Arquitectas diseñan espacios únicos para restaurantes, cafeterías y locales comerciales

Karla Ruiz y Francisca Vera fundaron Estudio Franka

La iluminación, el sonido y el tránsito, tanto de trabajadores como de clientes, son fundamentales a la hora de crear un proyecto gastronómico o una tienda.  

Aspectos como la iluminación, el sonido y el tránsito, tanto de comensales, como de los trabajadores del restaurante, cafetería o bar. Todos ellos, deben conversar con la identidad del local, pero además invitar a los clientes a regresar. Detalles como estos son propuestos por las arquitectas Karla Ruiz y Francisca Vera de Estudio Franka, al momento de diseñar un proyecto.
Ambas comenzaron a realizar mobiliario en plena pandemia y les empezó a ir bien. "Sin embargo, nos dimos cuenta que podíamos diseñar completamente un local. Para nosotros la pieza (o mobiliario) debe encajar con el entorno, porque la arquitectura es un lenguaje completo, es el desarrollo de un paisaje que tiene que ser capaz de contar una historia desde que se ingresa a él y que entrega una experiencia que motiva a ir al restaurante. Ojalá que el cliente se enamore del espacio, pero obviamente, también, es necesario preocuparse de la carta y del servicio", explica Ruiz.
En el proceso fueron estudiando exponentes extranjeros que abordan la relación entre el marketing y el diseño. Entre medio, viajaron a Río de Janeiro y Sao Paulo, donde conocieron de cerca vitrinas comerciales, ya que comenzaron diseñando mobiliario para tiendas de ropa.
"Al principio, todos nos pedían el clásico columpio o las alitas (muy similar a la de los ángeles) que tienen los restaurantes para que los clientes se saquen una foto y la suban a Instagram; pero eso es solo un momento dentro de un lugar, no necesariamente significa que el espacio conversa con el comensal, porque no entrega una experiencia, de lo contrario, se pide comida a la casa", agrega Ruiz.
Vera añade: "Empezamos a jugar con el concepto de que todo el espacio 'sea Instagrameable', por ejemplo, que en el lugar donde se pidió el helado invite a tomarse una foto, al igual que en el pasillo e incluso el baño. Para eso, es importante jugar con los colores, texturas y saber combinar materiales".
Su forma de trabajo la explican a través de una asesoría virtual gratuita. "La idea es sacarlos de la foto que vieron en las redes sociales y decirles que podemos crear algo personalizado para ellos, evitar totalmente la copia, porque como estudio de arquitectura tratamos siempre de diferenciarnos", dice Vera.
Lo importante, afirman, es que se relacione la marca con la imagen y el espacio. "Esto lo logramos a través de palabras claves. Hacemos una especie de lluvias de ideas con el cliente para que nos cuente cómo se imagina el local y les pedimos que nos envíen imágenes que definan lo que están planteando", precisa Ruiz.
Vera precisa que se preocupan de cómo se transita el espacio o cuántos tipos de usuarios estarán en el local. "Pensamos que estará el público, los trabajadores, el espacio de la administración y para el abastecimiento. La idea es que no se generen nudos de conflictos para que los tránsitos sean lo más fluidos posibles", cuenta Vera.
Actualmente están trabajando en el restaurante "Feroz", especializado en carnes, en Rancagua, y que además tiene una cafetería y heladería, que se llama "Colibrí". Al principio, los dueños tenían en mente los clásicos sillones de barril, con mucha presencia de cuero y madera en la decoración. La idea fue mutando a medida que fueron conversando el proyecto que se espera que abra sus puertas al público este mes.
 
Estudio Franka
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Las arquitectas Karla Ruiz y Francisca Vera.