York, la clásica marca de helados de Valparaíso que gana terreno en otras regiones
Apuesta a los distribuidores para lograr mayor cobertura
Eduardo Sobarzo, su administrador, cuenta detalles de una historia que partió de la mano de dos dueños de botillerías sin ninguna experiencia en el rubro, que tuvo varios fracasos, y en la que Bernarbé Galindo -su tío- jugó un papel trascendental.
Fecha de publicación
2024-02-12
Escrito por
Ciro Colombara C.
"El porteño es una persona muy apegada a las
tradiciones, de hábitos muy arraigados. Es algo que se ve, por ejemplo,
en el amor que le tiene al Wanderers y también en el cariño por nuestra
marca". Según Eduardo Sobarzo, administrador de Helados York, esa es una
de las razones que le han permitido mantenerse en el mercado por nada
menos que 49 años, siempre teniendo a Valparaíso como su base de
operaciones.
Ahora, ese vínculo sentimental tiene un poderoso
respaldo en la calidad de los productos. "Siempre hemos estado
preocupados de mantener el nivel de los helados. De hecho, trabajamos
con los mismos proveedores desde el inicio y muchos adultos, al tomarse
un helado, dicen que es igual al que compraban cuando eran chicos. El
sabor es el mismo, lo único que ha cambiado un poco es el dulzor. Por el
tema de los sellos de los alimentos, nos acomodamos a las exigencias".
La
historia de esta tradicional fábrica de la zona de Playa Ancha partió
de la mano de dos dueños de botillerías: Hugo Bensa y Carlos Pérez. "El
primero hizo un mal negocio y le terminaron pagando con mil kilos de
leche. Como no sabía qué hacer con ese producto, le preguntó a su amigo
Bernabé Galindo -mi tío, que trabajaba como vendedor de Bresler-, quien
le dijo que fabricara helados y que él se los podía vender. Se
entusiasmó con la idea, hasta que se dio la oportunidad de comprar
maquinaria del rubro. Bensa y Pérez se instalaron en una fábrica que no
estaba funcionando, llamada Helados Torino, y ahí partió todo. Eso sí,
al tiempo después cada uno tomó su propio camino, se separaron porque
les fue mal", cuenta Eduardo Sobarzo.
Los años siguientes
estuvieron llenos de malas noticias para ambos exsocios. "Por una parte,
Hugo Bensa puso en 1974 su propia fábrica, que bautizó como Helados
York, nombre que se relaciona con sus constantes viajes a Nueva York.
Como a él no le gustaba el invierno, pasaba una parte del año en Chile y
otra en esa ciudad de Estados Unidos. Cada vez que viajaba, le dejaba
el negocio encargado a un familiar, pero cuando volvía siempre lo
encontraba con problemas económicos. Por su parte, Carlos Pérez también
siguió en el rubro y en un momento le pidió a mi tío Bernabé que se
hiciera cargo. Si bien él no estaba muy convencido, al final aceptó.
¿Qué pasó? No les fue bien".
Sobarzo agrega que esa estrategia les permite lograr
que la marca se haga conocida y tenga presencia en otras zonas del país.
"Mi gran objetivo es posicionarla, nada más. Que el que venga después
de mí se encargue de expandirla porque ahora no contamos con los medios
para dicha tarea".
Sobarzo agrega que partiendo la década de los
80 viene un gran hito para Helados York. "Hugo Bensa, cansado de que sus
familiares manejaran mal el negocio, pensó que la única persona que
podía sacarlo adelante era mi tío Bernabé y lo buscó para que se quedara
a cargo. Desde que él tomó las riendas, la fábrica empezó a surgir. Él,
de hecho, implementó una serie de cambios que fueron muy positivos y la
marca empezó a despegar sobre todo por el boca a boca. El año 2016, en
tanto, llegué yo a la empresa".
De leche y de fruta
Dos
son las grandes líneas de productos de Helados York: las paletas de
frutas y las de leche. "En general, nosotros somos bien clásicos al
hablar de los sabores. En cuanto a la primera línea, hay cuatro sabores
que son fijos: piña, naranja, limón y frambuesa. Los otros dos van
rotando y ahí está, por ejemplo, manzana. A la vez, hay algunos sabores
que probamos por el verano como maracuyá y uva. En el caso de las
paletas de leche, los más tradicionales son vainilla, chocolate,
frutilla, lúcuma y manjar. Hay otros que vamos rotando entre semanas o
meses, como por ejemplo coco, chirimoya o pasas al ron", detalla Eduardo
Sobarzo.
La ilustración que tienen los envases de sus helados, de una niña es tan clásica como sus sabores.
"Esa
niña que aparece ahí es la hija de Hugo Bensa. Originalmente, era como
una joven hippie, pero fue mutando la imagen, mi tío la cambió y se ha
mantenido así por muchos años. Es algo que sin duda todos reconocen".
"Hay que buscar nuevas formas de llegar a los clientes"
Una
de las más recientes iniciativas de Helados York fue la apertura de un
e-Commerce (https://heladosyork.cl/ https://acortar.link/Qhe6gp), donde
ofrecen cajas de 50 y 65 helados, además de algunos accesorios como
poleras estampadas.
"Abrimos esta tienda virtual el año pasado,
con la idea de mantenernos a la vanguardia e ir a la par de la evolución
de la sociedad y la forma de comprar. Tienes que pensar que la mayoría
de los vendedores que ves en las calles son personas de edad, que llevan
muchos años en el rubro. Es difícil que veas aun muchacho con su cajita
vendiendo helados. De cierta manera, es algo que está destinado a morir
y en función de eso buscamos una estrategia para poder llegar al
cliente final".
¿Cuál es la evaluación que hacen de esa estrategia?
"Estamos
despachando a algunas comunas de Valparaíso y a cuatro comunas de
Santiago. Creo que ha sido un gran acierto y que nos hemos podido
manejar. Eso sí, no ha sido fácil el proceso porque la gente está un
poco complicada y a veces muy exigente. Hay personas que compran una
caja de helados y prácticamente se creen dueñas del vehículo que anda
repartiendo".
Un salto a otras regiones del país
La
temporada 2016-2017 fue complicada para Helados York porque el clima les
jugó una mala pasada. "El verano fue súper helado, lo que dificultó las
ventas. De hecho, tuve que parar turnos en la fábrica, entre otras
medidas, para poder hacerle frente a la situación. Fue ahí cuando pensé
que había que expandir el mercado, un proyecto que ha dado sus frutos ya
que hoy estamos también en Santiago, Rancagua, Talca, Concepción y
estamos entrando a Chillán", cuenta Eduardo Sobarzo.
¿Esto lo hacen principalmente a través de distribuidores?
"Sí, es algo que hemos podido hacer gracias a una serie de distribuidores".
¿Y qué requisitos tienen que cumplir las personas o empresas que quieran distribuir los Helados York?
"No
me gusta trabajar con empresas, porque en general eso significa poner a
disposición de ellas gran parte de la producción. Por ejemplo, el año
antepasado obtuvimos la certificación HACCP, lo que significa que
podemos entrar donde queramos con los productos. Aun así, no nos
interesa estar en los supermercados porque trabajan con tu plata, piden
una serie de requisitos y, a la vez, uno termina poniendo los huevos en
una misma canasta. Nosotros apostamos más bien por personas que quieran
emprender y salir adelante, entre ellos la señora o señor del almacén.
Yo creo que es un negocio atractivo, ofrecemos un buen margen de
ganancias".
Sobarzo agrega que esa estrategia les permite lograr
que la marca se haga conocida y tenga presencia en otras zonas del país.
"Mi gran objetivo es posicionarla, nada más. Que el que venga después
de mí se encargue de expandirla porque ahora no contamos con los medios
para dicha tarea".
Eduardo Sobarzo comentó que trabajan con los mismos proveedores de antaño.
El fuerte son las paletas de fruta y de leche.