Se tomó muy en serio el rubro botillero
Juan José Valenzuela partió como empleado y ahora es dueño del local
En la botillería Manquehue se preocupan de incorporar a su stock marcas poco conocidas de vinos y cervezas. "Es una buena forma de diferenciarnos", dice Valenzuela.
Fecha de publicación
2018-08-13
Escrito por
Ciro Colombara C.
Juan José Valenzuela ha hecho una ascendente carrera entre vinos, cervezas y licores. En el 2011 -y con solo 23 años- conoció el rubro botillero cuando llegó a trabajar al negocio ubicado en una de las esquinas de Isabel La Católica con Manquehue. Se lo tomó tan en serio que fue sumando una valiosa experiencia que lo tiene hoy a la cabeza de esa botillería. "Después de trabajar un buen tiempo como empleado, me hice cargo como administrador. Sin duda una experiencia positiva ya que logramos crecer, las ventas aumentaron y empecé a pensar en el siguiente paso. Por eso le pregunté si le interesaba poner a la venta el negocio y lo compramos con mi madre. Por tres años funcionamos así, luego ella dejó el rubro y hace dos años y medio que tengo otro socio, Víctor Barrios".
-¿Hizo muchos cambios en el local al convertirse en dueño?
-Varios. Por la circulación de gente en el sector, me di cuenta que se les podía sacar provecho a las ventas durante el día, el horario bajo de las botillerías, con el "menudeo". Me refiero a cosas pequeñas y al paso como los formatos individuales de gaseosas y aguas, que el anterior dueño no tenía. Eso me permitió ir ganando una clientela nueva. También me interesó ampliar las opciones de productos en cada categoría, incorporando marcas no muy conocidas, algo que en la actualidad es nuestra gran característica.
Juan José Valenzuela pone dos ejemplos para graficar este punto. "Uno es el de las cervezas, con marcas provenientes de España y Estados Unidos, entre otros países, que en Chile no son muy conocidas. A ellas se suman algunas artesanales del país, como Cerros de Chena. El otro es la categoría vinos, a través de un proveedor de Talca que negoció con varias viñas pequeñas de la zona y que distribuye en Santiago directamente".
-¿Y la gente está buscando productos novedosos?
-Hay interés. A la vez, es una buena forma de diferenciarnos de nuestros competidores. Cada producto nuevo lo mantenemos entre dos y tres semanas para ver cómo es su demanda. Si funciona bien, queda en el stock y si no se vende mucho lo sacamos para darle espacio a otro.
Valenzuela agrega que también hay que preocuparse de los productos complementarios. "Hace un tiempo nos ofrecieron tener tabacos y todo lo necesario para fumarlo. Si bien no estábamos muy convencidos lo incluimos y nos sorprendió el buen resultado. Hace tres meses, además, sumamos los líquidos para vaporizadores porque es algo que se ha puesto de moda. Ahora, eso no significa que vayamos a dejar de vender cigarros. Si bien es un rubro con poco margen, el riesgo está en perder clientela porque es algo que quienes vienen a una botillería esperan encontrar".
Junto con apuntar al consumidor final, la botillería Manquehue abastece a otros negocios de la zona oriente de Santiago. "Hace un año y medio partimos con la distribución, enfocándonos en Las Condes, Vitacura y Providencia. Tenemos una bodega y atendemos a cerca de 20 clientes fijos a la semana. Nuestro servicio nos permite responder rápido y abastecer al día siguiente pedidos que nos llegan incluso a las nueve o diez de la noche. También damos la alternativa de que vengan a buscar los productos que necesitan a nuestro local si es que contamos con el stock. En ese sentido, nos adaptamos a las necesidades de cada comerciante para poder solucionarles un problema".
Los socios se dieron cuenta que podían sacarles mejor provecho a las ventas en el día.
Los tabacos y papelillos andan bien en ventas.
Hay presencia de vinos de bodegas más pequeñas.