comenta Migdalia Ramírez.
Los panes de jamón son uno de los productos estrella de Bien Me Sabe.