De casona abandonada a exitoso emprendimiento gastronómico familiar

Patricia Fuentes e hijos le dieron vida a La Serrana

Les tomó ocho meses remodelar los más de 300 metros cuadrados de una antigua casona ubicada en pleno centro de Santiago. Hace poco recibieron un reconocimiento público que los tiene felices.  

Makarena Zapata R. 

Después de evaluar varios negocios, Patricia Fuentes y sus cuatro hijos depositaron todos sus anhelos por emprender como familia en una antigua casona abandonada en pleno centro de Santiago. Su interior estaba absolutamente deteriorado por el abandono y el paso del tiempo, pero en vez de dar un paso al costado, estos cincos socios decidieron poner todas sus energías en transformar la imagen y el sentido de esta casa ubicada Serrano 163, entre las calles Alonso de Ovalle y Tarapacá.
"Era exactamente lo que andábamos buscando. Una casa antigua que nos pudiera dar muchas alternativas de espacio y que además estuviese inserta en un barrio con alto potencial para hacer algo distinto. Nos demoramos ocho meses en restaurar el primer piso de la casona y ya llevamos casi cuatro años funcionando bajo el nombre de La Serrana, un restaurante cuya especialidad son pastas y las pizzas. Todas, recetas creadas por Mauricio, uno de mis hijos que es chef y que incluso viajó a Italia para especializarse en este tipo de gastronomía", aclara Fuentes.
Otro de los aspectos por los cuales busca diferenciarse este restaurante de 300 metros cuadrados y fuente de trabajo para 21 personas -gracias a la atención de cinco salones y 42 mesas- es que todos los ingredientes del tipo frutas y verduras provienen de un terreno agrícola familiar ubicado en el sector de Sagrada Familia, en la Séptima Región. De esta forma, comentan Fuentes y sus hijos, se aseguran de que todos los insumos sean de primera calidad y selección para así conseguir el mejor resultado a nivel de recetas.
"Hasta el día de hoy nos mantenemos bajo la premisa de ofrecer comida rica y buena a precios asequibles porque nos preocupamos hasta el último de los detalles. Por eso es que también cambiamos el menú según las estaciones y la disponibilidad de alimentos sin dejar de lado el tema estético. Donde quisimos plasmar colores más bien suaves y complementarios como el blanco, verde y dorado. Con La Serrana partimos dándonos a conocer mediante el boca a boca y una que otra cosa en las redes sociales, porque tenemos dos tipos de públicos súper marcados: oficinistas de lunes a viernes y harta familia durante el fin de semana", explica Fuentes, quien incluso trasladó la mesa del comedor familiar al restaurante para así tener un pedacito de su casa en el negocio.
-¿El nombre La Serrana viene a propósito de la calle donde está el restaurante?
-Sí, pero lo pusimos en femenino porque este es un matriarcado, jajá. Estamos súper contentos porque por estos días nos coronamos como el restaurante de comida internacional más votado en la ruta gastronómica organizada por Sercotec, lo que sin duda marca un nuevo reconocimiento al empeño y dedicación que intentamos ofrecerles a todos nuestros clientes. Algunos platos destacados de La Serrana, pensando en el menú de otoño-invierno, son los rissotos con distintos tipos de ingredientes, las pastas en su caldo y granos como el mote.
-¿Piensan replicar el éxito de este restaurante con la apertura de otro local?
-Ese es nuestro próximo paso, pero todo aún está en veremos porque acá todas las decisiones se toman en familia y esa creo que ha sido una de las grandes claves de nuestro éxito. Todos tenemos una tarea asignada y así también nos vamos turnando en los distintos frentes. Tener un restaurante es algo que te da muchas alegrías, pero también se puede convertir en un verdadero dolor de cabeza si no se sabe administrar.
Para reservas nos pueden contactar a través de nuestra página (https://bit.ly/2ThyRJT' target ='_blank'>https://bit.ly/2ThyRJT).

"Nos mantenemos bajo la premisa de ofrecer comida rica", es el lema de la sociedad familiar.