Esta pastelería de la V Región se diferencia por su calidad y packaging
Coccolino busca abrir una cuarta sucursal en Santiago
"Mis productos son de consumo inmediato, porque trabajo bajo el concepto de la repostería artesanal, no utilizo preservantes", dice María Jesús Arze, fundadora del negocio.
Fecha de publicación
2024-09-30
Escrito por
Melissa Forno
María Jesús Arze comenzó vendiendo alfajores de manera informal en su colegio. En forma paralela, hacía tortas y postres para las celebraciones familiares y de a poco le fueron encargando conocidos. Luego ingresó a estudiar ingeniera comercial, pero siempre pensando que su meta era tener una pastelería.
"Hice mi práctica profesional en Bonafide. Tras finalizarla, creé la empresa, bajo el nombre Coccolino, porque tuve mi primer pedido corporativo de la empresa Saam en 2016. Trabajar con ellos me exigió tener toda la documentación formal del negocio, lo que después me permitió buscar restaurantes para ofrecerles mis productos. De esa manera, fui ahorrando para tener un local. Pienso que es fundamental que las grandes empresas confíen en los emprendimientos, tal como me pasó", cuenta.
"Posteriormente, fui a estudiar un diplomado en pastelería en Le Cordon Blue en Lima. Cuando volví a Chile, en noviembre de 2018, la cocina de la casa de mis papás me quedó chica por los pedidos para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. Esa demanda me llevó a arrendar un departamento en Concón y a contratar a la primera pastelera. A los seis meses, abrí el primer negocio en esa comuna. Fue terrible porque comencé el 1 de octubre de 2019, justo el mes en que empezó el estallido social, sin embargo, tenía mis clientes que siempre buscaron mis productos", detalla la fundadora de Coccolino, cuyo nombre significa regalonear o hacer cariñitos en italiano.
Con la pandemia comenzó a implementar el delivery. "En ese periodo desarrollé una estrategia bajo el slogan 'abraza a través de Coccolino', entonces, incluso gente de Santiago les enviaba mis productos a sus familiares de Viña del Mar que no podía visitar", recuerda.
Posteriormente, abrió otra sucursal en 8 Norte, en Viña del Mar y hace seis meses en Quilpué. En las tres tiendas ofrece los mismos productos que elabora en su fábrica en Concón.
"Decidimos abrir en Quilpué, porque con la pandemia comenzaron a llegar pedidos del interior de la Región de Valparaíso, de zonas como El Belloto e incluso Quillota. Todos los viernes salíamos a repartir para allá y era una locura", recuerda.
¿Quiénes son sus principales clientes?
"Todos aquellos que buscan saciar antojos con un producto de buena calidad, por ejemplo, con un alfajor de nuez y almendra, en tamaño XL, que cuestan $.2500 por unidad. Por este motivo, mi público es muy transversal y eso me encanta, porque también vendo por trozos en caso de no poder comprar una caja. La gente valora mucho la calidad", precisa.
¿Qué define a su oferta de pastelería?
"Me preocupo que los ingredientes sean de buena calidad, por ejemplo, utilizo cacao de Ecuador, mantequilla, buena harina, no ocupo premezclas. Todo lo produzco con mis trabajadores desde cero, incluso la salsa de frambuesa, el manjar que más le gusta a mis clientes y las hojarascas. Mis productos son de consumo inmediato, porque trabajo bajo el concepto de la repostería artesanal, no utilizo preservantes, por ejemplo, los barquillos permanecen crujientes siete días. Además, hago hincapié en el packaging, porque me diferencia y, a la vez, permite que mis productos sean una buena opción para regalo. Por tal motivo, trabajo con un diseñador. No entrego en la clásica bandeja de cartón con un papel y por eso soy competencia de las chocolaterías también".
¿Cuáles son los productos más demandados?
"Alfajores de masa de nuez, de almendras - nosotros hacemos el mazapán - y el tradicional. También, tortas, destacando la húmeda de chocolate, la de zanahoria y la Amor, tengo ocho variedades en total. En el caso específico de estas últimas, tenemos tres tamaños, cuyos precios varían desde los $20.000 a los $37.000, aproximadamente. La más grande sirve para unas 24 porciones. Mis barquillos también son muy demandados porque también busco ofrecer lo clásico, lo que recuerda a las tardes de playa en el verano, como los barquillos".
¿Realiza pedidos para eventos?
"Sí, banqueteras me encargan especialmente para matrimonios. Por ejemplo, me piden un mix de pastelitos y muchas veces nos encargan recuerditos, que pueden ser dos galletas de almendras con los stickers de los novios. Además, trabajamos con mineras y otras empresas que nos encargan regalos corporativos. Junto con ello, proveo a hoteles, que me piden chocolates para los veladores de los dormitorios, tortas para cafeterías y postres como brownies para restaurantes", precisa.
¿Tienen proyectado abrir más locales?
"Mi desafío es llegar a Santiago en 2025. Me encanta Vitacura y tenemos hartos clientes capitalinos que vienen a Concón o Viña del Mar los fines de semana. La mitad de mis seguidores en Instagram son de allá y me preguntan si es posible enviarles productos para allá. Sin embargo, mi prioridad fue establecerme bien en la Región de Valparaíso, en la costa y en el interior".
Coccolino
https://www.coccolino.cl/
www.coccolino.cl
Correo: contacto@coccolino.cl
Teléfono: +56978882917
María Jesús Arze estudió ingeniería comercial.
Ya suman tres las tiendas de la marca.