Decoró su negocio y lo dejó...como viejo

Minimarket "La Pulpería" le rinde un homenaje al pasado

Este local, ubicado en pleno centro histórico de Santiago, no solo destaca por su diseño sino también por su variedad de atractivos productos importados.  

Fecha de publicación

2013-11-25

Escrito por

Ciro Colombara C. 
El 21 de diciembre del año pasado Víctor Araya dio un brusco giro en su vida profesional. Atrás dejó años de trabajo como diseñador gráfico en una agencia de publicidad, dando paso a su veta de comerciante. ¿Su nueva "oficina"? Un pequeño negocio ubicado en calle Teatinos 380, en pleno centro histórico de Santiago. "Son solamente 41 metros cuadrados, un espacio que además era usado como bodega. Fue un gran desafío instalarme ya que lo tuve que rehacer entero, ponerle piso, imprimir algunas gráficas para colocar en la pared, además de mandar a hacer todos los muebles a la medida para aprovechar al máximo el espacio y darle el concepto que tenía en mente", cuenta.
Gracias a todo su esfuerzo y dedicación finalmente pudo dejar este local como nuevo...o más bien como viejo ya que su idea fue rescatar la estética clásica del Santiago que existió hace ya un par de siglos. "De ahí su nombre, minimarket La Pulpería, una propuesta especial y que sin duda marca la diferencia con el resto de los negocios del sector. Su mobiliario y algunos adornos -como por ejemplo una pesa- de inmediato trasladan a la gente al pasado".
-¿De dónde viene este interés por homenajear el pasado?
-Desde muy chico me ha gustado ese tipo de estética, lo que en parte tiene que ver con que mi familia es del norte y mis abuelos trabajaron en pulperías, que eran lugares asociados a las salitreras y en donde los empleados pagaban con fichas que les daba la empresa los productos que compraban en ellas. Era un concepto que me resultaba familiar y que encontré bonito tratar de llevar al negocio.
Pero no solo el look de "La Pulpería" es lo que llama la atención de la clientela sino también su variado stock, donde destacan colaciones envasadas, sándwiches, empanadas y una serie de masas dulces. "Junto con eso, mi sello está en una serie de productos importados como chocolates de origen español, turco o argentino, entre otros.
También tenemos bebidas clásicas de EE.UU. como la Coca-Cola Cherry, Crush de Uva, Dr. Pepper y Mountain Dew, junto con aguas con Aloe Vera como las de marca Elisha. Eso me ha permitido captar una gran cantidad de clientes, gente que se sienta atraída por productos con cierto valor agregado y que agradece a la vez que su precio sea bien conveniente".
-¿Qué estrategias has utilizado para dar a conocer el negocio?
-Yo creo que es posible sacarle harto provecho a las redes sociales para dar a conocer una actividad comercial. Para mí, Facebook ha sido una herramienta muy útil ya que ahí publico las promociones del día, respondo consultas e incluso recibo algunos encargos, por ejemplo de personas que me piden que les guarde un almuerzo o algo de pan. (www.facebook.com/LaPulperia/Minimarket). Ahí tengo también fotos de los productos que voy incorporando al local, lo que es un buen gancho. Algo similar hago en Instagram.
  "Mis abuelos trabajaron en una pulpería", dice Víctor.

"Mis abuelos trabajaron en una pulpería", dice Víctor.

La fachada del negocio llama la atención en el barrio.

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