Un rascador puede evitar que su gato destruya sus muebles

Kucho.cl fabrica y vende distintos modelos

El negocio fue creado por una dupla de padre-hija, amantes de los animales. "El control de calidad lo hacemos con nuestros propios gatitos", cuentan.  

Rodrigo Sepúlveda S. 

Rasguñar es una actividad natural para los gatos. Lo hacen como juego, para afilar sus uñas y también para marcar territorio. Como amante de toda la vida de los felinos, la relacionadora pública Valerie Erices sabía de este comportamiento y vio en él la oportunidad para emprender. En diciembre del año pasado, junto a Juan, su padre, creó Kucho.cl, pyme que elabora distintos modelos de rascadores para gatos (https://bit.ly/2ZR7COm).
"Los gatos aún conservan algo de su naturaleza salvaje y uno de sus instintos básicos es arañar. De ahí que el rascador no es solo un complemento, sino un accesorio básico para su bienestar. Con un rascador, el gato puede mantener sus uñas sanas y fuertes, mantenerse activo para evitar problemas de salud, liberar estrés y dar rienda a su instinto curioso. Este producto también permite que los humanos estén tranquilos y puedan mantener sus hogares en perfecto estado, ya que muchas veces son los muebles los que ocupan el rol de rascador para los gatos", comenta Erices.
Kucho.cl tiene cinco tipos de rascadores: de suelo, de muralla, de cama, de base de cama y sillón, y esquinero para sillones o sofás, ya que las esquinas de estos muebles suelen ser las favoritas de los gatos para pasar sus uñas o frotar su lomo. Además cuentan con repisas y circuitos. Todos los productos son fabricados en el propio taller de la marca, con madera, telas de alfombra y yute. Los precios parten desde los $10.990 y también elaboran rascadores con dimensiones a pedido. "El control de calidad lo hacemos con nuestros propios gatitos; yo tengo dos y mi papá cuatro. Mi papá está dedicado 100 por ciento a producir los rascadores en el taller y yo los vendo", agrega la emprendedora.
-¿En qué creen que se diferencian de otras empresas que ofrecen productos similares?
-En los diseños. Para nosotros es fundamental que cada modelo se vea armónico en el hogar y sea parte de la decoración. Por eso nos tomamos el tiempo que sea necesario para adaptarlo a las necesidades específicas de cada cliente. Nuestro estilo de rascadores es minimalista, pero también se pueden personalizar cuando el cliente lo requiera y así darle su sello propio. También despachamos a todo Chile.
-¿De qué tamaños son los rascadores?
-Nuestro rascador de suelo Garfield tiene dos medidas: el normal de 55 cm de largo y 30 cm de ancho, y el tamaño XL, que mide de largo 70x30 cm. También está nuestro rascador de muralla "Don Gato", que mide 70 cm de alto. Los de sillones son todos hechos a medida y, en general, los lados los mantenemos de 20 cm y el alto puede ir desde 40 a 70 cm e incluso más, dependiendo del sillón o sofá.
-¿Hay que tener algún cuidado con su uso o hacerles mantención?
-Una recomendación que podríamos dar es que, idealmente, cada gato debería tener su propio rascador, cuando hay más de un minino en el hogar. También es necesario cambiar la superficie del rascador cada cierto tiempo. Este dependerá en gran medida del uso que le dé el gato o de la cantidad de gatos que lo usen. Tenemos una clienta gatuna que es muy buena para rascar y requiere un cambio de base cada cuatro o cinco meses. Otro caso de una clienta que tiene siete gatos, por lo que el cambio debe ser más frecuente. Pero en resumen, para una persona con uno o dos gatos e intensidad normal de rascado, el cambio debería ser una vez al año. Nosotros cambiamos la base del rascador, así no tienen que comprar uno nuevo. Este cambio tiene un valor promedio de $9.990.
"En cuanto a los pelos, estos tienden a quedarse en la base de rascado, pero se pueden sacar fácilmente con la mano o un cepillo", Valerie Erices.

Kucho.cl
Contacto: Valerie Erices
Whatsapp: +56 9 7859 1692
Instagram: @kucho.cl

 

Lo ideal es que cada gato tenga su rascador propio.

En cuanto a los pelos, estos tienden a quedarse en la base de rascado, pero se pueden sacar fácilmente con la mano o un cepillo. Valerie Erices