La administración del Terminal Pesquero pasa a manos de sus locatarios
Luego de expirar una concesión de 20 años que tuvo la Fundación Mercamar
Henie Bustos, presidenta de la Asociación Gremial de Comerciantes de Productos del Mar (AGC Chile), cuenta que en una primera etapa su foco estará puesto en temas como seguridad, aseo y mejora de la infraestructura.
Fecha de publicación
2023-10-23
Escrito por
Ciro Colombara C.
"Aspiramos a contar con un Terminal Pesquero 2.0, y quienes mejor conocen este recinto son sus comerciantes, locatarios y empresarios de distinto tamaño". Esas fueron parte de las palabras de la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, durante una actividad realizada el pasado 7 de octubre y que marcó un nuevo hito para el mayor centro de venta y distribución de productos del mar del país.
Luego de expirar la concesión que por 20 años tuvo la Fundación Mercamar y el operador TPM S.A., dicho ministerio decidió entregar su administración a la Asociación Gremial de Comerciantes de Productos del Mar, AGC Chile, conformada por 180 asociados que realizan distintos tipos de trabajos al interior del mercado.
Su presidenta, Henie Bustos, habla de un muy mal manejo por parte de ese concesionario. "La califico como una administración nefasta porque no cubría las necesidades de los locatarios. Hubo muchos vicios y abusos en estos años, como por ejemplo aumentos en los aranceles de los arriendos, algo que no estaba regulado. Con el paso del tiempo el Terminal quedó estancado, no hubo reinversión ni promoción. Además, la relación entre el operador y los locatarios ya no existía. De hecho, nuestra asociación había cortado las conversaciones con ellos hace más de dos años".
Bustos comenta que hace más de un año se acercaron al ministerio de Bienes Nacionales y que luego de un par de meses comenzaron como asociación a trabajar en un proyecto de mejora del mercado. "Tuvimos muy buena recepción y fue así como a principios de octubre nos entregaron un permiso provisorio de ocupación -de seis meses, renovables luego por un periodo similar- que nos permite llevar a cabo una marcha blanca para estabilizar el recinto. Lo que hicimos fue conformar un equipo administrativo que se encarga del manejo del Terminal y que toma decisiones en conjunto con Bienes Nacionales, ya que se trata de una administración público-privada. ¿Por qué? Hay que tener en cuenta que este inmueble es del Fisco. Contamos, a la vez, con una serie de asesores externos, como por ejemplo algunos veedores enviados por el ministerio de Economía, junto con el apoyo de un estudio jurídico".
¿Cuáles son las principales cosas que quieren arreglar o corregir en esta primera etapa?
"Hemos definido tres puntos críticos, que son seguridad, aseo -que incluye la parte medioambiental- e infraestructura, porque quedó bastante dañada. En cuanto a la seguridad, ya hicimos un cambio en la empresa encargada de esta tarea y en pocas semanas se ha visto un gran cambio. Hay un mayor control de ingreso, por ejemplo prohibiendo la entrada de vehículos que no tengan patente y estamos trabajando de forma bien coordinada con Carabineros. Nuestro terminal sufría con la delincuencia y afortunadamente, con las modificaciones que ya empezamos a implementar, las cosas han estado más tranquilas".
Respecto de la higiene, Henie Bustos comenta que contrataron una empresa de aseo industrial y que están probando varios líquidos para minimizar los malos olores, teniendo como meta que desparezcan completamente. "Es distinto que en el ambiente haya olor a pescado fresco que tener olor a descomposición, algo que se generaba con el mal trabajo que se hacía antes. A la vez, estamos en conversaciones con algunos ingenieros medioambientales para empezar a trabajar con programas de medio ambiente".
¿Y qué proyectos tienen a mediano y largo plazo?
"Que el Terminal Pesquero se convierta en un polo gastronómico y turístico. Tenemos planificada la construcción de varias cocinerías y de un patio de comida que nos permita recibir a una gran cantidad de visitantes. Además, se podrían hacer alianzas con Sernatur para atraer turistas. En otro ámbito, tenemos el proyecto de construir más naves (galpones donde se comercializan los productos de mar), para proveer más puestos de trabajo".
Primeros pasos
Gloria Arenas lleva 18 años trabajando en el Terminal Pesquero. Primero lo hacía con su esposo, pero debido a algunos problemas de salud que tuvo, él decidió cambiar de rubro y ahora el local 105 lo atiende junto a su hijo. Cuenta que se siente muy orgullosa de que ahora el recinto sea manejado por los comerciantes que tanto tiempo han pasado en él. "Esta es como nuestra segunda casa y así la vamos a cuidar. Luchamos harto para llegar hasta este momento y ahora es una realidad".
Arenas agrega que, si bien muchas personas estaban contra la administración anterior, tampoco estaban convencidos de que un cambio de mano fuera a hacer mucha diferencia. "Pero en estas semanas han visto que efectivamente han cambiado algunas cosas y también se han informado sobre los proyectos que se quieren realizar. Por lo mismo, ahora noto acá un ambiente distinto, la gente está contenta y espero que sigan confiando en nosotros para poder avanzar incluso más rápido".
En cuanto a los principales temas a resolver, Gloria Arenas dice que uno de gran relevancia es la infraestructura. "Hace falta pintar y también mejorar un poco la iluminación. En cuanto a la seguridad, desde el primer día ha sido una de las prioridades de la nueva administración y ya ha habido avances. Por lo mismo, ahora hay que invitar a la gente a venir al Terminal Pesquero y estamos estimulando eso con una acción bien concreta. Se hizo una rebaja en el valor de ingreso al mercado, pasando de $4.000 a $2.000. Esa tarifa les afectaba sobre todo a los locatarios minoristas porque era un precio bastante caro para quienes querían venían a comprar pescados y mariscos para llevar a sus casas".
¿Y qué planes le gustaría que se concretaran a mediano o largo plazo?
"Que el Terminal Pesquero se convierta en una atracción turística, que vengan familias de todo Chile y también de otros países a pasear y a comer acá. Ya tenemos cocinerías, pero además están las instalaciones de un restaurante que tal vez se podría habilitar nuevamente para recibir a las personas".
Un sueño similar es el que tiene Miguel González, del local 75. "La gran ventaja que tenemos es que acá siempre hay productos frescos, una gran variedad, y claro que me gustaría que nos convirtiéramos en un polo gastronómico. Como también es importante promover el consumo de productos del mar, se podrían organizar jornadas para que vinieran colegios y así hablarles de la importancia de comer pescados y mariscos, junto con enseñarles sobre la gran cantidad de recursos que hay en Chile. De todas maneras, hay que ir paso a paso y lo primero es ordenar bien la casa para luego recibir visitas".
¿Y cómo evalúa esos primeros pasos?
"Tenemos gran esperanza de que ahora nos vaya mejor, haciendo por ejemplo los arreglos que nunca se hicieron. Veo interés por solucionar problemas como la mala distribución de los locales, la basura y los estacionamientos, entre otros. Más adelante, ojalá que se pueda cumplir el sueño que tenemos como comerciantes de ser dueños de los locales, como ha pasado en otros recintos. Yo llevo más de 40 años en el rubro, me vine del antiguo terminal de Balmaceda para acá y el tener la propiedad sería como una recompensa para tantos años de trabajo, me permitiría dejar algo como herencia".
136 locales y una venta semanal de 1.600 toneladas de productos de mar
Balmaceda, Ricardo Cumming y Yungay. Esas eran las calles que circundaban el antiguo Terminal Pesquero Metropolitano, recinto que funcionó en dicha zona hasta mediados de la década de 1990.
Gracias a una donación que hizo el gobierno japonés de la época (año 1994), se comenzó la construcción de un nuevo recinto en un terreno perteneciente al ministerio de Bienes Nacionales en Avenida Américo Vespucio 1.500, comuna de Lo Espejo, que comenzó a operar en 1996.
Según detalla Henie Bustos, "en la actualidad, en el sector mayorista, el mercado cuenta con 112 locales formales.
En la parte minorista, en tanto, estamos en 24 locales. Además, hay tres cocinerías, dos plantas de hielo y una planta de proceso".
Como una forma de graficar el peso que tiene el Terminal, la dirigente explica que "semanalmente se transan en él cerca de 400 toneladas de mariscos y aproximadamente 1.200 toneladas de pescados".
"Hubo muchos vicios y abusos en estos años", se lamentó Henie Bustos, entre sus colegas del Terminal.
Gloria Arenas atiende el puesto 105 junto con su hijo.
Miguel González aspira a que el terminal se convierta en polo gastronómico.