Nuevas botellas se abren camino en el mercado

Se trata de vinos elaborados por pequeños productores

Estos productos cautivan a un público que busca sorprenderse con nuevas cepas, mezclas y métodos de elaboración.  

Ciro Colombara C. 

No tienen grandes producciones ni cientos de empleados, tampoco millonarios recursos para campañas de publicidad ni extensos terrenos para plantar. Eso no significa, en todo caso, que los vinos que elaboran no tengan altos estándares de calidad ni puedan competir frente a las principales etiquetas del mercado. Todo lo contrario, porque detrás de los llamados vinos de autor está la mano de experimentados enólogos y un creciente número de consumidores interesados en ir más allá de la tradicional oferta que se comercializa en supermercados, botillerías y tiendas especializadas.
Un buen ejemplo es el de Tinta Tinto (http://www.tintatinto.cl), proyecto que comenzó el 2010 el enólogo Roberto Carrancá junto a su familia en el balneario de Algarrobo, luego de trabajar cerca de 18 años en reconocidas viñas. "Si bien no se puede decir que todo el público esté buscando propuestas nuevas, sí hay un grupo de aficionados y amantes del vino que lo están haciendo, tal vez cansados de la industrialización y la uniformidad que lamentablemente hoy impera en el mercado".
Otro representante de este segmento es la viña García+Schwaderer. Allí, uno de sus fundadores, el enólogo Felipe García, comenta que en los últimos años se han ido abriendo ciertos espacios para dar a conocer las propuestas de pequeños productores. "Te puedo mencionar, por ejemplo, varios bares de vinos y tiendas especializadas en distintas comunas de Santiago. En regiones también podemos encontrar algunos negocios que los incorporan y restaurantes que los buscan para ponerlos en sus cartas. Ahora, obviamente que falta seguir profundizando en este tema".
Frente a dicho panorama, una estrategia de gran relevancia es la asociatividad. Según detalla Roberto Carrancá, "es súper importante participar y expresarse, para tener de alguna manera una masa crítica y una fuerza común para apalancar todos los esfuerzos. Nosotros no pertenecemos a ninguna asociación gremial pero sí tenemos hartos vínculos con restaurantes y tiendas de la zona. Tratamos de ir encadenándonos en ese sentido para que la propuesta local sea más valiosa".
El caso de García+Schwaderer es distinto ya que son una de las viñas fundadoras del Movimiento de Viñateros Independientes (MOVI). "Partimos el 2009, con 12 miembros y con el objetivo de poder darnos a conocer tanto en Chile como en el extranjero a pesar de contar con muy pocos recursos. En estos años pudimos crear una categoría que no existía antes, la del vino chileno premium. También hemos empujado para que la gente se dé cuenta que nuestras propuestas son distintas a las de las clásicas marcas del mercado y que se le puede dar un toque más entretenido a la industria. En el camino se han ido sumando nuevas viñas y hoy contamos con 32 socios", dice García.
Una oferta distinta
Un Syrah del Valle de Casablanca y un Cabernet Sauvignon de La Pintana. Esos son los dos vinos con los que cuenta Tinta Tinto, a los que se sumará durante el verano de 2017 un Pinot Noir. "En cuanto a nuestra producción, queremos llegar a las 8 mil o 9 mil botellas al año pero no más que eso. Pasa que nosotros somos una viña garaje, elaboramos los vinos en nuestra propia casa y sin el apoyo de ninguna maquinaria eléctrica. Todo es artesanal, incluso las etiquetas son pintadas y escritas a mano", comenta Carrancá.
En García+Schwaderer, en tanto, elaboran nueve vinos. Entre ellos hay un Carignan de El Maule, un Sauvignon Blanc que se fermenta en barrica y un vino llamado Facundo, que mezcla no solo variedades de cepas sino también valles, como Itata, Maule y Colchagua. "Nuestra producción llega a las 78 mil botellas al año y, como viña, nos caracterizamos por elaborar productos basados en nuestros gustos, trabajar con injertos, con parras viejas poniendo en el mercado propuestas fuera de lo tradicional que se ve en el mercado", comenta Felipe García (http://www.garciaschwaderer.cl).
Respecto a los próximos pasos de la industria vitivinícola en Chile, Roberto Carrancá cree que la especialización es el futuro. "Eso significa especializarse en algunas cepas, en algún sistema de elaboración o en ciertos estilos de vino. Con el tiempo debiésemos dejar atrás la actual etapa de la mega uniformización, donde todos los vinos son iguales ya que están primando las decisiones económicas frente a las estilísticas o enológicas, y entrar a una etapa en que se valorará las cosas más naturales y hechas a escala humana".
Una importante vitrina
Comercial Kaltwasser. Ese es el nombre de una distribuidora creada a fines de 2014 con el propósito de ayudar a pequeños productores que no tienen la posibilidad de darse a conocer a un público masivo. Su dueño, Waldo Kaltwasser, cuenta que el emprendimiento partió al conocer a los miembros de la Cooperativa Vitivinícola Loncomilla, de la región de El Maule. "Les comenté que podía apoyarlos y abrirles algunos espacios en el mercado. Ellos creyeron en mí y estoy muy agradecido de esa confianza. Me concentro, entonces, en comercializar a negocios y también consumidor final sus distintas líneas de vinos. Operamos principalmente a través de internet. La página web es http://www.coka.cl y nos pueden también ubicar en el Facebook Comercial Kaltwasser".
-¿Cuáles son las principales características de las marcas que ofreces?
-Una de las líneas que trabajo se llama Kimche y son vinos reserva. Está también País Mágico, que son vinos elaborados con uva país, donde te puedo nombrar por ejemplo un Late Harvest que llama mucho la atención. Otra línea es la orgánica, bajo la marca Testigo, formada por un Merlot y un Cabernet Sauvignon. A ellas se suma Invicto, marca de vinos desalcoholizados.

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Al rescate de viñedos centenarios


En el mes de marzo se puso en marcha una iniciativa que cuenta con la participación de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la U. de Chile y la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y que mediante un detallado catastro de los viñedos del Valle de Itata permitirá determinar -entre otras cosas- qué tipo de cepas existen en la zona y cuáles tienen mayor valor patrimonial, ya sea por ser únicas o muy antiguas. Como hace notar Héctor Echeverría, director de FIA, este proyecto considera la aplicación de imágenes multiespectrales, "que son tomas aéreas que se realizarán en ese valle y que permitirán determinar índices productivos, ayudando a definir perfiles de productores por zonas edafoclimáticas homogéneas. De esta manera, se podrán clasificar zonas productivas de acuerdo a su potencial enológico y así plantar la cepa adecuada en el suelo que mejor responde a sus necesidades de desarrollo".
-¿Cuál es el impacto que podría tener para los pequeños agricultores del Valle de Itata el descubrimiento viñedos de gran antigüedad?
-En un mercado tan diverso como el del vino chileno, la posibilidad de crear productos con historia, con identidad y con tradición es un nicho de mercado por el que apostamos para revalorizar el trabajo de pequeños agricultores a través de la innovación.

"Se han ido abriendo espacios en distintos negocios para mostrar nuestros productos", comenta García.

Roberto Carrancá trabaja con toda la familia en su viña garaje.

Esta es parte de la oferta que distribuye Comercial Kaltwasser.