Carritos O Km. ayudarán a combatir la sed en Santiago

40 comerciantes recibieron esta vital herramienta para vender jugos en la comuna

Gran parte del monto para financiar este proyecto corrió por cuenta de Fosis.  

Ciro Colombara C. 

Nuevecitos y de paquete. Tal como decían, con tono bien latino en Sábado Gigante, así lucían los 40 carritos para venta de jugos que ocuparon parte de la Plaza de Armas de Santiago el miércoles pasado. Los esperaban ansiosos un grupo de comerciantes ambulantes que gracias a un trabajo conjunto entre varias instituciones -públicas y privadas- pudieron formalizarse y obtener un permiso que les permitirá ayudar a combatir la sed en el centro de la comuna.
Andrés Santander, director Ejecutivo del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis), detalla que en esta iniciativa participaron junto a la municipalidad de Santiago, "con el objetivo de poder dignificar ese trabajo y a la vez lograr que sea mejor para la gran cantidad de gente que compra los jugos porque estamos hablando de carritos que cumplen con todas las normas sanitarias. También es importante mencionar a estudiantes de la carrera de diseño del Duoc, porque ellos fueron quienes los diseñaron".
Santander agrega que el monto involucrado fue de 45 millones de pesos, "con un aporte del 10% por parte de la municipalidad y el resto del Fosis. Ahora, aquí no estamos hablando solo de dinero para la construcción de los carritos sino también de una capacitación y de acompañamiento para que pudieran obtener sus permisos y trabajar en la calle cumpliendo toda la normativa legal".
Del total de comerciantes favorecidos, la gran mayoría es extranjero, como por ejemplo Víctor Chinchay, que llegó desde Perú en 1998 y llevaba ocho años trabajando como ambulante. "Estoy muy agradecido de poder contar ahora con un permiso y tener un carro nuevo porque así voy a poder estar en la calle trabajando tranquilamente, sin preocuparme de si va a llegar Carabineros. Voy a estar instalado en Ahumada a la altura del 252 con mi carro, ofreciendo jugos a todo el que lo desee, con el equipamiento y la higiene necesaria para prestar el mejor servicio".
Otra de las favorecidas es la colombiana Carmen Eliana, quien llevaba cuatro años como ambulante dedicada a la venta de jugos. "Hasta hace algún tiempo, en Santiago no se veía gente vendiendo jugos, todo era gaseosas. En gran parte, extranjeros como los colombianos somos responsables de que se haya abierto el rubro porque en nuestro país uno encuentra jugos en todas las esquinas".
-¿Está contenta con el diseño del carro?
-Sí, porque cumple con todas las características necesarias para nuestro trabajo. Lo único que nos frena un poco es que estamos autorizados a vender jugos hechos solo con cítricos. Ojalá eso se pueda modificar más adelante para ofrecer una mayor variedad, como también el que nos permitan vender frutas.

Don Víctor y su hija dicen que ahora van a poder trabajar más tranquilos.

Carmen Eliana dice que la venta de jugos en la calle la impulsaron extranjeros como ella.