La Tostaduría Pedrero da muy buenos frutos

Hace tres años que Arturo Bravo y sus hijas abrieron este negocio

La gran mayoría de los productos que comercializan los envasan ellos mismos, por razones higiénicas y de practicidad en la venta.  

Ciro Colombara C. 

Nada mejor que hacer negocios con la familia. Esa es una de las máximas de Arturo Bravo, emprendedor que hace tres años abrió en la comuna de San Joaquín la Tostaduría Pedrero (Avenida Vicuña Mackenna 5559, fono 27550701), donde trabaja junto a sus dos hijas, Clara y Carla. "El rubro es bien conocido para mí ya que por años me he dedicado al mayoreo de estos productos. Si bien antes tuve dos negocios, no funcionaron porque me faltó encontrar gente de confianza. Es muy difícil controlar el movimiento de las compras, el inventario, etc., si uno no cuenta con un sistema computacional y depende solo de las personas. Por eso, cuando mis hijas crecieron, decidí partir con la tostaduría. Diría que ellas son la base del emprendimiento", comenta Bravo.
Pequeños y coloridos paquetes, de 250 gramos, medio kilo y un kilo, entre otros, se apilan en perfecto orden en las diversas estanterías de este local. "Cada una de las cosas que vendemos las envasamos nosotros. Ese es el principal formato de venta que, entre otras cosas, es más higiénico. Cuando partimos teníamos todo a granel, un sistema que además demoraba mucho los pedidos de la clientela. Junto a cada paquete está su respectivo precio, para que la persona sepa de inmediato cuál es su valor y no se tope con sorpresas cuando va a pagar, cosa que a veces ocurre en otros lugares", agrega.
Frutas secas, aliños, algunas especias naturales, gran variedad de maní -por ejemplo con merkén o confitado con sésamo, además del llamado maní japonés- y una bebida clásica como Sorbete Letelier forman parte de los productos más demandados en la Tostaduría Pedrero. "Se percibe una tendencia hacia lo natural y eso hace que mantengamos una buena rotación durante todo el año, no solo en la época invernal. Respecto al Sorbete Letelier, los más adultos se alegran mucho de encontrarla, se les vienen a la cabeza recuerdos de infancia y se la dan a probar a sus hijos", dice Bravo.
-A propósito de eso, ¿qué tipo de clientela llega al negocio?
-Gente de todas las edades. Ahora, hay ciertos productos que principalmente los piden los mayores, como es el caso del café de higo y el de malta. Si bien su demanda es un poco lenta, hay que tenerlos dentro del stock. Pasa lo mismo con la harina tostada, que en general la llevan personas que fueron criadas en el sur.

"Hay una tendencia hacia lo natural que ayuda mucho a nuestras ventas", dicen estos comerciantes.