16 viñas hacen una fuerte apuesta por el Carignan
Conforman la asociación Vigno, que se creó hace diez años
La superficie plantada de esta cepa es de solo 858 hectáreas, concentrando la región del Maule el 80%. Como referencia, hay más de 40.000 hectáreas con Cabernet Sauvignon.
Fecha de publicación
2021-10-04
Escrito por
Ciro Colombara C.
La historia de la cepa Carignan en nuestro país tiene importantes vacíos ya que, por ejemplo, no se ha podido establecer cuándo y cómo arribó a Chile. Sí hay muchas más pistas de lo que ha pasado con ella desde las primeras décadas del siglo XX en adelante. Según detalla Rafael Urrejola, director de Vigno, "sabemos que se plantó sistemáticamente en la región del Maule después del devastador terremoto de 1939 y que el responsable fue un personaje de origen francés llamado Pablo Joublan, entonces director del Centro Experimental Cauquenes del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA)".
Urrejola agrega otros hitos al decir que la historia moderna del Carignan chileno se produce en 1994 -de la mano de Francisco Gillmore- y más tarde de Pablo Morandé, quien la embotelló en la línea Aventura de la viña Morandé. "Durante fines de los 90 y la década del 2.000 algunas viñas comenzaron a experimentar con esta cepa buscando rescatar su potencial cualitativo. Así comenzó una verdadera cruzada por rescatarla y en agosto del 2009 se realizoì la primera reunión formal de una incipiente asociación llamada en un principio Club del Carignan, la que más adelante tomó el nombre Vigno, Vignadores de Carignan (https://bit.ly/3CYNN5B). Hoy en día está conformado por 16 viñas, desde garajistas hasta bodegas transnacionales".
Bajo esta marca colectiva conviven una amplia variedad de vinos que deben cumplir con algunos requisitos. "En términos enológicos, deben estar elaborados en un mínimo de 85% de Carignan y el porcentaje restante queda a criterio del enólogo o la viña. También deben tener una guarda mínima de 24 meses", explica Rafael Urrejola.
-¿Y qué condiciones deben cumplir desde el punto de vista productivo?
-Una es que el viñedo esté ubicado en el secano interior de la región del Maule, no tener riego en ninguna época del año, ser conducido en cabeza -libre, sin estructura de postes ni alambrado- y con parras viejas, de más de 30 años. Lo que se busca con todos los requisitos que he mencionado es mantener la consistencia tanto entre las distintas añadas de un vino Vigno como también entre los diferentes productos.
-¿Cuál es su nivel de producción?
-Tenemos una escala pequeña, unas 100.000 botellas por año. Como pasa para todos los vinos de este nivel, el mercado nacional es bastante pequeño, aunque creciendo a tasas muy interesantes los últimos años. La mayoría se comercializa en el extranjero.
Respecto a las iniciativas que han llevado a cabo para dar a conocer a los consumidores chilenos las características del Carignan, Urrejola dice que "en un principio pusimos el foco en los mercados donde teníamos mejores opciones de llegar -EE.UU., Reino Unido y Brasil, principalmente. Una vez consolidado eso, hace unos tres años nos propusimos potenciar actividades que dieran a conocer Vigno a los consumidores chilenos. Logramos generar alianzas con los mejores restaurantes y tiendas de Chile, posicionando la marca en esos importantes puntos de venta. También realizamos un Seminarios Internacional del Carignan en el 2019. Lamentablemente a nivel de consumidor final, estos últimos años no nos han permitido realizar las activaciones pensadas para llegar más directamente a ellos. De todas maneras, sí hemos puesto mucho contenido en las redes sociales, especialmente enfocados a informar y dar a conocer Vigno en Chile.
Rafael Urrejola dice que producen unas 100.000 botellas al año.
Los vinos deben cumplir con varios requisitos para llevar la marca Vigno.