"Las Rosas Chicas" dejaron la grande con sus empanadas

Fueron reconocidos como el negocio que tiene la mejor receta de todo Santiago

Desde que el Círculo de Cronistas Gastronómicos de Chile los premió, han pasado de vender 300 unidades a más de mil en un día de semana.  

Ciro Colombara C. 

Las cosas han estado bien movidas en la Panadería y Pastelería Las Rosas Chicas. Es que desde que se conoció, a fines de agosto, que este negocio era el que elaboraba la mejor empanada de Santiago, las ventas se pegaron un enorme salto. ¿Cuán grande? De las 300 o 400 que producen en un día de semana normal se vieron obligados a subir hasta casi las 1.000 unidades luego del reconocimiento que les entregó el Círculo de Cronistas Gastronómicos de Chile. "Estamos muy contentos por este premio y lo sentimos como un espaldarazo a todos los que trabajamos aquí, por la dedicación que se pone en cada uno de los aspectos del negocio", dice Irma Navarro, su administradora.
-No es fácil dar en el gusto a los especialistas. ¿Por qué creen que lograron tan buena aceptación?
-Si hablamos de los ingredientes, todo es de primer nivel y hay mucho cuidado en la preparación. Nosotros compramos la carne en trozos y la molemos, no usamos carne picada. Dos veces a la semana nos abastecemos de aceitunas y solo de primera selección. También compramos dos veces a la semana los huevos. Nada se almacena por muchos días.
Junto con lo anterior, hay que destacar el trabajo de nuestros maestros, gente que está hace mucho tiempo en la amasandería y le pone mucho cariño a su trabajo. Son ocho los maestros que elaboran las empanadas, a los que se suma otro más los días domingos, en media jornada. Son ellos los que logran dar con una masa tan especial y sabrosa.
Navarro agrega que ella forma parte de este grupo de empleados que por muchos años ha permanecido en Las Rosas Chicas (Avenida Luis Pasteur 6577). "Yo llegué al negocio a los 14 años, eso sí al local que está en calle Brasil y que tiene más de 100 años de historia. Más o menos hace 40 años los dueños -la familia Alvariño- decidieron abrir una sucursal en Vitacura y la señora de uno de los hijos del fundador, Celia Vidal, me pidió que me viniera con ella para ayudarla a levantar este negocio. Todos ellos son excelentes personas y me siento muy cómoda trabajando acá, a pesar de que mis hijos a veces me dicen que está bueno ya, que debería dedicarme a descansar".
-¿Cómo recuerda esos primeros años en un nuevo local?
-Partimos en un local chiquito y con el paso del tiempo nos fuimos ampliando a los negocios aledaños. Tuvimos que trabajar duro para darnos a conocer y captar a la clientela. Yo creo que un elemento que ayudó fue que tanto la señora Celia como yo siempre hemos sido muy detallistas, preocupándonos de estar encima de todos los aspectos del negocio. También escuchamos cada uno de los comentarios de los clientes. Si alguien dice, por ejemplo, que un pastel que compró estaba demasiado seco, averiguamos qué pasó en las labores de producción, si hay algún error o problema y nos esforzamos por solucionarlo. Eso es muy apreciado por las personas y tal vez influye también en el resultado de cada uno de nuestros productos, como por ejemplo las empanadas.
-A propósito de empanadas y la cercanía del 18, ¿van a tener algún horario especial para las Fiestas Patrias?
-Durante los días previos mantendremos el horario. El sábado 17, eso sí, vamos a trabajar en horario continuado. Yo creo que ese día va a ser el más fuerte en demanda, ya que tanto el domingo como el lunes mantendremos cerrado el negocio.

Condimento bueno: los maestros le ponen mucho cariño a su trabajo.

Irma Navarro: "Siempre hemos sido muy detallistas".