Una dupla con gran barra propia en San Miguel
La gente celebró la creatividad del nombre "Mary con Juan"
Llevan diez años al frente de un negocio que se identificaba mucho con los antiguos dueños. Lo solucionaron con un simple juego de palabras.
Fecha de publicación
2014-01-06
Escrito por
Roberto Riveros J.
El arte del marketing y la publicidad a veces halla ejemplos de innegable efectividad, bastante lejos de las costosas agencias o el academicismo de las aulas. Para ello, basta con darse una vuelta por San Miguel, comuna donde los almacenes y botillerías dicen presente en cada cuadra y esquina, con un sinfín de negocios atendidos por sus propios dueños, y donde diferenciarse y resaltar, puede ser tan difícil como valioso.
A este desafío se enfrentaron hace diez años Juan Barriga y Mary Adasme, quienes en su flamante botillería ubicada en Varas Mena 661, esquina Esmeralda, necesitaban hacerse conocidos en el barrio y de paso, borrar de la memoria de los vecinos el nombre del anterior negocio que allí existía.
"Estábamos mi cuñado, Juan y yo, conversando sobre cómo hacer que los clientes nos identificaran y no nos siguieran llamando con el nombre que tenía la esquina antes, porque la gente seguía preguntando por los antiguos dueños. Entonces hablando y hablando, de repente, salió la solución: le pusimos a la botillería Mary con Juan".
Así fue como el bautismo realizado hace una década, todavía rinde dividendos, pues de inmediato se hicieron famosos en el barrio y mucho más allá. "Le preguntaban a Juan si de verdad era homosexual. Los autos paraban y se sacaban fotos frente al negocio, las suben a Internet. Un chico hasta ganó un premio por el nombre más divertido de una botillería".
-¿Dio resultado el juego de palabras?
-Por supuesto. Nadie se acordó nunca más de cómo se llamaba el local antes.
-¿Y cómo se toma las bromas?
-Juan: no hay problemas, soy bien machito y ella lo sabe (ríe señalando con la boca a Mary, con quien lleva junto 26 años y tienen una hija).
Ante el comentario, Mary agrega entre risas: "Mire si más encima es medio lacho. A las lolitas bonitas que vienen a comprar corre a atenderlas y las trata como reinas, pero cuando llegan unas viejitas las atiende ahí nomás".
Bien rudo salió en todo caso Juan Barriga, que a lo héroe de acción, le ha puesto el pecho a las balas frente a los asaltos que han sufrido en el correr de los años. "Nos han asaltado varias veces. A Mary le han puesto la pistola en la cabeza y yo tengo un balazo en la pierna. Hay que tener coraje para seguir en el mesón".
La gente se baja de los autos para tomarse fotos por el nombre del local.
La pareja ha tenido que enfrentar varios asaltos en estos años.