Los personajes que les dan un sello distintivo a los pequeños negocios
Oficios montados para el Canal Tradicional
Pintores de carteles y expertos en confección de ropa de trabajo para los comerciantes son algunos de los más destacados.
Fecha de publicación
2015-08-17
Escrito por
Ciro Colombara C.
Detrás de cada negocio como botillería, minimarket, distribuidora de confites o almacén no solo están las empresas que los proveen de sus productos sino también una serie de personajes que trabajan para que sus locales proyecten la mejor imagen y puedan captar así la atención de los consumidores. Al igual como en el teatro, se mueven entre bambalinas y ponen lo mejor de sí para entregar ese toque distintivo, ese elemento que marcará la diferencia con sus competidores y ayudará a que los comerciantes brillen en sus barrios.
Algunos de esos personajes son verdaderos artistas, con historias que los convierten en parte del patrimonio nacional, como es el caso de Zenén Vargas. Si bien a muchos su nombre puede no sonarles conocido, muy distinto es lo que pasa con su letra porque por muchos años la plasmó en los letreros de recorridos que llevaban las micros en Santiago. "Es algo que aprendí de mi padrastro, que era pintor a mano alzada y que también trabajaba como chofer del transporte público. Yo creo que como a los 12 años pinté mi primer cartel y de ahí no paré más. En la década del 70 cada micro llevaba como diez letreros porque tenían muchas variantes así que había harto trabajo. Eso cambió a principios de los 90, cuando empezaron a ordenar su funcionamiento, las pintaron amarillas y se establecieron recorridos fijos. Los encargos empezaron a bajar y tuve que buscar otras fuentes de ingreso porque mi oficio estaba desapareciendo".
A fines de 1999 Zenén recibió una invitación que le daría nuevos aires a su trabajo y a la vez le serviría como una potente vitrina para darse a conocer. En el museo de Bellas Artes dos reconocidos artistas montaron la exposición "Si vas para Chile", donde rescataron una serie de íconos nacionales, entre ellos los carteles de recorridos de micros santiaguinas. "Eso fue un gran impulso ya que dio a conocer mi nombre en un nuevo círculo de personas, quienes me empezaron a pedir que les hiciera letreros de los recorridos que tomaban cuando chicos, para poner de adornos en sus casas. También significó que poco a poco me empezaran a contactar dueños de algunos negocios".
-Así partió entonces con el rubro del comercio.
-Así es. Hay negocios bien conocidos que me han encargado cosas, como el clásico restaurante Galindo del barrio Bellavista o los helados artesanales Emporio La Rosa, entre otros. Mis trabajos se pueden reconocer porque llevan mi nombre como firma, el dibujo de un diamantito y mi teléfono, 9-7956848. (Mail de contacto: zenenvargas@gmail.com). La verdad es que no son tantos los letreros de negocios que hay en la actualidad porque como se trata de un trabajo artesanal tienen su costo. No son algo meramente comercial, para promocionar productos, sino que hacen referencia a parte de nuestra historia, los carteles tienen un valor patrimonial.
Tal como detalla Zenén Vargas, él desarrolló un estilo muy característico de letra, "muy distinto al que usaban antiguamente los pintores de letreros de micro, que era bien derechita, del tipo helvética. Mi letra la defino como semicurva achaflanada, es algo exclusivo, que tiene mi sello".
-¿Y cuánto se demora en hacer un cartel?
-Eso depende de su tamaño. Los más pequeños los puedo tener listos en un par de horas. En el caso de esos grandes como los que ponen los restaurantes afuera, me toma como una semana o incluso dos terminarlos.
La mejor pinta
Para que los negocios puedan tirar la mejor pinta, los comerciantes deben predicar con el ejemplo, lo que significa cuidar hasta el más mínimo detalle de su presentación personal. Un especialista en esos menesteres es Jaime Villagra, que lleva casi 25 años dedicado al rubro textil enfocándose en compañías de los más variados rubros, pequeños negocios e incluso ferias libres. "El abanico de productos que ofrezco es bien amplio, por ejemplo poleras y polerones, cotonas, camisas, gorros, pecheras, overoles y chalecos reflectantes, entre otros. Mis trabajos están disponibles no solamente para Santiago sino también para clientes de regiones. (http://www.ropaindustrial.cl. Teléfono 9-0011461).
Un taller ubicado en la comuna de La Florida es su centro de operaciones, que comparte solamente con un par de personas. "Somos un equipo pequeño porque aquí principalmente cortamos las telas, el resto del trabajo se hace en otros lugares. Yo he copiado un poco el sistema de las grandes compañías que externalizan gran parte de sus labores. Como los encargos mes a mes son variables no es bueno mantener grandes costos fijos".
Villagra explica que el vestirse con ropa que lleve el logo del negocio trae una serie de beneficios, "no solo porque sirve para dar a conocer la marca sino también es un elemento diferenciador frente a otros locales y porque se proyecta seriedad. Cuando las personas entran a un negocio y ven a quienes lo atienden bien vestidos, se sienten más confiadas".
-¿Ustedes trabajan con un mínimo de prendas o unidades para los pedidos?
-Sí, el mínimo son 24. Eso tal vez cierra la puerta a algunas microempresas o locales muy chiquitos, donde trabajan pocas personas. Y digo tal vez porque está la opción de que, por ejemplo, un grupo de almaceneros de un determinado barrio o comuna se junten para hacer un pedido y así puedan acceder a ropa que lleve el sello de sus respectivos locales.
-¿Y cómo nació su trabajo con las ferias libres?
-Las ferias tienen directa relación con mis comienzos ya que cuando iba a comprar muchas veces escuchaba decir a los comerciantes que les faltaban buenos toldos o pecheras. Eso me llevó a desarrollar esos productos y a incorporar luego estructuras metálicas para armar sus puestos. En la actualidad participamos activamente del proceso de modernización que llevan a cabo, haciéndoles muchas prendas.
Herencia familiar
La Avenida Santa Rosa, entre Placer y Bío Bío, es una cuadra llena de publicidad. Al interior de gran parte de sus locales cuelgan una serie de pendones y lienzos ofreciendo la más variada oferta de productos y servicios, ideales para promocionar los más variados rubros. Detrás de uno de esos locales -G y G Impresores (teléfono 0225440235. Mail de contacto: g.gimpresores@gmail.com están los hermanos Lissette y Gonzalo Gutiérrez Solar, herederos de una tradición familiar. "Mi padre comenzó con el rubro con muy pocas cosas y en la medida que pasaron los años fue obteniendo buenos resultados. Actualmente tenemos dos negocios en esta zona y otro en Estación Central. En uno de ellos trabajamos con mi hermana", cuenta Gonzalo.
Desde sus inicios, uno de los grandes foco del emprendimiento ha estado en los microempresarios, "porque mi padre se dio cuenta que era un segmento no atendido por el rubro de la gráfica. Hacer un letrero o un pendón cuesta una buena suma de dinero si se manda a hacer a una agencia, que además se demora fácil una semana en tenerlo. Nuestros costos son mucho más bajos y los plazos de entrega menores. Ahora, junto con los pendones, trabajamos otros productos como gráficas adhesivas, volantes, tarjetas y calendarios", agrega Gonzalo.
Comida rápida, peluquería, alimentos para mascotas, almacenes y botillerías son algunos de los principales rubros que constantemente requieren lienzos y pendones a Letreros Gutiérrez. "Nosotros tenemos un stock ya armado con ciertos mensajes que son los habituales, lo que significa que muchas veces las personas se llevan de inmediato el producto que requieren. En los otros casos, armamos pendones poniendo los mensajes que cada cliente decide y contamos con un equipo que los asesora en cuanto a posibles colores a usar, tamaño de las letras, ubicación del mensaje y tipo de imágenes", comenta Lissette.
-¿Por qué dirían que es importante que los pequeños comerciantes se preocupen de tener una buena cartelería para sus negocios?
-Nosotros tenemos una cultura distinta a la de otros países, donde la publicidad es un ítem muy importante para empresas y negocios de todo tamaño. Aquí vemos a la publicidad como un gasto y no una inversión. Eso es algo que debemos cambiar, hay que entender que poniendo tal vez 50 mil pesos para que la fachada del local luzca bien y destaque las ofertas o productos de temporada, llegarán muchas más personas a comprar. Esos elementos atractivos finalmente subirán las ventas y hará que se recupere lo gastado en pocos días.
"Mi letra la defino como semicurva achaflanada, es algo exclusivo"
Zenén Vargas
"Mis trabajos también están disponibles para clientes de regiones"
Jaime Villagra
"Tenemos un stock ya armado con ciertos mensajes que son los habituales"
Gonzalo Gutiérrez
Zenén Vargas.
Los carteles más pequeños le toman un par de horas a Zenén Vargas.
Jaime Villagra.
Gonzalo Gutiérrez.