Los desafíos detrás de la nueva ley de etiquetado

Debe ir acompañada de otras medidas que la refuercen

Achipia trabaja diversas iniciativas en conjunto con organismos públicos para instalar en ellos variables de calidad e inocuidad.  

Ciro Colombara C. 

En la discusión sobre la nueva Ley de Composición Nutricional de los Alimentos y su Publicidad, que entra en vigencia el 27 de junio de este año, algunos de los datos que se pusieron sobre la mesa se relacionaban con las tasas sobrepeso y obesidad infantil, "que alcanzan el 23,5% y del 10,23% para niños menores de seis años, respectivamente", comenta Michel Leporati, secretario ejecutivo de la Agencia Chilena para la Inocuidad y Calidad Alimentaria, (Achipia).
Este organismo participó durante todo el 2014 y el 2015 en la mesa técnica que convocó la subsecretaría de salud pública del ministerio de Salud, "aportando con los antecedentes técnicos y la experticia de nuestros profesionales para alcanzar una propuesta que equilibrara de forma correcta las necesidades de salud pública que motivaron esta adecuación normativa y los legítimos intereses de la industria, en términos de resguardar en ese escenario un ambiente propicio para su desarrollo competitivo", agrega.
-Desde su perspectiva, ¿qué otras iniciativas deben acompañar la nueva ley para lograr un cambio de hábitos de las personas?
-Si una nueva normativa no va acompañada de un conjunto de otras medidas que cambien de un punto de vista cultural los hábitos de alimentación, difícilmente el sólo hecho de dar mejor información en el rotulado o disminuir la exposición a la publicidad logre el efecto deseado y en plazos adecuados. Debemos avanzar hacia un cambio cultural y ello implica generar distintas políticas públicas, planes y programas.
Profundizando lo anterior, Michel Leporati explica que como agencia están trabajando en un conjunto de medidas orientadas a dejar instalada en la institucionalidad pública las variables de calidad e inocuidad que permitan incluir esos elementos como parte fundamental de la oferta pública. "Un ejemplo es el trabajo conjunto con Sence y ChileValora para ajustar su oferta de capacitación laboral en el área de alimentos. Otra cosa es lo que estamos haciendo con el Sistema Elige Vivir Sano, para establecer un convenio de colaboración que permita llegar con información oportuna y clara a los consumidores, a través de plataformas tecnológicas".
-¿Y hay alguna iniciativa que apunte a las mipymes que elaboran alimentos?
-Junto a otros organismos, firmamos un convenio que dio origen a los Acuerdos de Producción Limpia de Alimentos Saludables (APLAS), cuyo objetivo es la disminución progresiva de nutrientes críticos en esas empresas productoras de alimentos. Los rubros y territorios que cubre dicha iniciativa son cecinas en la región del Biobío, lácteos (quesos) en las regiones de La Araucanía y Biobío, conservas de fruta en las regiones del Maule y del Libertador General Bernardo O'Higgins y conservas de hortalizas -pastas y encurtidos- en esas mismas zonas.
Leporati comenta que la primera medida que considera dicho trabajo son los diagnósticos sectoriales o del rubro mencionado, entregando una caracterización de las brechas productivas, económicas, ambientales, sanitarias y sociales que presentan. "Dicho diagnóstico sirve de base para la construcción de una propuesta de Acuerdo de Producción Limpia en Alimentos Saludables, Posteriormente viene la puesta en marcha del APLAS, a través de los instrumentos que los servicios de fomento productivo tienen para ello".

Por sí solo, es difícil que el nuevo rotulado genere un profundo cambio de hábitos de alimentación.

Leporati dice que hay un apoyo a las pequeñas empresas que se verán afectadas por la nueva ley.