Su oferta de bombillas es una solución de lo más natural

Cañas de avena sanitizadas sirven para los brebajes fríos y calientes

Mongen Ecotienda las vende en tamaños de 12, 16 y 19 cm como una forma de reducir los estragos por contaminación que producen sus símiles plásticos.  

Makarena Zapata R. 

En medio de un asado y divagando sobre cómo reducir la contaminación por plástico en el medio ambiente Pablo Gallegos, junto a otros dos amigos, Gonzalo Valdés y Fidel Contreras, abrazaron por primera vez la posibilidad de emprender con bombillas de origen vegetal. Entusiasmados, este trío de agrónomos recorrió buena parte de la Octava y Novena Región hasta encontrar un proveedor que pudiera abastecerlos de tallos cilíndricos y huecos, bien capaces de emular la misma función de sorbeteo que ofrecen las bombillas.
"Decidimos buscar una alternativa proveniente desde la misma naturaleza que pudiese reemplazar el uso de las bombillas en cafeterías, restaurantes, bares y hoteles. Analizamos varias opciones entre distintos tipos de plantas y tallos cilíndricos, según forma, porosidad y consistencia hasta que finalmente encontramos la caña de avena", detalla Gallegos.
Ese fue el puntapié de inicio de Mongen Ecotienda (https://bit.ly/2wtAMAI), un emprendimiento dedicado a la producción de bombillas 100% biodegradables y amigables con el medio ambiente que, en comparación a sus símiles de plástico, las cañas de avena sólo demoran entre tres a cuatro meses en desaparecer del medio ambiente, gracias a su composición enteramente orgánica y vegetal.
"La caña de avena se concibe de inmediato como un utensilio que no es dañino para el ecosistema. O al menos esas son algunas de las impresiones que más nos hacen llegar nuestros clientes donde figuran hartos restaurantes y todo tipo de locales gastronómicos de Santiago y de la Sexta Región, que es donde tenemos nuestra fábrica. Según el uso, tenemos bombillas de caña de avena en distintos tamaños y cuyas funcionalidades no tienen nada que envidiarle a una bombilla de plástico tradicional", asegura Gallegos.
-¿Y se pueden usar con líquidos calientes, por ejemplo?
-Sí, hemos hecho varias pruebas de temperatura y la caña de avena no se desarma ni cambia su estado natural una vez que entra en contacto con el líquido ya sea frío o caliente. Las bombillas previamente cortadas y sanitizadas de Mongen (que significa vida en mapudungún) están disponibles en 12, 16 y 19 cm. Las más pequeñas se utilizan bastante como revolvedores de café mientras que las cañas de avena de mayor tamaño son ideales para vasos más largos donde se sirven jugos naturales, smoothies, bebidas o cócteles.
-¿Les ha costado mucho dar a conocer esta innovación?
-Hemos apostado bastante por la difusión a través de las redes sociales, en ferias y el mismo boca a boca que nos ha ayudado bastante. Sin embargo, y como creemos que los cambios no se generan de un día para otro, lo primordial pasa por ofrecer un utensilio que es igual de útil y desechable, pero con un menor impacto a nivel medioambiental. Tenemos formatos de venta de 20, 150, 250 y otros de 500 y 1.000 unidades, siendo estos dos últimos orientados al canal Horeca. Por ventas sobre 5 mil bombillas damos un 15% de descuento a todos nuestros clientes y los interesados nos pueden contactar al correo mongenecotienda@gmail.com".

Detrás de Mongen Ecotienda están Pablo Gallegos, Gonzalo Valdés y Fidel Contreras.