Un café boliviano con tonos cítricos y dulces

Café Illimani llega a Chile gracias al trabajo de Comercial Cecan

La marca cultiva y cosecha el grano arábico, en tierras ubicadas en el municipio de Caranavi del vecino país.  

Rodrigo Sepúlveda S. 

Pese a que su cultivo más simbólico es la hoja de coca, el café siempre ha tenido un papel relevante en Bolivia. Víctor Valenzuela, socio y representante legal de Comercial Cecan (http://www.comercial-cecan.cl/cecan/), supo de esta tradición cafetera cuando comenzó hace más de 13 años a traer a Chile otros productos desde ese país, como quinoa, amaranto o stevia.
Confiado del potencial del grano boliviano, Valenzuela adquirió tierras en el municipio de Caranavi, zona reconocida como la cuna del café en Bolivia, y empezó a producir Café Illimani, marca que hoy comercializa en cafeterías, casinos, restaurantes y hoteles de Santiago y regiones. "El consumidor chileno ha ido adquiriendo nuevos conocimiento de productos y exigiendo estándares más altos en cada alimento que consume. Hace cinco años el mercado del café estaba dominado por el producto instantáneo, pero hoy el café de grano tiene mucho mayor incidencia", opina Valenzuela.
Café Illimani cultiva y cosecha el grano arábigo, del que obtienen las variedades Catuai Amarilla, Catuai Roja, Mundo Novo, SL28, Geisha y Java. El sabor de cada uno está fuertemente influenciado por las condiciones en que se cultivan los granos. "En las tierras de esta zona de Bolivia hay árboles de plátanos, mandarinas, limones, cacao y otras plantas autóctonas que logran impregnar y entregar su aroma y sabor al grano del café. El proceso de elaboración también incluye el tostado reciente del café, con un periodo no mayor a siete días entre que sale de producción y están en manos de nuestros clientes", explica Alejandro Aguilar de Irmay, director corporativo de la marca en Bolivia.
"Al ser productores, podemos lograr precios muy atractivos para los comercios. Contamos con una oferta de formatos granel, con sacos de 25 y 50 kilos, y a la vez nos hemos ocupado de abastecer en formatos más pequeños, de un kilo y 250 gramos para todo el amplio segmento del comercio, con precios desde los $1.950 más IVA", agrega Valenzuela.
-¿Qué significa Illimani, Víctor?
-En lengua aimara, quiere decir 'Aguila Dorada'. Es el nombre también de un volcán ubicado en la cordillera real de Bolivia, que alcanza una altura de 6.462 metros.
-¿Cómo describiría el sabor en boca de este café?
-El resultado final en el paladar es balanceado, con tonalidades cítricas no invasoras, acompañado de notas a cacao y un dulzor que a veces es más notoria.
-¿Cómo se compite con un café de grano como el colombiano, que cuenta con una imagen muy potente en el consumidor?
-La primera diferencia que veo entre ambos es la forma tradicional en que Bolivia aún aplica en sus cultivos y cosechas, ya que las tierras bolivianas no han sido mayormente intervenidas por agentes externos, no propios de la naturaleza. Si bien Colombia, tiene un excelente café, sus productores deben cumplir con volúmenes de venta extraordinariamente grandes, los que los lleva a estar constantemente produciendo en grandes cantidades y como consecuencia, exigiendo a cada planta al máximo.

"Al ser productores, podemos lograr precios muy atractivos", Víctor Valenzuela.

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Así se prepara un café de grano de calidad


Los errores más comunes en la preparación de un café de grano, comenta Víctor Valenzuela, son moler el grano y dejar el producto por un periodo largo sin ser utilizado, almacenar producto -una vez abierto- con otros tipos de alimento, que puedan contaminar el sabor y aroma del café. "Otro tema importante al momento de la preparación es la temperatura del agua. Esta no debe ser hervida, solo debe alcanzar una temperatura de aproximadamente 92 grados", puntualiza.
 

El formato menor es de 250 gramos.

Al ser productores, podemos lograr precios muy atractivos. Víctor Valenzuela