Viñas al rescate de una cepa

El Semillón es un vino blanco que en los 50 la rompía en Chile

Aresti, Bouchon, Carmen, Casas del Toqui y J.A. Jofré se unieron para relanzar este producto en la industria.  

Rodrigo Sepúlveda S. 

El Semillón es una cepa de vino blanco que en Chile casi no se cultiva. Para que se haga una idea: hoy existen menos de 1.000 hectáreas plantadas de ella, versus las más de 11.000 de Chardonnay y 15.000 de Sauvignon Blanc, reinas indiscutidas en la categoría.
Sin embargo, cinco bodegas emergentes pretenden darle un nuevo empuje a esta variedad: Aresti, Bouchon, Carmen, Casas del Toqui y J.A. Jofré acaban de realizar una cata especializada para mostrar en conjunto sus productos de Semillón al mercado vitivinícola.
La alianza pretende revalorizar esta cepa originaria el sudoeste francés, que en los años 50 hacía furor en nuestro país. De hecho, en esa época el 75% del total de los viñedos de cepas blancas de Chile eran de Semillón.
"Hoy no superan más del 10%", asegura Felipe Ramírez, enólogo jefe de Viña Bouchon, quien agrega: "luego del auge del Chardonnay el Sauvignon Blanc en la década de los 80, el Semillón se fue quedando atrás, pero siempre formó parte importante de la agricultura chilena. Hoy queremos rescatarlo porque creemos que puede dar vinos realmente buenos, de alta gama".
-¿Cuál es la diferencia del Semillón comparado con los otros vinos blancos?
-Es una variedad que, si bien no es tan aromática como el Sauvignon blanc, en la boca da un sabor muy intenso y va muy bien con productos del mar. Es una cepa que produce vinos secos, que se suelen llamar vinos gastronómicos, que inducen el apetito.
Marcar diferencia

Juan Alejandro Jofré, enólogo y dueño de la viña boutique J.A. Jofré, ubicada en el valle de Curicó, está apostando buena parte de la diferenciación de su marca con el Semillón. Jofré le compró tres hectáreas a un productor de la zona, para que no arrancara las últimas plantaciones de la cepa que le quedaban.
"El viñedo que yo salvé tiene como 70 años de antigüedad. Imagínate todo el potencial que tiene un viñedo de ese tiempo. Además me interesó esta cepa porque es una manera de entregar diversidad de oferta en vinos blancos en Chile. Es un producto más de nicho, no tan masivo (una botella de Semillón de J.A. Jofré cuesta $11.900), pero es una oferta que sí o sí debe tener uno como marca si quiere agregarle valor a la industria", afirma Jofré.
-¿Cuál es la meta de J.A. Jofré con esta variedad?
-Llegar a un volumen que permita hacer viable el producto. Si logramos alcanzar las 10 mil o 12 mil botellas de producción al año, quedaríamos felices. Ahora, esta todavía sigue siendo una escala muy chica comparada con las de grandes viñas, pero esa meta nos permitiría consolidar nuestro estilo como marca de vinos poco tradicionales. Al final, cuando tienes una viña pequeña, buscas producir los vinos que a ti te gustan como consumidor, más que hacer algo tan masivo.

El Semillón anda bien con los productos del mar.