Se agrupan para comprar el buen gourmet al por mayor

Grupo participa de talleres prácticos

Comunidad de 170 microempresarios participa al alero de Nodo Gourmet.  

Valentina Espejo D. 

Nodo Gourmet es una comunidad de 170 microempresarios productores de alimentos saludables, quienes se reúnen para una serie de actividades entre las que destacan capacitaciones técnicas, talleres y ruedas de negocio. Todo esto, con el objetivo de mejorar en conjunto la calidad, productividad y competitividad de sus respectivos negocios.
Para Cristián Hormazábal, director de Nodo, la gran convocatoria que ha tenido el grupo se explica porque "no sólo los empresarios gourmet, sino que todos en general, viven un poco en el aislamiento y soledad. Cuando empezó a correr la voz de que estaba creándose una comunidad prendió como pólvora y se empezó a inscribir mucha gente", cuenta.
El proyecto que cuenta con financiamiento de Corfo y es impartido por la consultora Asagrin, lo conforman en su mayoría mujeres, mayores de 35 años, y con algún grado de sofisticación en el rubro de las elaboraciones bajo la bandera de la alimentación saludable. Hay repostería, quesos, té o infusiones, cervezas artesanales, aceite de palta y de oliva, chocolates, cosmética natural, condimentos y aliños hasta vinos, entre otros.
Los talleres gratuitos que son impartidos en sedes facilitadas por las municipalidades de Providencia y La Reina, contemplan cuatro áreas de trabajo detectadas como débiles en el grupo: desarrollo de marca, estrategias comerciales, administración y certificaciones alimentarias. Su duración es de dos meses y quienes quieran participar deben incorporarse al Nodo, previa inscripción en la página http://www.nodogourmet.cl.
En el taller de desarrollo de marca, se les instruye en la nueva tendencia publicitaria, el Storytelling.
"La idea es que sepan mostrar su historia detrás del producto, transmitir lo que son como personas y, de este modo, arrastrar la compra por un contacto y un vínculo emocional, más que estar vendiendo un producto cualquiera", cuenta Hormazábal.
De igual forma, se les enseña a utilizar el recurso de internet como herramienta para su negocio. "En el tema de redes sociales algo que no realizan ni los micro ni los medios, es un seguimiento a potenciales clientes. Aquí intentamos que exploten el recurso tecnológico", agrega.
En tanto, en la capacitación de estrategias comerciales trabajan en mecanismos y opciones que les ayuden a ampliar sus canales de comercialización. "Estamos tratando de que se atrevan a diversificar canales; que tengan sus productos en tiendas especializadas y ocupen la plataforma online. En definitiva es que cedan el margen, porque los microempresarios son todo yo; yo compro la materia prima, yo proceso, yo etiqueto y yo vendo. Tienen miedo a vender a la tienda porque les va a encarecer o se les restará de su margen. Lo que hacemos es potenciar esa mentalidad empresarial", asegura Hormazábal.
En el caso del taller de certificaciones alimentarias y el de administración, los participantes aprenden a sistematizar sus procesos productivos y diagramarlos. "Los microempresarios hacen las cosas tal y como las aprendieron, pero no se detienen a documentar los procesos. En esta instancia la idea es que mejoren esos puntos críticos para optar a tener un certificado", cuenta Hormazábal.
El espacio de encuentro de los talleres además de ser gratuitos se ha prestado para instancias de estrategias colaborativas entre los participantes y ahora incluso se agrupan para abaratar costos en sus compras.
"Comprar 1.000 frascos de mermeladas hexagonales a $200 el frasco y si compran 20.000 les sale a $80 el frasco. Si se traduce en plata, por persona es un ahorro notable. Otras cosas que compran por mayor son etiquetado de los productos, creación de páginas web y videos corporativos", dice Hormazábal.

Trabajan con dos municipalidades de la capital.

La consultora Asagrin imparte la capacitación.