Farmacias de barrio se fijan mucho en el aseo personal

Esa categoría les reporta buenas ventas

Productos como desodorantes, jabones y shampoo son un gancho y ayudan a gatillar otras ventas en estos negocios cuyo vínculo con los vecinos es muy parecido al que tienen otros pequeños comercios.  

Ciro Colombara C. 

Si bien por la cantidad de locales que tienen y la constante publicidad que hacen pareciera que el mercado de las farmacias lo conforman solamente tres grandes cadenas, en Chile hay una gran cantidad de farmacias independientes insertas en los barrios y que prestan un importante servicio a la comunidad. Su vínculo con los vecinos es muy parecido al que tienen otros pequeños negocios gracias a una cuidada y cercana atención.
Según explica Rosa Ibaceta, dueña de la farmacia Blanco (Hamburgo 1065, Ñuñoa) el rol que cumplen es mucho mayor al de las grandes cadenas. "Ahí lo único que les interesa es que la gente circule rápido para poder atender más y más. Lamentablemente hace algunas décadas se eliminó la llamada ley del circuito, que decía que no podía haber una farmacia a una cierta cantidad de cuadras de otra, y eso generó su crecimiento. Lo que se ha perdió este último tiempo es el contacto más estrecho con la gente. Yo manejo esta farmacia hace más de 30 años así que conozco bien a gran parte de mi clientela, los medicamentos que pueden tomar y también los que no según sus enfermedades".
Andrés Montes, dueño de la farmacia Montes (Seminario 505) también destaca el papel que juegan en el mercado. "Primero que todo, son atendidas por un farmacéutico, que en general es su dueño y eso representa una ayuda importante porque estamos en un negocio donde el cliente no tiene la razón, donde muchas veces necesita una guía u orientación. Un independiente tiene también la libertad para comprar el tipo de productos y la cantidad que quiera, junto con proponer un precio distinto. Como ahora se ha revitalizado la vida de barrio, yo creo que la gente valora el trabajo de las farmacias independientes. A eso se suma que no hay una buena imagen asociada a las grandes cadenas":
-Además de los medicamentos, ¿qué otras líneas de productos trabajan?
-Todo lo relacionado con perfumería, que representa un porcentaje interesante de nuestras ventas totales, alrededor de un 35%. Aquí destacan sobre todo algunos productos de aseo personal como shampoo, jabones o corta uñas. Hay que decir que este tipo de productos tienen un margen de ganancias mayor al de los medicamentos.
Otra farmacia en la que el rubro perfumería juega un papel importante es Roesar, fundada el 2005 y ubicada en pleno barrio Bellavista (Pío Nono 165). La administradora de este negocio familiar, Rosita Espinoza, cuenta que "en un año normal, sin estallido social ni pandemia, representa alrededor de un 40% de las ventas. Estamos en un sector con muchos restaurantes y pubs y quienes atienden necesitan cuidar mucho su presentación personal. Son nuestros clientes frecuentes y nos compran una serie de artículos de aseo, sobre todo desodorantes. Tomando en cuenta que por acá circula también mucho turista, ofrecemos algunos artículos electrónicos como cargadores de celulares. Con esta crisis, en todo caso, y el poco movimiento en las calles, hoy es lo que menos vendemos".
-¿Son también un buen gancho para atraer gente a la farmacia?
-Efectivamente. El cliente viene por un desodorante y se encuentra con otros productos que le interesan y se los lleva. Eso es beneficios para nosotros porque aumenta el ticket de compra. Hay que decir que en estos últimos meses la venta ha bajado mucho porque el movimiento es muy poco por este sector. Tuvimos un par de semanas con cuarentena en Providencia y ahora poco a poco la gente está volviendo a salir.
El caso de la farmacia Blanco es distinto. Tal como explica Rosa Ibaceta, la parte perfumería representa entre un 20% y un 25% de las ventas. "Aquí tenemos productos como shampoo, jabones y desodorantes. Yo lo veo como algo complementario y casi como un servicio a nuestra clientela, que se suma a productos como confites, algo de chocolates y otros como pinches. En cierto modo somos como los bazares antiguos y tratamos de tener de todo un poco porque la gente llega pidiendo las cosas más variadas".
Problemas de stock
En estos últimos dos meses, mantener un adecuado stock de productos no ha sido fácil para Andrés Montes. "Tanto la parte medicamentos como perfumería ha estado complicada, por la disponibilidad que hay en los proveedores y también por ciertas dificultades para moverse y distribuir. Por suerte, hace poco la situación mejoró bastante. De todas maneras eso ha significado para mí buscar nuevos proveedores, algo que si bien hacemos constantemente por la contingencia tuvimos que programarlo de forma obligada".
En la farmacia Roesar, en tanto, cuentan que los problemas de abastecimiento se han dado en artículos de altísima demanda como mascarillas y vacunas contras la influenza. "En la parte perfumería no hemos tenido mayores problemas. Se trata de productos que mostraron una baja en las ventas este último tiempo y tanto los proveedores como distribuidores mantienen suficiente stock guardado", explica Rosita Espinoza.
Rosa Ibaceta, dueña de la farmacia Blanco, dice que cuando comenzó la emergencia sanitaria tuvieron problemas de abastecimiento, algo que ha cambiado estas últimas semanas. "Si bien no puedo decir que esté todo normal, hay tiempos de demora que son tolerables y que nos permiten seguir trabajando sin mayores complicaciones".
-A propósito de a emergencia, ¿ha hecho algunos cambios en su horario?
-Sí, estoy atendiendo en un horario bien reducido, que va desde las 12 a las 17 horas. Si bien son solamente cinco horas de trabajo el ritmo es intenso porque hay una demanda muy concentrada. La verdad es que me agotaría seguir atendiendo por más horas. A la vez, mi familia me pide que me cuide, yo tengo 71 años así que formo parte del grupo de riesgo, a pesar de que soy bastante sana. Acá en la farmacia estamos con bastantes medidas para protegernos, atendemos con mascarillas y guantes, limpiamos constantemente con cloro el local e instalamos unas pantallas protectoras en el mesón.
El horario de atención en la farmacia Roesar es bastante más extendido. "Estamos abiertos de lunes a domingo entre las 9:30 y las 18 horas", cuenta Rosita Espinoza.
-¿Y qué elementos los distingue y ayuda a mantener una fiel clientela?
-Nuestra política ha sido siempre el bajo costo, constantemente estamos tratando que los precios sean competitivos. Es algo que cuesta bastante porque somos una pequeña empresa y en comparación a las grandes cadenas los precios a los que compramos son altos. También tratamos de distinguirnos con la atención y entregando asesoría a los clientes -en la medida que se pueda- gracias a los años de experiencia de nuestro químico y de nuestra auxiliar de farmacia. A la vez, nos hemos preocupado de reinventarnos, por ejemplo con presencia en las principales redes sociales y con una página web con venta online" (https://bit.ly/2xb657w/).
Sobre este último punto, Andrés Montes, de la farmacia Montes, comenta que "hay un lema que dice que la honestidad no tiene competencia, por ahí va nuestro sello. No solo se trata de tener precios bajos sino también de indicar con honestidad, no vender lo que una persona no necesita ni tampoco prometer cosas que no se van a lograr con un medicamento".

"Hace más de 30 años que manejo este negocio y conozco bien a gran parte de mi clientela", ?Rosa Ibaceta.  

"El rubro perfumería representa alrededor de un 35% de las ventas", Andrés Montes.

"La atención personalizada es algo que nos distingue", Rosita Espinoza.

 

"Hace más de 30 años que manejo este negocio y conozco bien a gran parte de mi clientela". ?Rosa Ibaceta

"El rubro perfumería representa alrededor de un 35% de las ventas". Andrés Montes

"La atención personalizada es algo que nos distingue". Rosita Espinoza