Apostaron por una monona pastelería en el barrio de toda su vida

Las hermanas Alvarado regentan Violeta Patisserie en un residencial sector de Ñuñoa

Les hacen el quite a las recetas clásicas: "Al tradicional brownie le dimos un toque de cardamomo y también elaboramos una versión vegana que es un hit entre nuestros clientes", cuenta una de las hermanas.  

Fecha de publicación

2017-12-26

Escrito por


Rodrigo Sepúlveda S.


 Para que las hermanas Lorena, Macarena y Andrea Alvarado se decidieran a emprender un negocio juntas, fue clave el talento de la primera de ellas. "Lorena es pastelera. Siempre confiamos mucho en sus capacidades y queríamos invertir nuestro esfuerzo en potenciarlo", cuenta Macarena.
En julio 2015 abrieron Violeta Patisserie, pastelería ubicada en una de las esquinas de Sucre y Ricardo Lyon, en Ñuñoa (https://www.violetapatisserie.cl). Desde entonces, en este tranquilo barrio ñuñoíno las conocen como "las Violetas". "Violeta es el nombre de nuestra mamá. Sentíamos que eso era lo que nos unía y representaba en esta idea de hacer un negocio juntas. Es lindo que nuestros clientes nos llamen así", comenta Lorena.
El desafío para estas hermanas ha sido distanciarse de la amplia oferta de pastelerías de barrio de la comuna. "Hemos tratado de combinar la pastelería tradicional con toques más modernos y presentaciones delicadas. También nos preocupamos mucho de que nuestros insumos sean lo más naturales posibles. Por ejemplo, nuestras tortas de chocolate son de cacao ecuatoriano de 40 y 65 por ciento, y nuestra miel para endulzar postres y tortas la traemos directamente del Maule", explica Macarena.
"Gran parte de nuestra pastelería es de autor. A la Loly (Lorena) siempre le pedimos que invente cosas nuevas, y como a ella no le gusta copiar receta de libros y poner en vitrina algo que no encuentre rico, siempre inventa algo. Por ejemplo, al tradicional brownie le dimos un toque de cardamomo y también elaboramos la versión vegana que es un hit entre nuestros clientes", agrega Andrea.
La oferta de pan también es una preocupación especial para las hermanas Alvarado. Para contar siempre con pan fresco y de diferentes variedades se asociaron con TrigoPan, panadería artesanal que elabora todos sus productos con masa madre y harinas sin aditivos. "El amasado vegano y las baguette arrasan en la semana, pero el fin de semana son furor las ciabattas de nuez, de cúrcuma y de aceituna", apunta Lorena.
Algo que sus clientes agradecen es que el local tiene el taller de pastelería a la vista. "Queríamos que nuestros clientes pudieran ser testigos del proceso de producción, y también nos preocupaba mucho que las pasteleras no estuvieran encerradas, que pudieran ver luz y compartir ellas también a través del vidrio con las personas que consumen sus pasteles. A nuestros clientes les encanta, sobre todo a los niños, que se quedan mirando encantados como trabajan las chicas", dice Macarena.
-¿Qué tan importante ha sido para el negocio estar en medio de un barrio tan residencial?
-Macarena: Las tres estudiamos en un colegio que está a dos cuadras del local, y ahora vivimos todas en el radio. Amamos el barrio y sentíamos de guata que ahí teníamos que empezar. El barrio ha crecido mucho en el último tiempo, y pese a que es un barrio tradicional, donde vive mucha gente mayor, cada vez hay más jóvenes que llegan a vivir aquí con sus hijos chicos, lo que lo hace muy atractivo para locales pequeños como el nuestro.



"Cada vez hay más jóvenes que llegan a vivir aquí con sus hijos chicos", Macarena Alvarado.


Las hermanas Alvarado en su local de Sucre con Lyon.

Las hermanas Alvarado en su local de Sucre con Lyon.

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