El campo lució en la capital la selección de su generosa oferta
Cuatro historias de microempresarios de la Expo Mundo Rural
La muestra agrícola no solo fue una instancia para conocer nuevos productos sino también para descubrir las historias de vida de esforzados e innovadores artesanos y pequeños agricultores.
Fecha de publicación
2015-11-23
Escrito por
Ciro Colombara C.
El Parque Alberto Hurtado lució la semana pasada más colorido que nunca. Este pulmón verde de la comuna de La Reina se llenó de plantas, frutas, flores y hortalizas, al igual que de artesanías, vinos, licores, cosméticos y alimentos procesados, como parte de la 17 versión de la Expo Mundo Rural.
Esta feria, organizada por el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), cerró con muy buenas cifras; con la presencia de 175 expositores de las más variadas zonas del país y una amplia oferta campesina que totalizó más de 1.000 productos.
Tan destacadas como ese resultado son las historias detrás de quienes los elaboran, pequeños agricultores y artesanos que han apostado por el emprendimiento como una manera de mejorar su calidad de vida y la de sus familias, rescatar antiguas tradiciones y también potenciar productos tradicionales del país.
Una historia digna de envasar -tal como sus mermeladas- es la de Ana María Tapia, flamante miembro de la tercera edad, oriunda de la Región de Arica y Parinacota, cantante aficionada y emprendedora por gusto, pero también por necesidad. "Yo trabajé 45 años como educadora y diría que alfabeticé a más de 25 mil personas, entre niños y adultos, trabajando en la ciudad y en el campo. Todo el mundo me conoce allá como la Tía Ana María y por eso decidí bautizar así mi negocio cuando partí, hace ya seis años. Como había recibido unas tierras, por herencia, pensé que podía plantar algunas cosas y elaborar distintos alimentos con ellas. A eso hay que sumarle que me había jubilado y con 150 mil pesos como pensión no podía vivir, necesitaba seguir trabajando".
Diversas hierbas, porotos pallares y mermeladas conforman del amplio catálogo que mostró en la Expo Mundo Rural. "Estas últimas llaman harto la atención porque las hago de mango, guayaba, tumbo, alcayota nuez, locoto y maracuyá. Mis formatos de venta son de 250 gramos y 500 gramos. Ahora estoy pensando hacer una mermelada de porotos pallares, creo que quedaría muy rica", cuenta Tapia.
-¿Cómo evalúa su experiencia como microempresaria?
-Muy bien, si de hecho he obtenido algunos reconocimientos. En un concurso organizado a nivel nacional por un banco, donde participaron más de 20 mil personas, obtuve el cuarto lugar. Si bien estaba contenta, igual fui a hablar con el gerente para preguntarle por qué no había sacado el primer o segundo puesto porque mi historia de vida es como una novela (risas). Me dijo que esa ocasión era la primera en la que participaban jóvenes y los habían priorizado".
Para Ana María, el haber participado en la Expo Mundo Rural es un privilegio ya que le permitió dar a conocer sus mermeladas a un público que no está habituado a variedades como tumbo o locoto. "Por eso me gusta que tengan la posibilidad de probarlas, de conocer nuevos sabores. Al igual que a los maridos, a la clientela se la conquista por el estómago".
Otra historia destacada viene de la Región del Bíobío, de la mano de Carlos Carrasco, creador de Vinos Don Goyo, emprendimiento gracias al cual está siguiendo la tradición de la familia de su señora. "Yo me dedicada al rubro del transporte, pero desde que me compré una parcela comencé a elaborar vinos y también espumantes. Partí hace ya seis años y este trabajo lo he hecho con mucha dedicación y amor, creo que esa es la fórmula para obtener buenos resultados. A la vez, es necesario generar propuestas novedosas, no hay que quedarse dormido en los laureles".
Este viñatero agrega que constantemente está en la búsqueda de nuevos productos. "Un ejemplo es un espumante que en lugar de fermentarlo con azúcar lo fermenté en miel, obteniendo muy buenos comentarios. Para la Expo traje otro producto muy atractivo, el primer espumante del Valle de Itata, hecho con uva moscatel de Alejandría. Es un brut con doble fermentación que se llama BrutAll y que mantiene toda la esencia y el sabor de este tipo de uva. Ese es el elemento que lo destaca".
-¿Cree que la gente está buscando propuestas más allá de las tradicionales que hacen las grandes viñas del mercado?
-Hoy la gente está buscando cosas distintas, tiende hacia lo más frutal, natural y orgánico. Poco a poco se van dejando de lado los vinos que van en una sola línea, que son muy planos y difíciles de diferenciar. También veo que hay un interés por probar cepas que no se conocían mucho, como es el caso de la cinsault, la moscatel de Alejandría o la cepa país. En ese sentido, se busca lo que es más autóctono y original.
Marcando la diferencia
Lo que para muchos sonaba como algo raro, a Luis Escalante le pareció una excelente oportunidad de negocios. Es que tener el rótulo de productor de miel del desierto de San Pedro de Atacama sin duda es un nicho muy interesante y trae una serie de ventajas al momento de acercarse a los consumidores. Junto con ello vienen también una serie de dificultades, tal como explica este microempresario, "porque hay un problema mundial con las colmenas, se están despoblando, así que todos los años hay que ir rehaciéndolas para empezar casi de cero. Otro elemento que limita es el clima, mucho calor en el día y frío en la noche, al igual que la poca floración. Eso hace que la producción no sea tan abundante como la que se da en el sur. En un buen año podemos llegar a 500 kilos".
-¿Qué lo lleva a interesarse en este rubro si hay hartas dificultades?
-Siento mucho cariño por esta actividad. Yo comencé hace 15 años como apicultor aficionado y hace diez que decidí montar este negocio, Apícola Checkar, porque confío en la calidad del producto y buena recepción en la gente. La miel de San Pedro de Atacama no tiene esos cristales duros de la miel sureña ni el olor a cera o resina. Es muy suave y rica. A la vez, su proceso de elaboración es muy natural, no se usan pesticidas ni ningún tipo de químicos.
Junto con lo anterior, Luis Escalante comenta que ha recibido apoyo de diversos organismos públicos, entre los que menciona Corfo, Indap y Sercotec, al igual que algunas mineras privadas. "Gracias a eso he podido, por ejemplo, construir e implementar la sala de cosecha. Hoy trabajo con mi señora e hijas, yo me dedico a la producción de miel y mi señora a subproductos como bálsamos labiales en base a cera de abeja y miel, shampoo y jabones. Como la miel es antibacterial, es muy útil ya que humecta y limpia la piel de buena manera. De esa forma nos hemos diversificado y le vamos sacando el máximo provecho a la producción que tenemos".
Tan llamativa como la miel nortina son los productos de Tosta Chanco, empresa de la Región del Maule que puso el ojo en algunas algas como el cochayuyo. Tal como cuenta su dueña, Lilian Sepúlveda, "nuestro catálogo es bien grande. Por un lado elaboramos harinas de diversos cereales y por otro trabajamos el cochayuyo dando vida a variedades bien novedosas como un snack crocante, café y cochayuyo al vapor, entre otros".
Esta microempresaria explica que le interesa marcar la diferencia en el mercado con productos innovadores y además saludables. "Todo el mundo sabe que el cochayuyo es rico en yodo, calcio y fibra, entre muchas otras cosas. Ahora, la realidad es que pocos lo consumen porque tiene un sabor intenso. Gracias a mis productos espero aportar a que esa situación cambie porque son agradables al paladar, vienen en formatos que son fáciles de llevar a cualquier lado, además de ser simples y rápidos de preparar. Acompañan muy bien, por ejemplo, ensaladas y sopas".
Oriunda de Constitución, los últimos años de esta microempresaria no hay sido fáciles ya que el terremoto y tsunami del 2010 golpearon fuerte su casa y su negocio. "De un minuto a otro todo cambió. Antes de pensar en levantar mi casa pensé que tenía que poner en pie nuevamente mi pequeña fábrica porque eso iba a generar el dinero para salir adelante. Poco a poco eso se fue dando y seguimos adelante con este emprendimiento. Ya estamos pensando, incluso, en exportar".
-¿Hacia qué mercados está mirando?
-Estoy en contacto con un empresario de Corea del Sur que quiere tener algunos de nuestros productos allá. Ya hemos ido avanzando en la ficha técnica con sus requerimientos y estamos preparándonos para poder llegar a ese mercado.
"Nos hemos diversificado y le vamos sacando el máximo provecho a la producción"
Luis Escalante
Ana María Tapia mostró su catálogo de mermeladas.
La formula de estos vinos es dedicación y amor.
El apoyo que ha recibido Escalante ha sido crucial en su negocio.
Snacks crocantes de cochayuyo. Su sabor es menos intenso.