Clásicos juguetes dan un golpe en el mercado

En los últimos años han recuperado protagonismo

Hay talleres artesanales que se especializan en productos como caballos balancines, palitroques y camiones. Ellos comparten espacio en negocios del rubro con juguetes importados también hechos de madera.  

Ciro Colombara C. 

Comenzó el mes más juguetón del año, que contagia con su espíritu infantil a todo el comercio. Los niños se vuelven grandes protagonistas y, como no basta solo un día para celebrarlos, en todas partes los negocios mantienen en vitrina sus coloridas novedades y también los románticos clásicos.
Maderas Rivera es una de las empresas que se especializa en rescatar las tradiciones (https://www.maderasrivera.cl) y lleva más de cuatro décadas fabricando en su taller -donde trabajan 18 personas- juguetes que estimulan la imaginación. Sobre la realidad de esta categoría, Hernán Rivera, su dueño, dice que han notado una bajada en las ventas. "Es que hay productos que poco a poco han ido desapareciendo. Antes, por ejemplo, se vendían muchos carretes de volantines pero como había gente que usaba hilo curado se fueron poniendo restricciones. Los trompos y emboques ya casi no los usan los niños y nosotros los fabricamos a pedido porque a veces los piden como regalo publicitario para alguna empresa. De todas maneras, hay juguetes que mantienen una buena demanda como los camiones de madera o el caballito balancín".
Un panorama distinto es el que muestra Enrique Palma quien, junto a su señora Ana María Cariola, desde 1995 están detrás del taller artesanal Mundo Madera. "Creemos que se trata de un mercado en alza, los juguetes de madera son más que una moda. Hay una serie de nuevas tendencias que los impulsan y en el área educativa hay sistemas como Montessori y Waldorf que trabajan con mucho material de madera. Nosotros, de hecho, no solo vendemos directamente a las personas sino que fabricamos juguetes y otros materiales para colegios y jardines infantiles".
También hablan de buenos resultados los hermanos Alejandro y Hernán Cuevas, dueños de la juguetería Rincón Infantil (https://www.rinconinfantil.cl). "Vemos un crecimiento paulatino el último tiempo, cada vez la gente los está buscando más. En los últimos tres años, por ejemplo, las ventas en el negocio han subido cerca de un 25% anual".
-¿Cuáles son los elementos que más se valoran de los juguetes de madera?
-El ser ecológicos y también su larga vida útil ya que si son bien cuidados pueden traspasarse de generación en generación. En nuestra tienda es posible encontrar juguetes importados y otros de origen nacional porque nos interesa apoyar a los productores.
Hernán Rivera, en tanto, comenta que el gran factor diferenciador y que atrae a la clientela es la factura artesanal. "La madera pasa por varios procesos y manos antes de convertirse en un juguete. Hay hartas personas que, con su labor, les van poniendo su respectivo sello al tornear la madera, barnizarla o pintarla. Nosotros usamos principalmente pino para fabricar los juguetes, que son bien distintos a los que vienen de afuera, de China por ejemplo. En general, ellos hacen juguetes más pequeños y usan procesos industriales sin preocuparse demasiado por los detalles o las terminaciones".
Sobre este punto, Enrique Palma concuerda en que el principal valor está en el trabajo artesanal. "Si bien las distintas piezas son similares, cada una es única, hecha con mucho cuidado y amor. No podemos hablar de una industria nacional de juguetes de madera porque somos pocos artesanos los que estamos en el rubro. A la vez, hay mucho producto importado, por ejemplo de China y Tailandia. ¿Qué nos diferencia? Nosotros nos preocupamos mucho de los procesos y la seguridad de los niños. Para los juguetes usamos anilinas al agua para colorearlos, no hay ningún producto tóxico. Además, trabajamos solo maderas de bosques renovables o maderas recicladas como roble y raulí, junto con tableros de pino y de terciado".
-¿Cuáles son los juguetes más clásicos que fabrican?
-Los caballitos balancines, cunitas, carros y coches. Hacemos un montón de productos y cuesta acordarse de todos. En la página web https://www.mundomadera.cl está el catálogo completo de productos.
En Maderas Rivera mencionan también el caballo balancín junto a los palitroques, columpios, camiones, paletas de playa y cabeza de caballo. "Tenemos una larga tradición fabricando este tipo de juguetes y esperamos seguir haciéndolos por muchos años más".
Todo tipo de padres
Los juguetes de madera no solo se asocian a los nostálgicos adultos sino que también tienen mucha aceptación en las nuevas generaciones de padres. Tal como explica Hernán Cuevas, de la juguetería Rincón Infantil, "aquí recibimos a un público bien variado. Llegan padres jóvenes que buscan juguetes para estimular la creatividad de sus hijos y también clientes de mayor edad que ya son abuelos y andan buscando juguetes para compartir con sus nietos y darles la posibilidad de jugar con las mismas cosas que ellos tenían".
Hernán Rivera plantea que el elemento común de quienes van a Maderas Rivera es la valoración por el trabajo artesanal. "Se trata de gente joven, de adultos y también de adultos mayores. Algunos de ellos, incluso, no llegan para comprar algo para sus hijos o nietos sino más bien para tener en su casa algunos juguetes como adornos. Es que les recuerdan su infancia".
-¿La demanda es pareja entre juguetes para niñas y niños?
-Sí, no hay mayores diferencias. Si bien hay ciertos productos que tradicionalmente se han considerado más para un sexo, la mayoría de los productos de madera gustan tanto a niños como niñas. Ambos juegan con los palitroques o usan los columpios.
Una opinión similar tiene Enrique Palma, quien explica que "en Mundo Madera hay una demanda bien pareja" y agrega que "tenemos juguetes para un rango etario bien amplio. Nuestro público va desde bebés de seis meses hasta niños hasta los siete años".
En la juguetería Rincón Infantil, Alejandro Cuevas explica que no debiera haber diferencias de género con los juguetes. "Creemos que una niña pude jugar a creerse bombero o cargar camiones, al igual que un niño puede jugar a la cocina. Nos interesa eliminar esas barreras y así se lo hacemos notar a los clientes. Lo mismo en el caso de los colores, si a un niño le gusta un juguete rosado no hay ningún problema en que se lo lleve".
Su hermano Hernán agrega que cuentan con un amplio stock de productos, con rangos de precios que van desde los $1.000 a $100.000. "Junto con la gran variedad, nos caracterizamos por ser una de las pocas jugueterías enfocadas en productos de madera. A la vez, tenemos una buena mezcla entre clásicos -como los palitroques y caballitos- e innovaciones. ¿Cuáles son las más recientes novedades? Hay hartos juguetes de cocina, como alimentos y utensilios, para que puedan divertirse e imaginarse que son unos mini chefs. También destacan unas pistas de trenes y otros con un objetivo más didáctico como los Memorice. Es que, junto con entretenerlos, los juguetes ayudan a los niños a desarrollar su motricidad, entre otras cosas".
Respecto a la demanda durante el año, Hernán Rivera explica que la Navidad es la que anota los mejores resultados. "Estos últimos años hay algunas fechas especiales que se han ido perdiendo, como por ejemplo Fiestas Patrias, donde antiguamente se vendían muchos carretes para volantines y emboques. Las vacaciones de verano también han ido perdiendo relevancia, en el sentido que la gente está comprando paletas de playa que vienen de China".
En Mundo Madera también explican que la Navidad concentra las mayores ventas de sus juguetes. "Como llevamos casi 18 años en el mercado ya tenemos una fiel clientela que nos visita. Si bien cuando partimos distribuíamos a algunas jugueterías, finalmente decidimos concentrarnos en la venta directa en nuestro taller. Nos gusta el contacto directo con las personas. Por otra parte, trabajamos hace harto tiempo con establecimientos educacionales".

Los dueños de Mundo Madera cuentan que trabajan mucho con colegios y jardines infantiles.

"Nuestras ventas han subido un 25%", dicen los hermanos Alejandro y Hernán Cuevas.

Los juegos que incluyen alimentos y artículos de cocina tienen gran demanda.

"Nuestros clientes valoran el trabajo artesanal", explica Hernán Rivera.