El esfuerzo de este comerciante dio grandes frutos

Fue premiado por Banigualdad

Hace ya casi 13 años transformó el antejardín de su casa en un negocio que bautizó como Verdulería Yarelita.  

Ciro Colombara C. 

Si se trata de frutas y verduras a Miguel Ángel Cuevas no le vienen con cuentos. Él forma parte de ese selecto grupo de comerciantes que pueden decir con propiedad que han estado ligados casi toda su vida a ese rubro, y nada menos que en uno de sus grandes epicentros: la Vega Central. "Yo llegué a trabajar ahí a los once años, me llevaron mis hermanos mayores. Por un lado, me tiraba el tema del comercio y, por otro, era una forma de aportar con dinero para la casa. Ahí hice todo tipo de pegas: fui embalador, bodeguero, cargador, entre otras cosas", recuerda.
Uno de los grandes proyectos que rondó por años en la cabeza de este microempresario era tener su propio local, algo que finalmente pudo concretar hace casi 13 años. "Funciona en el que era el antejardín de la casa y se llama Yarelita. Le puse así por una nieta que acababa de nacer en ese entonces. He tenido que esforzarme mucho por hacerlo crecer, imagínese que cuando partí tenía solamente un par de cajones con productos".
-¿En qué áreas del negocio ha aplicado toda su experiencia?
-En varias. Por ejemplo, como conozco muy bien el rubro, cuando voy a hacer las compras sé elegir perfectamente los productos de mayor calidad, lo que se traduce en que mi clientela puede estar segura que aquí encuentra solamente cosas de primer nivel. Otro punto importante son los buenos precios, que obtengo gracias a que les compro a los mismos patrones a los que les trabajaba en la Vega y que siempre me hacen alguna atención.
Miguel Ángel Cuevas dice que los conocimientos con los que no contaba ha podido adquirirlos gracias al apoyo que le ha entregado la Fundación Banigualdad. "Ellos llegaron a esta zona de Renca hace un tiempo explicando que su trabajo era apoyar a los microempresarios. A mí me pareció que había que aprovechar su ayuda y reuní a un grupo de comerciantes para poder optar así a los créditos que entregan. Se trata de dinero que, en mi caso, ha sido muy útil para comprar más mercadería y seguir creciendo. A la vez, nos han enseñado a profesionalizar el negocio, a llevar libros de compra y de ventas, a estar pendientes de cada uno de los detalles del día al día".
La historia de esfuerzo de Miguel Ángel Cuevas fue premiada hace dos semanas por Banigualdad, como parte de su concurso "Cumple tu Sueño 2014", en donde destacó a los cinco mejores microempresarios de la fundación. "Estoy feliz por el reconocimiento y también por el premio, un millón de pesos. Fue como un regalito de Navidad anticipado, algo que me cae del cielo para seguir avanzando con el negocio".
-¿Ya tiene algún proyecto en mente?
-Uno siempre tiene que estar mejorando su servicio y tratando de ofrecer la mayor cantidad de productos. Junto a las frutas y verduras, tengo algunas cosas de otros rubros como algunas bebidas gaseosas, huevos y legumbres. También hago bolsitas con verduras picadas porque sé que a la gente le gusta comer ensaladas pero a veces no tiene mucho tiempo para prepararlas.

 

"Cuando partí tenía un par de cajones con productos"
Miguel Ángel Cuevas

De a poco, el negocio se ha ido profesionalizando.

Cuevas recibió un premio de un millón de pesos.