La chocolatería fina es para todos

"Angeli" es un negocio que partió hace dos años en la comuna de San Miguel

María Cristina Fuentes y su socia Ángela Fuentes quieren que la gente deje de comer sucedáneos y prefiera los elaborados con cacao.  

Ciro Colombara C. 

Hace ya dos años que el proyecto que esbozó la ingeniera comercial María Cristina Fuentes se hizo realidad. En algunos papeles había tirado líneas sobre algunos de sus elementos principales: dar a conocer a la gente productos elaborados con cacao puro (no sucedáneos), enfocarse en chocolates finos y montar un negocio en un sector donde este nicho no estuviera desarrollado.
Todo ello es posible encontrarlo en la Chocolatería Angeli (Gran Avenida José Miguel Carrera 5940, Local E, San Miguel), donde María Cristina unió fuerzas con una socia, la maestra chocolatera Ángela Fuentes. "Cuando estábamos analizando en qué lugar poner la tienda, pensamos que irnos al barrio alto era ser uno más dentro de una gran oferta. Por eso la idea de buscar otras zonas y San Miguel nos pareció la adecuada. Es una comuna residencial, que ha ido creciendo bastante. Tiene un gran movimiento de personas", explica Fuentes.
-¿Y cómo ha sido la evolución del negocio y de sus consumidores en este tiempo?
-Cuando recién abrimos, a la mayoría de las personas había que explicarles la diferencia entre un chocolate de verdad y un sucedáneo. En la actualidad es muy distinto, la gente ya tiene sus preferencias muy claras, están mucho más informadas sobre las propiedades del cacao, por ejemplo. ¿Qué falta? El segundo paso es ahora que identifiquen bien las diferencias de sabores entre un producto con 75% de cacao o de 32%. Hay muchos que llegan diciendo que quieren el porcentaje más alto posible, pero cuando les digo que eso significa que van a probar algo muy amargo, se echan para atrás.
-¿Cuáles son sus principales líneas de productos?
-Uno bien atractivo son las paletas que hacemos con diseños y figuras especiales para todo tipo de fechas especiales, como Halloween. Están también los turrones, que son chocolates que vienen con distintas cosas como por ejemplo avellanas, limón, coco y almendras. Hay una gran variedad de trufas con distintos sabores y por supuesto que la chocolatería fina, que es nuestro fuerte. Elaboramos productos desde 100% cacao hacia abajo.
-¿Han aumentado las ocasiones de consumo en el último tiempo, en el sentido de no considerarlo solamente como un regalo?
-En fechas especiales el chocolate es uno de los principales regalos, pero ahora vemos que la gente compra para comerlo en el día a día. Sí hay cambios de hábito en este sentido. También la gente agradece que uno trabaje productos especiales, como son las variedades orgánicas y los elaborados con sucralosa.
En cuanto a los proyectos, María Cristina Fuentes cuenta que por un lado pasan por ir aumentando la oferta, "en cuanto a variedades y sabores. Eso es algo que cualquier negocio debe tener presente. Por otra parte, queremos también ir creciendo en sucursales, abarcando más comunas para que todos tengan acceso al cacao. En ese sentido, nuestra estrategia sería la misma que con este local, en el sentido de llegar a sectores donde no haya competencia, abrir allí el nicho de la chocolatería fina".

El cacao puro juega un rol fundamental.

María Cristina y Ángela Fuentes buscaron sectores no tradicionales para su local.