El mercado chileno se puso extra virgen

Esta variedad de aceite de oliva es la que más se produce y consume

En la última década la producción creció de 6.000 a 22.000 toneladas. A ese dato se suma el creciente interés de los consumidores por la categoría, algo que ha impulsado a dos profesionales a lanzar en los próximos meses la Guía Oliva.

Fecha de publicación

2019-07-22

Escrito por

Ciro Colombara C.

La Región Metropolitana, la del Maule y la de O'Higgins son las principales zonas productivas del aceite de oliva, uno de los tantos productos que llegaron a Chile y a otros países de América como parte de la conquista española. Entre esas tres regiones concentran el 79% de la superficie plantada de olivos, que alcanza un total de 25.000 hectáreas. "Se trata de zonas que poseen el clima mediterráneo que reúne todas las condiciones óptimas para el cultivo", comenta Pamela González, jefa de proyectos de la Asociación de Productores de Aceite de Oliva (ChileOliva). Esta profesional agrega que las proyecciones estiman que se podría llegar a 30.000 hectáreas plantadas para el año 2025, entregando siempre un producto de primer nivel. "Chile destaca en el mundo por su calidad, obteniendo destacados premios en concursos internacionales de la categoría. Tenemos la fortuna de contar con los mejores aceites extra virgen".
-¿Los consumidores tienen bastante conocimiento sobre las características de los aceites de oliva y de sus distintas variedades?
-El consumidor ha ido conociendo con el tiempo las propiedades del aceite de oliva extra virgen. Poco a poco ha comenzado también a distinguir que existen diferentes categorías y en esa tarea estamos actualmente, difundiendo este tipo información. El paso posterior es que puedan diferenciar una variedad de otra para utilizarlas en distintas preparaciones.
-¿Y cuáles son las principales variedades que se cultivan en el país?
-Son variedades que provienen de países del mediterráneo, principalmente Italia, España y Grecia. La principal es Arbequina, que abarca el 57% de la superficie plantada de olivos, seguida por Arbosana (20%), un par de variedades italianas como Frantoio y Leccino (10%) y otras con menor superficie de plantación como Picual, Koroneiki y Coratina.
Sobre las características de las dos principales variedades, Pamela González explica que Arbequina es de origen español y produce un aceite de excelente calidad, "de intensidad ligera -picante y amargo-, con notas aromáticas frutales y frescas. Arbosana también es de origen español y produce aceites de excelente calidad, aromáticos, de intensidad media a alta en amargor y picante. Tienen notas aromáticas frutales como manzana, almendra y plátano".
De acuerdo a información de ChileOliva (https://bit.ly/2O4Gtko), durante el 2018 la producción de aceite de oliva alcanzó 22.000 toneladas, una cifra que habla de la evolución de la categoría en nuestro país ya que diez años antes (2008) la producción alcanzó 6.000 toneladas y cinco años antes (2013) fue de 15.000 toneladas.
Una guía de aceites
Alicia Moya y Carola Dummer tienen un destacado curriculum. Son catadoras de aceite de oliva, jurados internacionales de este producto y están trabajando en la primera guía de aceites de oliva extra virgen en Chile, que esperan publicar en el mes de octubre. Tal como explica Moya, "los consumidores tienen muy poco conocimiento sobre este producto y sus variedades, mucho menos de maridaje. Hay conceptos errados sobre calidad, poca educación y difusión sobre el tema, panorama que explica en parte el gran objetivo de Guía Oliva 2019. Está hecha y pensada para el consumidor, con un vocabulario simple, explicando por ejemplo la diferencia entre un "blend" o un mono varietal, las diferentes categorías y en qué fijarse a la hora de comprar".
Carola Dummer complementa lo anterior diciendo que esperan que la publicación se transforme en una herramienta útil tanto para el consumidor inicial como para las personas que ya saben un poco más sobre la categoría. "En sus páginas podrán encontrar una gama de aceites diferentes que les permitirá ir enriqueciendo su biblioteca sensorial. La guía será una vitrina para todos los aceites de oliva extra virgen que se venden en Chile, ya sean de producción nacional o extranjeros".
-Según su experiencia como catadoras, ¿cuál es el nivel de los aceites de oliva nacionales?
-En general tienen un buen nivel. Sin embargo, aún queda mucho por desarrollar en esta industria que es muy nueva. Podemos avanzar, por ejemplo, en la medida que el consumidor vaya conociendo más y exigiendo a las marcas un mayor desarrollo de la oferta. Además, se trata de un producto "vivo", que va perdiendo sus cualidades y atributos durante el año, entonces es importante que las empresas chequeen la evolución de sus aceites y los puntos de venta se preocupen más de la conservación de las botellas en exhibición.
-Más del 90% de la producción nacional de aceites de oliva es extra virgen. ¿Qué caracteriza a este tipo de aceites?
-El extra virgen es el de mayor calidad. Estamos hablando del jugo natural de la oliva puro y natural, en su máxima y mejor expresión. Son aceites que no tienen ningún "daño", ni defectos de ningún tipo y, por lo mismo, son también los más caros de producir y de comprar. Se diferencian de la categoría virgen en que ésta es un poco más permisiva en relación a algunos estándares, como la acidez libre o la presencia de algunos defectos en el aceite.
Variada oferta
Almazán es un emporio gourmet que levantó sus cortinas en marzo de 2016 en la comuna de Providencia (https://bit.ly/2JEKojA). Dentro de su catálogo, los aceites de oliva juegan un relevante papel, tal como explica una de sus dueñas, Carolina Gidi. "Es que estamos hablando de productos que son saludables y la gente cada vez busca más ese tipo de opciones para llevar a casa. Nuestra demanda ha aumentado el último tiempo, al igual que la cantidad de marcas que ofrecemos".
-¿Y qué tendencias se ven en la categoría?
-Mayor oferta de especialidades. Me refiero, por ejemplo, a aceites de oliva que vienen con algunas hierbas o especias y cuyas mezclas de sabores los hacen ideales para distintos tipos de recetas. Una de las marcas que trabajamos es Deleyda, que tiene variedades como merkén, albahaca y ajo.
-¿El consumidor valora el trabajo que hacen marcas pequeñas?
-Sí, hay harta búsqueda de aceites elaborados por pequeños productores. El mercado de lo artesanal está tomando mayor peso ya que los consumidores valoran la cosecha manual y el tema sustentable. Hoy no solamente es importante la marca, también lo es el productor.
El aumento en el consumo de aceites de oliva ha diversificado también la oferta de formatos. Tal como explica Carolina Gidi, "en Almazán tenemos productos que vienen en botellas de 250 ml., de 500 ml. y también en bidones de tres y de cinco litros. Este último ha entrado con buena demanda ya que es un formato conveniente".
-¿Piensan seguir sumando marcas a corto plazo?
-Claro que sí, constantemente estamos en busca de nuevos proveedores. Como hay un mayor conocimiento sobre las características y propiedades del aceite de oliva, día a día hay gente que lo va sumando a su dieta y es necesario ofrecerle un amplio abanico de alternativas para satisfacer sus necesidades.