Valle de San Antonio quiere poner sus vinos en primer plano
Viñateros de la zona conformaron el año pasado una asociación
La cepa emblemática es el Sauvignon Blanc ya que cerca del 50% del valle está plantado con dicha variedad. En el caso de los tintos, destaca el Pinot Noir.
Fecha de publicación
2020-07-20
Escrito por
Ciro Colombara C.
"Vino, Mar y Poesía". Ese es el eslogan que eligió la Asociación de Viñas del Valle de San Antonio, creada en 2019, para dar a conocer su identidad. Se trata de una agrupación conformada por las cuatro viñas pioneras de dicho valle -Leyda, Garcés Silva, Matetic y Casa Marín- más otras cuatro que se han ido incorporando con el paso del tiempo y que son Chocalán, Ventisquero, Hacienda San Juan y Casas de Bucalemu.
Su vocera, Viviana Navarrete, quien es enóloga de Viña Leyda, cuenta que sus objetivos a nivel local son "alcanzar presencia en el mediano plazo en al menos el 50% de los restaurantes locales cuya oferta gastronómica vaya en sintonía con los vinos del valle de San Antonio, ideales para la gastronomía con frutos del mar o para platos de cordero de secano costero. También nos interesa aumentar la regeneración del bosque nativo al interior de las viñas y fuera de ellas, con el propósito de fortalecer los suelos de manera natural y contribuir a conservar el agua en las napas. Otra cosa es contribuir a la asignación de valor hacia nuestros vinos en el público local, junto con desarrollar la Ruta del Vino".
-¿Cuáles son las principales cepas que se trabajan en esta zona?
-Nuestra cepa emblemática es el Sauvignon Blanc, aproximadamente el 50% del valle está plantado con dicha variedad. Otras muy interesantes son el Riesling, el Chardonnay de perfil algo más cítrico que otros valles y una cepa que se cultiva muy poco en Chile, el Sauvignon Gris. En las tintas destaca el Pinot Noir, siendo la segunda variedad más plantada y propia de clima frío, junto con el Syrah.
-¿De qué forma creen que es posible remarcar su identidad y diferenciarse del valle de Casablanca, muy cercano a donde ustedes se ubican?
-Somos un valle distinto por estar emplazado en la ladera poniente de la cordillera de la costa y mirando directamente al mar, llegando su proximidad a los cuatro kilómetros del borde costero. Esa mayor cercanía expone a los viñedos a una mayor influencia marina, lo que significa menores temperaturas durante el año, fuertes brisas frías que vienen directo del mar y constantes neblinas. Esos tres factores son cruciales, especialmente durante la madurez de la uva, permitiendo que sea lenta en el tiempo y generando por lo mismo vinos muy intensos aromáticamente y especiados, con paladares de gran acidez y vibrantes.
Viviana Navarrete agrega que la cultura y el patrimonio son otros aspectos destacados. "Estamos en un valle de poesía, más allá de que aquí estén la tumba y casas museos de Vicente Huidobro y Pablo Neruda, o que Nicanor Parra pidiera ser sepultado en su casa de Las Cruces. El valle está conectado a la inspiración poética y el vino abraza esa idea precisamente bajo nuestro eslogan".
-Una vez terminada la crisis sanitaria, ¿qué tipo de iniciativas piensan poner en marcha para reimpulsar el enoturismo?
-Desde lo básico, que será implementar seguridad sanitaria para el enoturista, hasta refocalizar la oferta en el cliente nacional al menos por un año. La mayor cantidad de visitas ha sido históricamente de extranjeros y hoy tenemos la oportunidad de crear nuevas ofertas para público nacional.
Viviana Navarrete dice que uno de los objetivos es desarrollar la Ruta del Vino.
La cercanía al mar de los viñedos es un factor de gran influencia en estos vinos.